Drenaje linfático, un aliado de tu salud y belleza

Drenaje linfático, un aliado de tu salud y belleza

29 abril, 2024 0 Por dropharma_admin

cuidar la salud y mejorar nuestro aspecto es posible con el drenaje linfático. Un 2×1 que hacen a este clásico de los centros de belleza uno de los tratamientos estéticos más demandados. Aunque gran parte de las personas asocian el drenaje linfático a uno de los tratamientos más tradicionales en el mundo de la estética, la verdad es que esta terapia ofrece un amplio abanico de posibilidades para beneficiar también la salud. Una vez más, la salud y la estética pueden ir juntas de la mano.

El drenaje linfático es un procedimiento terapéutico que se utiliza para estimular y mejorar el flujo de la linfa, un líquido claro que circula a través del sistema linfático del cuerpo. 

Qué es el drenaje linfático

Es mucho lo que se ha escrito y estudiado acerca del drenaje linfático desde que en 1932 el médico danés Emil Vodder, junto con su esposa, lo desarrollara con el objetivo de tratar de ayudar al organismo a depurarse, eliminando para ello los desechos que él mismo produce. Y es que el sistema linfático, sobre el que se basa este tipo de drenaje –de ahí su nombre–, es una pieza fundamental en el ser humano, ya que funciona como complemento al trabajo realizado por el sistema circulatorio y el inmunológico; se encarga de drenar el plasma sobrante tras los diferentes procesos celulares y, además, actúa como filtro para eliminar cierto tipo de residuos que pueden acabar perjudicando al organismo.

El drenaje linfático es un procedimiento terapéutico que se utiliza para estimular y mejorar el flujo de la linfa, un líquido claro que circula a través del sistema linfático del cuerpo. 

Qué es el drenaje linfático

Es mucho lo que se ha escrito y estudiado acerca del drenaje linfático desde que en 1932 el médico danés Emil Vodder, junto con su esposa, lo desarrollara con el objetivo de tratar de ayudar al organismo a depurarse, eliminando para ello los desechos que él mismo produce. Y es que el sistema linfático, sobre el que se basa este tipo de drenaje –de ahí su nombre–, es una pieza fundamental en el ser humano, ya que funciona como complemento al trabajo realizado por el sistema circulatorio y el inmunológico; se encarga de drenar el plasma sobrante tras los diferentes procesos celulares y, además, actúa como filtro para eliminar cierto tipo de residuos que pueden acabar perjudicando al organismo.

Sin embargo, a diferencia del sistema circulatorio, el linfático no cuenta con una potente bomba como es el corazón para mover por el cuerpo la linfa, por lo que, en ocasiones, una ayuda externa, como el drenaje linfático, es un refuerzo muy importante. Cuando la contracción de los músculos, las contracciones peristálticas y las pulsaciones de ciertas arterias cercanas no son suficientes para que el sistema linfático funcione correctamente, las manos de un buen profesional o ciertas máquinas preparadas para ello son la mejor ayuda para que la linfa pueda viajar por nuestro cuerpo sin complicaciones.

Así pues, el drenaje linfático, siempre que así lo recomiende un especialista, puede ser utilizado como ayuda en el abordaje de afecciones que afectan el sistema linfático, como linfedema, para reducir la hinchazón y mejorar el flujo de la linfa en las áreas donde se haya acumulado el líquido linfático. También en ciertos posoperatorios, para reducir la hinchazón, mejorar la cicatrización y promover la circulación linfática en el área afectada.Y también, el drenaje linfático puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y el drenaje de líquidos en el cuerpo, lo cual puede ser beneficioso para personas con problemas de retención de líquidos, piernas hinchadas o sensación de pesadez en las extremidades.Tanto por razones médicas como estéticas, desgraciadamente el drenaje linfático no está recomendado para todo el mundo. Aunque, por supuesto, es el médico especialista el que debe determinar cada caso y sus indicaciones, algunas de las contraindicaciones más habituales se refieren a pacientes que atraviesan procesos de cáncer, a los que tienen problemas cardiovasculares severos (infarto de miocardioangina de pechoinsuficiencia cardiacatrombosis…), alteraciones de la tensión sanguínea (tanto hipertensión como hipotensión), ciertas enfermedades de la piel, o descompensaciones de la glándula tiroideaEn todo caso, por supuesto el drenaje linfático debe ser realizado por un profesional capacitado, como un terapeuta de masaje especializado en drenaje linfático o un fisioterapeuta. Ellos utilizarán técnicas suaves de masaje y movimientos específicos para estimular el flujo de la linfa en el cuerpo.

