La muerte de la mascota

La muerte de la mascota

13 junio, 2023 0 Por dropharma_admin

La muerte de la mascota es un suceso muy triste. Para afrontarlo mejor cuando llegue el momento, te explicamos los trámites que deberás realizar, y te ofrecemos consejos que te ayudarán a superar su pérdida.

¿Qué trámites debo seguir si muere mi mascota?La muerte de nuestra mascota es una vivencia a la que tarde o temprano nos tenemos que enfrentar, y que nos puede causar un trastorno emocional tan relevante como el que experimentamos al perder a una persona querida. Es un momento muy duro para el que tenemos que estar preparados y que, lamentablemente, también conlleva realizar ciertos trámites. Pese a no ser complicados, es conveniente conocerlos de antemano para que llegado ese momento sepamos a qué estamos obligados como propietarios, y de qué opciones disponemos para despedir a nuestro amigo como se merece. Básicamente se trata de dos trámites: dar de baja el microchip del animal para que quede registrado su fallecimiento en la base de datos, y decidir entre entierro o incineración.  Olaya Alvarez Hevia, veterinaria de VetSalud nos explica que al no existir una certificación oficial de defunción de animales, basta con llamar por teléfono al Archivo de Identificación de Animales de Compañía de nuestra comunidad y aportar el numero de 15 dígitos del microchip que se encuentra en las primeras páginas de su cartilla sanitaria, informando de la muerte de nuestra mascota. En caso de no disponer de este documento sería necesario un lector electrónico (del que disponen veterinarios, policía, guardia civil, protectoras…). Dependiendo del municipio en el que residamos pueden tener un censo propio de mascotas, por lo que también será necesario tramitar la baja en el ayuntamiento correspondiente.

¿Quién se encarga de enterrar o incinerar a la mascota?Paloma Aguado, licenciada en veterinaria y coordinadora de la Clínica Velázquez, añade que,  por norma general, los animales que fallecen en un domicilio o en la calle suelen ser trasladados a una clínica veterinaria para que sean ellos quienes se encarguen del procedimiento de incineración (el más habitual). “Hay muchas empresas que se encargan de tratar el cuerpo del animal fallecido, y en la actualidad la mayoría de las clínicas preferimos trabajar con este tipo de empresas especializadas, ya que ofrecen más servicios que el ayuntamiento por un precio similar y, además, te aseguras de que están siempre disponibles”.Hay ayuntamientos que ofrecen este servicio de forma gratuita, pero la recogida por los servicios públicos puede llegar a tardar más de 24 horas. En un menor porcentaje, hay propietarios que ya tienen contratado previamente un seguro para animales que cubre y gestiona todo el proceso; otros, prefieren llamar directamente a los servicios municipales que se encargan de recoger el animal e incinerarlo, en este caso a nivel colectivo. Pero lo habitual sigue siendo trasladar el cuerpo al centro veterinario.

Muerte de la mascota: incineración o enterramientoPoder decir adiós a nuestra mascota es fundamental desde el punto de vista emocional, y debemos ser nosotros quienes decidamos de qué forma nos sentiremos más cómodos con el proceso. Pero, además, es importante a nivel legal y sanitario decidir si queremos incinerar o enterrar al animal, y siempre en lugares habilitados específicamente para ello. Olaya Alvarez Hevia, veterinaria de VetSalud, nos explica que tenemos tres opciones para despedir a nuestra mascota:La incineración colectiva: muchos ayuntamientos tienen servicios especiales de retirada de animales muertos, bien gratuitos o de bajo coste (unos 40 euros), pero que conllevan la incineración colectiva. ¿La parte negativa? Que no puedes despedirte del animal ya que, al ser una incineración colectiva, no es posible entregar las cenizas, las cuales terminan en manos de empresas de eliminación de residuos.

La incineración individual: tiene un coste de entre 200 y 300 euros. En este caso sí que suele entregarse una urna con los restos de la mascota si se desea. Existen empresas que también ofrecen servicio de tanatorio, habilitando salas para poder despedirse cómodamente de la mascota antes de proceder a la incineración.

