Síndrome de malabsorción de la fructosa

Síndrome de malabsorción de la fructosa

16 diciembre, 2021 0 Por dropharma_admin

La fructosahidrato de carbono de absorción rápida que consta de una sola molécula y, por tanto, no es necesario digerir, está presente en nuestra dieta de forma diaria. A través de frutas y miel, por ejemplo, en su forma liberada y, unida a la glucosa, forman sacarosa que es la forma de denominar al azúcar común. Así que, todos los productos azucarados también contienen fructosa, una vez que se separa de la glucosa y queda libre.

Tanto el síndrome de malabsorción de la fructosa como la intolerancia hereditaria a la fructosa (fructosemia) están relacionadas con el mismo nutriente y, sin embargo, son dos procesos totalmente diferentes. Tanto en el mecanismo por el que el proceso falla (uno es digestivo y otro metabólico), como por los síntomas, los umbrales de tolerancia o la gravedad de la dolencia. Por este motivo, es recomendable tener muy claros ambos procesos y no confundirlos.

En este artículo, nos centraremos en explicar qué es, qué síntomas produce y cómo solucionar la malabsorción de la fructosa.

Qué es el síndrome de malabsorción de la fructosa

El síndrome de malabsorción de la fructosa se produce por la carencia de suficientes receptores en la mucosa intestinal que transporten este azúcar y atraviesen la pared hacia el interior. En este caso, el exceso de fructosa que no se absorbe sigue avanzando por la luz intestinal hacia el colon. Allí reacciona con la probiota intestinal dando como resultado gases que provocan flatulencias, dolor y distensión abdominaldiarrea, malestar, etcétera.Si esta situación se prolonga en el tiempo o es muy aguda, se pueden ocasionar deficiencias en otros nutrientes que son arrastrados en el intestino y provocar retraso en el crecimiento de los niños.El porcentaje de población que sufre este proceso es muy variable, ya que puede haber casos muy leves sin apenas síntomas y sin diagnosticar, frente a otros más severos en cuanto a mayor restricción en cantidad de fructosa que se puede tomar. El grado de tolerancia es siempre individual y depende del número de receptores intestinales que se posean.

El síndrome de malabsorción de la fructosa es una alteración digestiva en la que se producen dificultades en la absorción de la fructosa desde el intestino hacia el interior del organismo. En esta situación, parte de la fructosa consumida por la persona queda en el tubo digestivo y va avanzando por el mismo hacia el final arrastrando a su paso otros nutrientes.

Mientras que, por otra parte, la intolerancia hereditaria a la fructosa o fructosemia constituye uno de los llamados errores innatos del metabolismo relacionado con los hidratos de carbono. Es precisamente en el metabolismo de la fructosa donde se produce la carencia de una enzima y, al no poder continuar la ruta metabólica, se acumulan unos productos intermedios que pueden llegar a resultar tóxicos para el organismo.

Alimentos implicados en la malabsorción de fructosa

Los alimentos que contienen fructosa libre en su composición y, por tanto, mayor implicación tienen en el desarrollo de la malabsorción son: frutas, miel, dulce de membrillo y alcohol.

También existen algunos elementos en la dieta que pueden mejorar o empeorar la captación de fructosa por parte de los receptores intestinales implicados en la tolerancia a la fructosa. Por ejemplo, si en la dieta también hay glucosa, el número de moléculas que pueden transportar la glucosa y fructosa aumenta. Esto se traduce en que aumenta la absorción y, por tanto, aumenta la tolerancia hacia la fructosa. Por ejemplo, una manera de tomar conjuntamente fructosa y glucosa es en forma de sacarosa. Así el contenido de fructosa de la dieta sin que provoque sintomatología puede ser mayor.

En cambio, otro elemento como el sorbitol, usado ampliamente como aditivo en muchos productos denominados “sin azúcar”, utiliza los mismos receptores que la fructosa y ambas moléculas han de competir por ellos. De esta manera, en presencia de sorbitol, la absorción de fructosa se reduce. Por tanto, también es conveniente controlar el sorbitol en caso de malabsorción de fructosa.

Los alimentos que contienen sorbitol son principalmente productos “sin azúcar” especiales para diabéticos, golosinas, chicles y fármacos que lo llevan como aditivo. En estos casos, la vigilancia de los etiquetados se hace imprescindible. Para que te fijes, el sorbitol en etiquetas aparece como (E-420).Por todo ello, hay que controlar individualmente la cantidad de fructosa para que no exceda la tolerancia y no se produzcan síntomas, pero tampoco hay que eliminar sin justificación este azúcar y no tomar frutas ni verduras con el consiguiente déficit de vitamina Cácido fólicofibra dietética, etcétera.Te ofrecemos una tabla de contenido de fructosa de las principales frutas y verduras y otros elementos que contienen este azúcar. Siempre que se sospeche esta dolencia, sería conveniente ser diagnosticado con rigor y ponerse en contacto con un profesional de la nutrición. Este cuadro es únicamente orientativo para eliminar, en primer lugar, los alimentos de elevado contenido durante un periodo donde se erradique la sintomatología, e ir introduciéndolos poco a poco y en cantidades muy limitadas. El dietista-nutricionista es la persona adecuada para dirigir el proceso de normalización de la dieta con el fin de que no se padezcan repercusiones negativas a nivel digestivo ni en el estado nutricional.

Grupo de alimentosContenido muy bajo o bajo en fructosa (1-3g en 100 g de parte comestible)Contenido medio-alto de fructosa (>3g en 100 g de parte comestible)
FrutasAguacate, albaricoque fresco, coco, mandarina, melocotón, melón, naranja, nectarina, papaya, piña, pomelo, sandía, tomateAlbaricoque seco, arándano, caqui, cereza, ciruela pasa, chirimoya, dátil, fresa, frambuesa, granada, grosella, higo seco, kiwi, mango, manzana, melocotón seco, membrillo, mora, pera, plátano, uva, zumo de naranja
Verduras y hortalizasAcelga, alcachofa, ajo, apio, berenjenaberrobrócoli, champiñón, col, coliflor, espinaca, escarola, espárrago, lechuga, patata, pepino, puerro, rábano, remolacha, repollo, seta 
LegumbresGuisante, garbanzo, haba, lenteja 
Frutos secosAlmendra, avellana, cacahuete, castaña, piñón 
CerealesCereales sin mielCereales con miel
Alimentos protéicosCarne, pescado, huevo, lácteo 
GrasasAceite vegetal, grasa 
Alimentos dulces Chocolatejalea real, miel, mermelada, dulce de membrillo. Alimentos especiales para diabéticos “sin azúcar”
Vários Alcohol