Tipos de drenaje linfáticoEl drenaje linfático cuenta con dos modalidades bien diferenciadas. La principal de ellas y la más recomendada por los propios especialistas es, según Erika Pérez, experta en terapias corporales, el drenaje linfático manual, en el que “una persona entrenada será la que, gracias a un trabajo manual intenso, sea la encargada de conseguir que el tratamiento llegue a buen puerto”. Y por otro lado tendríamos el drenaje linfático mecánico, mediante aparatos preparados para ellos. Aunque hay alguna otra modalidad como veremos.

Drenaje linfático manual

El drenaje linfático manual (DLM) es el tipo más conocido y utilizado de drenaje linfático. Se realiza a través de movimientos suaves y rítmicos de las manos sobre la piel, siguiendo el flujo natural de la linfa. El DLM se realiza en diferentes partes del cuerpo para estimular la circulación linfática y reducir la hinchazón. 

Se trata de un tipo de masaje muy particular, por lo que quien lo realice no sólo debe tener formación y experiencia en el trabajo con los grupos musculares, sino también con el sistema linfático. En el drenaje linfático manual, el especialista realizará una serie de maniobras lentas, indoloras, que recuerdan en muchas ocasiones a un masaje convencional

Empleo de trajes de drenaje linfático

Otro tipo de drenaje linfático es el denominado como asistido, que se realiza a través de la ayuda de determinadas máquinas o dispositivos mecánicos especialmente diseñados para conseguir este efecto, como botas de compresión o mangas de presión, para aplicar presión secuencial en diferentes áreas del cuerpo para conseguir reactivar el flujo de la linfa a través de los vasos linfáticos. Estos dispositivos inflan y desinflan de manera controlada, lo que ayuda a mover la linfa y estimular la circulación linfática. Uno de los más populares es el “pantalón” especial que se usa en la presoterapia y cuya finalidad es, precisamente, la de contribuir a que el paciente mejore su sistema linfático.

El uso de trajes de drenaje linfático es muy cómodo porque el trabajo de movimiento de la linfa lo hace una máquina sin apenas esfuerzo del especialista, pero su efectividad es mucho menor que el clásico drenaje, por lo que el paciente debe valorar la relación calidad-precio entre el tratamiento manual y el asistido”, manifiesta Erika Pérez.

Drenaje linfático por ultrasonido

Se emplea un dispositivo de ultrasonido de baja frecuencia para emitir ondas sonoras que estimulan el flujo de la linfa. El ultrasonido puede ayudar a romper los bloqueos o adhesiones en los vasos linfáticos y promover una mejor circulación linfática. El procedimiento de drenaje linfático por ultrasonido involucra la aplicación del cabezal del dispositivo de ultrasonido sobre la piel en las áreas específicas donde se requiere estimular la circulación linfática. Las ondas sonoras generadas penetran en los tejidos y tienen efectos mecánicos y térmicos en el sistema linfático.

Drenaje linfático combinado con masaje terapéutico

En algunos casos, se puede combinar el drenaje linfático con técnicas de masaje terapéutico para tratar problemas específicos, como tensiones musculares, dolor crónico o trastornos de la circulación.

Es importante destacar que el tipo de drenaje linfático utilizado puede variar según la condición del paciente, la ubicación del problema y las preferencias del terapeuta. Cada tipo de drenaje linfático tiene sus propias características y beneficios, por lo que es recomendable buscar un terapeuta especializado en drenaje linfático que pueda evaluar tu situación y determinar el enfoque más adecuado para ti.