Cementerios para animales: ofrecen diferentes opciones, pudiendo enterrar a nuestra mascota, incinerada o no, en sepulturas individuales o colectivas. El Último Parque (Madrid), Sena (Valencia), Última Llar (Tarragona) y El Cementerio de Pequeños Animales (Barcelona), son las únicas empresas que ofrecen este servicio en España. Las tarifas varían en función de si se eligen fosas individuales o colectivas, si encargamos una placa, un ataúd, epitafio, escultura, etcétera.

Opciones prohibidas para enterrar a tu mascotaDesde el cementerio crematorio de animales Sena, que lleva 18 años funcionando, su gerente María Dolores Cortés nos informa de que la crisis económica ha afectado mucho a empresas como la suya. “Hay que tener en cuenta que se trata de un servicio especial que no es demasiado costoso, pero lamentablemente todavía existen circunstancias evidentes en la mayoría de familias que tienen dificultades en su economía para afrontar gastos, elementos de primera necesidad, etcétera. Por lo tanto, ello conduce a tomar otro tipo de soluciones al respecto que no son legales”.

En países como España, y según el Reglamento Europeo 1069/2009, está prohibido el entierro o la incineración de animales en lugares no autorizados, por lo que no podremos enterrar a nuestra mascota en el campo o en nuestro jardín ni, por supuesto, incinerarlo o depositarlo en un contenedor. Enterrando o incinerando al animal dignificamos su muerte y controlamos un posible problema higiénico-sanitario: los cuerpos de los animales muertos pueden contaminar tanto el suelo como el agua, lo que podría ocasionar intoxicaciones de personas y animales. Además, en el caso de enterramiento, los cadáveres pueden ser desenterrados por carroñeros que propaguen infecciones, causando con esto un grave problema sanitario. 

La importancia del último adiós a tu mascotaLos psicólogos consideran que es necesario –y así lo recomiendan– llevar a cabo el proceso de cremación o enterramiento para aceptar el fallecimiento de nuestra mascota, despedirnos del animal, y así poder iniciar el duelo por su pérdida. Al final nuestra mascota, tras muchos años de convivencia, es un miembro más de la familia y, como tal, su pérdida genera los mismos sentimientos de tristeza y ausencia que si de una persona querida se tratara. Por lo tanto, debemos intentar que el procedimiento llevado a cabo tras su fallecimiento sea similar al de los humanos.

Tener un lugar al que acudir cuando necesitemos recordar al animal, o poder guardar una urna con sus restos, son opciones que ayudan a muchas personas a superar la muerte del animal. Hay cementerios que proponen fosas individuales para todo tipo de animales y que pueden ser adornadas con una estatua, o una placa identificativa en la que poder inscribir unas palabras junto a una fotografía de la mascota. Otras, expertas en cremaciones, disponen de diferentes urnas para guardar las cenizas y poder colocarlas en el hogar o esparcirlas por un lugar que sea especial para nosotros o en el que hayamos compartido experiencias con nuestro querido amigo.

En los crematorios suelen admitir todo tipo de mascotas, pero son los perrosgatos y conejos, los animales más habituales. La duración del proceso de incineración dependerá del tamaño de la mascota: una media hora para animales con un peso de hasta 12 kilos, de hora y media a dos horas para los animales que lleguen a 35 kilos, y a partir de ahí no menos de dos horas. Es importante saber que por motivos medioambientales no está permitido incinerar al animal junto a ningún objeto especial.

