Niksen, los beneficios de no hacer nada
10 marzo, 2021Frente a la sobreocupación y el estrés de la vida acelerada que pasan factura a tu salud, los holandeses proponen el niksen, una tendencia basada en tomar breves pausas para `no hacer nada´ conscientemente. Practícalo sin culpas. Las tornas en el ámbito de las tendencias vitales en busca de la felicidad o el equilibrio emocional se han tornado en los últimos años, mientras que antes solían llegar desde Oriente y ámbitos más espirituales, ahora están de moda estilos de vida más europeos, centrados en huir del estrés, mediante el disfrute de los pequeños placeres de la vida, como el hygge danés, o una mayor conciencia ecológica y anticonsumista –como en el lagom sueco–, o como el niksen holandés, que llega ahora con fuerza para desvelarnos las ventajas de ‘no hacer nada’. Te contamos en qué consiste, los beneficios que puede aportarte la inactividad consciente y cómo ponerla en práctica.
La palabra niksen proviene de ‘niks’ que en holandés significa ‘nada’, y es que esta tendencia se basa en eso, en el arte de no hacer nada. Si bien hace siglos para los holandeses aquellos que se rendían al niksing —esto es, a no hacer nada útil— eran tachados de vagos e inútiles, en la actualidad, inmersos en una vida acelerada que nos arrasa física y emocionalmente, el término está resurgiendo cargado de connotaciones positivas, y encontrar momentos para parar y no hacer absolutamente nada se ha convertido en algo valioso y necesario. Por tanto, no se trata de estar tumbado a la bartola así sin más, sino que se trata de un estado de inactividad consciente, un dejar de ‘hacer’ para empezar a ‘ser’.
Este estilo de vida aboga por pararse un rato cada día e invertir las energías en, por ejemplo, mirar por la ventana de manera despreocupada o colocarse en la postura de yoga Savasana –que es tumbado boca arriba simplemente respirando–. Según explica Annette Lavrijsen en su libro ‘Niksen: el arte neerlandés de no hacer nada’, adoptar esta filosofía en el día a día es fácil y esencial para cuidar de nosotros mismos.
Todo esto va en contraposición a la cultura del estar siempre activo y apuesta por ponerse a uno mismo como prioridad, alejándose de la vorágine del estrés y del trabajo para poder mejorar cada día consiguiendo un equilibrio beneficioso y necesario.
Beneficios del niksen en la ajetreada vida diaria
Pero sacar algo de tiempo cada día para no hacer nada tiene beneficios para la salud. Según Annette Lavrijsen, practicar el método niksen nos puede servir para relajarnos, combatir el estrés, reajustar las prioridades, así como para impulsar la creatividad, la productividad y mejorar el estado de ánimo. “Cuando nos habituamos a tomarnos un momento para descansar, aumentan las probabilidades de convertirnos en personas más felices, padres más relajados, trabajadores más eficientes y mejores amigos”, explica la autora.
- Más energíaLos pequeños descansos se recarga el cuerpo y la mente y esto permite tener más energía y una mayor productividad.
- Cerebro más sanoLa ocupación constante del cerebro en acciones hace que disminuya la capacidad de atención, razonamiento y memoria, según Lavrijsen, un cerebro sano requiere un descanso para repararse.
- Eficiencia óptimaAl pararse a reflexionar se mejora la concentración, lo que se traslada a una mayor eficiencia en el terreno laboral y personal.
- Más autoconcienciaSacar un rato para dedicarte ayuda a darse cuenta de qué cosas son realmente importantes para uno mismo, por eso, no malgastes tiempo y energía en tareas que no tienen ningún valor, minimiza tu agenda.
- Menos problemas de saludEl estrés puede conllevar problemas de salud, sin contar los malos hábitos alimenticios, sedentarios… relacionados. Por eso, el tiempo niksen cada día reduce el agotamiento y el riesgo de desarrollar otros problemas de salud.
- Descanso reparadorAñadir descansos para no hacer nada durante el día, el cuerpo se relaja y reduce sus niveles de estrés. Esto ayuda a mejorar el sueño y conseguir un buen descanso nocturno.
- Practica el minfulnessEl mindfulness no es una corriente dentro del niksen, pero se puede practicar durante los momentos de descanso o inactividad. Practícalo sin restricciones y de una manera libre, por ejemplo, cualquier postura te vale, no hace falta que estés sentado para meditar.
Cómo practicar el niksen en tu día a día
Si te han convencido los beneficios del niksen, te vamos a explicar como puedes implementar pequeñas pausas en tu vida cotidiana e integrarlo en tus rutinas vitales, tanto a nivel profesional como en el hogar:
- Encuentra tu momento: lo primero que tienes que haces es gestionar mejor tus horas del día y encontrar un hueco, o varios, para poder estar inactivo conscientemente. No esperes al fin de semana o las vacaciones, como apunta Annette “rasca tiempo de tu horario: empieza por tomarte un descanso de 5 minutos (sí, eso también incluye dejar a un lado tus aparatos electrónicos) y ve aumentándolo poco a poco hasta alcanzar la media hora, la hora completa o incluso una tarde entera”.
- Fuera culpas: es normal que en la práctica del niksen sean muchos los que te digan que no hacer nada es sinónimo de inutilidad, pereza o egoísmo, ignórales, permítete no hacer nada sin remordimientos, recuerda que, como hemos explicado, tiene grandes beneficios.Sin interrupciones: un hábito para toda la vida, eso es lo que debe suponer el niksen para ti, fija un momento al día para practicarlo y que nada ni nadie lo interrumpa, puedes apagar el móvil o ponerlo en modo avión para conseguirlo. La relajación activa y pasiva ayudarán a que tu mente se suelte y divague, tal y como explica Anette en su libro, deja que todo fluya.
- Crea un ambiente propicio: los holandés tienen un término para esto también; gezelligheid, que viene a ser sinónimo de un ambiente acogedor y cálido, que lo que aplicado al niksen puede ser desde llegar a casa, encender velas y poner jazz o sentarse en un banco en un jardín a dejar viajar la mente.
- En su justa medida: eso sí, tampoco vale buscar la excusa del niksen para no atender las obligaciones diarias o para dar evasivas. El truco está en que la práctica sea algo breve y frecuente. Recuerda que no hacer nada como tal es un tipo de sedentarismo, y tiene repercusiones en la salud, compénsalo con actividad física y una buena alimentación.