Beneficios del drenaje linfático

los beneficios del drenaje linfático son numerosos y, como hemos detallado en los apartados anteriores, este tipo de tratamiento favorece tanto la salud como la belleza. El drenaje linfático tiene como principal objetivo contribuir a que el organismo pueda protegerse mejor y a que elimine de una manera más efectiva los desechos que origina de forma natural.

No obstante, los efectos del drenaje linfático son más completos, según explica el Instituto Superior de Medicinas Tradicionales de Barcelona (ISMET). Así, además del propio trabajo drenante, que también consigue una vasoconstricción de los capilares sanguíneos, los movimientos que se producen durante el tratamiento tienen también un efecto sedante, por lo que es ideal para las personas que sufren estrés o ansiedad e, incluso, para aquellas que atraviesan procesos agudos de dolor. Precisamente ese trabajo que se realiza en todo el cuerpo hace que se produzca una relajación muscular, lo que consigue un reequilibrio de toda la masa muscular y un aumento de la movilidad intestinal.

Los beneficios del drenaje linfático para la belleza han provocado que el campo de la estética haya sido uno de los que más ha desarrollado esta técnica, ya que sus efectos mejoran la imagen de los pacientes y ayudan a incrementar los efectos de otro tipo de tratamientos estéticos asociados. En este sentido, una liposucción va, casi siempre, asociada a un tratamiento de drenaje linfático, que ayudará a eliminar la grasa sobrante tras la cirugía.

Uno de los objetivos principales para los que se usa el drenaje linfático es para la lucha contra la celulitis, la piel de naranja y los depósitos grasos, aunque también es muy interesante su empleo para aquellas personas que sufren pesadez de piernas, hinchazón en las extremidades inferiores (en verano por el aumento de las temperaturas, por el embarazo, por retención de líquidos asociada a ciertas enfermedades, etcétera).

Otras indicaciones estéticas son la atenuación tanto de las arrugas como de las bolsas debajo de los ojos, así como para realizar una limpieza de las capas más profundas de la piel. Como terapia antiestrés, también tiene sus adeptos.

Tratamiento de drenaje linfático ógicamente, la idoneidad o no de someterse a un tratamiento de drenaje linfático es algo que debe valorar un especialista, una vez haya sopesado los pros y los contras con el propio paciente. Además, en caso de padecer alguna patología grave, será finalmente el médico especialista el encargado de determinar si esa persona es apta o no para someterse a este tipo de terapia.

Dependiendo del objetivo final de la terapia y del grado de incidencia de la problemática del paciente (por ejemplo, no es lo mismo cada tipo de celulitis), el tratamiento de drenaje linfático deberá ser más intenso y duradero. En este sentido, lo ideal es, como mínimo, someterse a unas diez sesiones, aunque el número puede aumentar para pacientes que lo necesiten; en muchos casos, será a partir de la sexta sesión cuando se empiecen a ver los resultados.

“Siempre hay que valorarlo antes, y a medida que se vaya viendo cómo está resultando el tratamiento, pero lo normal son unas 2-3 sesiones semanales al principio, para luego pasar a un mantenimiento de una sesión semanal e, incluso, quincenal”, explica Erika Pérez.

La duración ideal de cada sesión de drenaje linfático también varía en función de cada paciente. “Una sesión de drenaje linfático asistido dura unos 30 minutos, pero lo mejor es combinarlo con un masaje manual hasta completar la hora de tratamiento”, señala la especialista en terapias corporales, quien recuerda que, en los drenajes manuales, el especialista puede incidir en los puntos más problemáticos “haciendo el masaje más personalizado y eligiendo complementos como cremas o ampollas específicas para potenciar los efectos”. Es posible, incluso, que haya sesiones que alarguen su tiempo hasta las dos horas cuando realizan un tratamiento pormenorizado y manual de todo el sistema linfático. El precio de la sesión de drenaje linfático varía dependiendo del centro de estética, del tipo y de la duración, pero la gran mayoría de ellos ofrecen abonos de 10 o 20 sesiones, perfectos para poder completar un tratamiento.