Opciones para ayudar a procesar el duelo por la mascotaSea cual sea la opción elegida (enterramiento o cremación) llevar a cabo una ceremonia de despedida, por sencilla que sea, puede aliviar mucho la pérdida. Sandra Sánchez, gerente de Espacio Ítaca y psicóloga especializada en duelo de mascotas, nos anima a que busquemos qué acción “va a hacer que sintamos más paz en este proceso”. Y, como experta en este tipo de duelos, recomienda ejercicios que pueden resultar útiles emocionalmente como escribir una carta a nuestro animal dándole las gracias y pidiéndole perdón por aquello que nos haga sufrir, o hacer algún tipo de ritual de despedida, algún homenaje, etcétera. “Es un proceso muy personal y, por ello, cada persona puede hacer aquello que sienta que va más acorde con sus creencias personales, espirituales y emocionales”, nos recuerda.

Hay empresas especializadas que ofrecen acompañamiento emocional para los procesos de duelo. La psicóloga de Espacio Ítaca nos explica que estos procesos pueden suceder tanto tras la pérdida de nuestro compañero animal, como antes de que suceda si está diagnosticada una enfermedad con un mal pronóstico, o ante la toma de decisión de acompañar a nuestro animal a su final de vida. “La demanda más habitual de estos servicios suele estar más asociada a perros, pero el servicio está orientado hacia cualquier compañero animal por el cual estemos pasando un periodo emocional inestable”, explica Sandra.

Consejos para superar la muerte de tu mascota

La muerte de nuestra mascota desencadena en nosotros un proceso de duelo. La psicóloga especializada en duelo de mascotas y gerente de Espacio Ítaca, Sandra Sánchez, explica que este proceso es un estado que se refleja a nivel físico, emocional y cognitivo, y que es normal sentirse triste, cansado, tener más pensamientos negativos, o estar despistado, e insiste en que, aunque este estado depende de las características de cada persona, hay algunas recomendaciones que pueden ser útiles para superar la muerte de la mascota:

  • Evitar la negación de las emocionesLa psicóloga propone dejar de lado el famoso argumento que afirma que «debes ser fuerte», y a cambio tener claro que el hecho de «pasarlo mal» no te convierte en una persona débil. “La debilidad y fortaleza son independientes de nuestra capacidad emocional. De hecho, debemos poder canalizar y dar salida a nuestras emociones, no cortarles las alas”.

Tener pacienciaHay que tener en cuenta que la periodicidad y duración del duelo será un hecho a tener en cuenta en este proceso. “Es normal estar triste durante un tiempo, y reducir las actividades, perder el apetito, no interesarse por nada, descansar peor…, pero en un plazo de tiempo razonable es importante intentar volver a la normalidad y sobreponernos”, aconseja la gerente de Espacio Ítaca. El tiempo de duración del duelo depende de cada persona y de sus circunstancias vitales, por lo que debemos ser pacientes con nosotros mismos y no forzar la situación.

No tener miedo a la tristeza ni a sentirnos culpablesLas emociones hay que manifestarlas sin temor al qué dirán o a sentir que estamos fallando. El sentimiento de culpabilidad forma parte del proceso de superación del fallecimiento de nuestro compañero, y lo habitual es que con tiempo la culpa desaparezca y deje paso a los recuerdos agradables vividos junto a la mascota.

Buscar frases o pensamientos que nos alivien la penaSandra recomienda respirar, sacar el dolor que tenemos dentro, y repetirnos una frase muy útil a nivel emocional y personal: “todo llega, todo pasa”.

Buscar ayuda profesionalLa psicóloga también recomienda que “si finalmente tenemos un estado depresivo” lo ideal es ponernos en manos de un profesional que nos ayude, poco a poco, a volver a sentirnos vivos.

Evitar incorporar un nuevo animal a nuestras vidas antes de tiempoEs un error pensar que tener un nuevo animal nos ayudará a recuperar al que se fue. Una mascota no puede sustituir emocionalmente a otra si antes no hemos resuelto el duelo, por lo que se aconseja esperar un tiempo prudencial para, si lo estimamos oportuno, incorporar un nuevo amigo a nuestra vida.

Buscar compañíaCompartir sensaciones y experiencias pasadas positivas con personas de nuestra confianza puede servirnos para aliviar nuestra pena. También nos pueden ayudar a tomar decisiones y a iniciar los trámites correspondientes tras el fallecimiento