Uveítis

Uveítis

8 agosto, 2023 0 Por dropharma_admin

Qué son las uveítis y causas

Las uveítis son inflamaciones de la úvea, que es una de las tres capas concéntricas, pegadas entre sí, que forman el ojo junto a la esclera y la retina:

Esclera: es la capa más externa, de color blanco y opaca, que se ve desde fuera en todo el ojo menos en la córnea, que es trasparente y deja ver el iris y la pupila. Es la capa que protege el interior del ojo y le da consistencia.

  • Retina: es la capa más interna y la parte del ojo que nos permite ver, ya que envía las imágenes al cerebro.
  • Úvea: se encuentra entre medias de la esclera y la retina. De forma sencilla, podemos dividir la úvea en dos segmentos: anterior y posterior. El segmento anterior es más fácil de identificar, porque lo forma en su mayor parte el iris y también los cuerpos ciliares, que tienen dos funciones: se encargan de enfocar las imágenes al estirar o relajar el cristalino, y además secretan el humor acuoso, un líquido que rellena la parte anterior del ojo y nutre la esclera. Al segmento posterior de la úvea se le conoce como coroides, y está repleta de vasos sanguíneos que facilitan el metabolismo de la retina; contiene además el epitelio pigmentado que, como los melanocitos en la piel, detiene los rayos luminosos del exterior.
  • Causas de uveitis
  • Las causas por las que se produce una uveítis son diversas, y en muchos casos ni siquiera se conoce su origen, pero las más frecuentes son:

Incluso aunque se conozca la causa, los mecanismos por los que aparece una uveítis no están del todo claros.

Tipos de uveítisHay dos tipos de uveítis, dependiendo de la zona de la úvea que se encuentre afectada. La inflamación puede ocurrir también en toda la úvea –lo que se conoce como panuveítis–, pero si se produce en uno de los dos segmentos, se distinguen dos tipos de uveítis: uveítis anterior y uveítis posterior. En ocasiones, a las uveítis posteriores se les llama erróneamente retinitis. También puede ser que la uveítis aparezca de forma aguda, súbita y con mucho dolor, o de forma crónica, poco a poco, dañando más la visión, y formando granulomas o cicatrices dentro del ojo.

Uveítis posteriores: síntomas, diagnóstico y tratamiento

Las uveítis posteriores suelen ser crónicas, y además la coroides está en contacto íntimo con la retina, por ello no aparece dolor con tanta frecuencia. Veamos sus síntomas característicos, cómo se diagnostican, y cuál es su tratamiento.

Síntomas de uveítis posteriorLos síntomas principales de las uveítis posteriores son visuales. Las personas que la padecen comienzan a ver miodesopsias -más conocidas como ‘moscas volantes’- en exceso, aunque se trata de un fenómeno que, puntualmente, también aparecen en ojos sanos. Otra característica que se puede apreciar en estos pacientes es que su agudeza visual disminuye, es decir, su capacidad de distinguir objetos o leer carteles a cierta distancia empeora.

Diagnóstico de uveítis posterior

El oftalmólogo realizará un fondo de ojo, una técnica que permite ver el interior del ojo y la superficie de la retina a través de la pupila. En las uveítis posteriores se observará que el interior del ojo es turbio y la superficie retiniana está llena de manchas blancas y amarillas, todo ello producto de la inflamación y sus desechos. Además, hay inflamación de los vasos sanguíneos y alrededor de ellos (parecen estar envueltos en membranas). Esta inflamación de la coroides abomba además la retina y se facilita el desprendimiento de retina de tipo exudativo.

Una vez que se determina la presencia de una uveítis posterior, se debe realizar un diagnóstico etiológico, es decir, identificar la causa de esta inflamación, que en este caso suele deberse a una infección bacteriana, vírica o parasitaria.

Tratamiento de la uveítis posteriorLa base del tratamiento de las uveítis posteriores es eliminar la causa si se conoce. De forma secundaria, la inflamación se puede paliar utilizando corticoides o medicamentos que suprimen el sistema inmunológico (por ejemplo la ciclosporina).

Uveítis anteriores: síntomas, diagnóstico y tratamientoLas uveítis anteriores son con más frecuencia agudas. Veamos sus síntomas característicos, cómo se diagnostican, y cuál es su tratamiento.

Síntomas de la uveítis anteriorLos síntomas que caracterizan a las uveítis anteriores son el dolor y que el ojo está en situación defensiva: muchas lágrimas, fotofobia (rechazo a la luz) y blefaroespasmo (párpados cerrados con mucha fuerza). Esto hace que sea difícil explorar correctamente al paciente.Diagnóstico de la uveítis anterior

Cuando una persona presenta los síntomas descritos hay que observar el ojo desde fuera en busca de signos que nos orienten hacia una uveítis aguda, y para ello se utiliza la lámpara de hendidura. El ojo está rojo debido a la inyección ciliar, es decir, al aumento del flujo de sangre local. Pueden aparecer nódulos en la superficie o el borde del iris, que además siempre estará muy contraída, haciendo que la pupila sea muy pequeña. El iris de este modo está en íntimo contacto con el cristalino y la esclera, pudiendo fusionarse con ellos puntualmente a causa de la inflamación (sinequias). Tras la córnea pueden aparecer flotando en el humor acuoso células (fenómeno de Tyndall), que se pueden acumular en la zona más inferior, y provocar lo que se conoce como hipopion (acumulación de leucocitos y sustancias purulentas en la cámara anterior del ojo).

Afecciones que pueden cursar con uveítis posterioresExisten determinadas patologías o infecciones que suelen provocar la aparición de uveítis posteriores, las afecciones más comunes son:

Toxoplasmosis

Citomegalovirus

Candidiasis

Afecciones que pueden cursar con uveítis anterioresExisten determinadas patologías o infecciones que suelen provocar la aparición de una uveítis anterior, las afecciones más comunes son:

Espondilitis anquilosanteLa espondilitis anquilosante es una enfermedad autoinmune que afecta principalmente a las articulaciones de los varones jóvenes. Es la causa conocida más frecuente de uveítis anterior; por ello, ante toda uveítis anterior se debe descartar una espondilitis anquilosante con una radiografía de la pelvis, ya que las primeras articulaciones en afectarse son las sacro-ilíacas. El motivo por el que se desencadena la uveítis no es conocido, pero se asocia más al grupo genético HLA-B27+, que interviene en el funcionamiento del sistema inmune.

Artritis crónica juvenilSe trata de otra enfermedad autoinmune, que en este caso es la causa de uveítis anterior más frecuente en la infancia, después de las uveítis por causa desconocida. Ocurre principalmente en el subtipo oligoarticular, es decir, en las situaciones donde se afectan pocas articulaciones. En este caso, la uveítis anterior no es aguda, es crónica, y generalmente con pocos síntomas, por lo que puede pasar inadvertida y que el paciente llegue a desarrollar ceguera. La artritis oligoarticular asociada a problemas en los ojos es más prevalente en niñas menores de siete años. Por este motivo, a las niñas que sufren esta enfermedad se le realizan controles oftalmológicos cada 3-6 meses hasta los 16 años, ya que después la enfermedad suele desaparecer. Se asocia a la aparición en sangre de autoanticuerpos ANA+, que también están presentes en el lupus y en las hepatitis autoinmunes.

Síndrome de ReiterEl síndrome de Reiter es bastante frecuente en la población. Sucede cuando tras una infección digestiva o sexual el sistema inmune reacciona contra el microorganismo causante y, al mismo tiempo, contra diferentes órganos de nuestro cuerpo. Los órganos más afectados son las articulaciones, la uretra y el ojo. Aunque lo más frecuente es que aparezca una conjuntivitis, también puede desencadenarse una uveítis anterior, sobre todo si el afectado es un varón joven con HLA-B27+. Se tratan los síntomas aislados, ya que el síndrome remite poco a poco sin necesidad de medicación específica.

La enfermedad de Behçet forma parte de un grupo de enfermedades denominadas vasculitis. En estas enfermedades se afectan los vasos sanguíneos, en el caso del Behçet los pequeños capilares. Se caracteriza por la aparición de aftas en la mucosa de la boca y en los genitales, y por la afectación de la úvea. La uveítis anterior es lo más característico de esta enfermedad, aunque la panuveítis es más frecuente. El tratamiento es sintomático, pero en este caso la enfermedad no remite y los brotes aparecen de forma irregular durante toda la vida.

La sarcoidosis en una enfermedad autoinmune que afecta principalmente a varones de raza negra y daña esencialmente a los pulmones. Sin embargo, hay formas de presentación menos frecuentes como la tríada de Heerfordt: uveítis anterior, fiebre y parotiditis o paperas. En este caso, las afectadas son mujeres jóvenes y la uveítis anterior es crónica, apareciendo muchos granulomas que, depositados en el iris, dan aspecto de “grasa de carnero”.