Alerta con la movilidad corporal

Alerta con la movilidad corporal

20 noviembre, 2019 0 Por Galina Oyarzun
Al tratarse de los sistemas óseo y muscular, que permiten la movilidad en el ser humano, es imprescindible abordar las enfermedades más comunes que aquejan a estas partes del cuerpo. El traumatólogo y ortopedista Hugo Villarroel Rovere, médico y director del posgrado de Traumatología y Ortopedia del Hospital Alcívar, señala que a lo largo de la vida del hombre pueden irse evidenciando las afecciones.

“En los niños menores de 2 años es frecuente el codo de la niñera o subluxación de la cabeza del radio, generalmente por la tracción que hace la madre o la niñera al alzar al pequeño”. Se manifiesta por el llanto permanente, más aún al tratar de tocarle el codo o el brazo del niño.

En escolares es frecuente la fractura supracondilea del codo, causada por caídas con apoyo palmar; cuando ocurre, el niño manifiesta mucho dolor y muy evidente el aumento de volumen del codo por el edema y la deformidad. El traumatólogo Santiago Revelo, especialista de Aprofe, expresa que el raquitismo es una enfermedad propia de la infancia, producida por la falta de calcio y fósforo y por una mala alimentación, que se caracteriza por deformaciones de los huesos que se doblan con facilidad y debilidad del estado general. Para prevenirla deben ingerirse alimentos con vitamina D y exponerse a cantidades moderadas de luz solar. Añade que “cuando el raquitismo se presenta en la niñez, afectan las placas epifisarias de crecimiento, se provocan deformaciones óseas, dolor óseo, convulsiones y retraso en el desarrollo motor”.

Indica además que cuando ocurre en la adultez se genera osteomalacia, que es el reblandecimiento de los huesos por una carencia de calcio que contribuye a mantenerlos duros y disminuye la resistencia del hueso, predisponiéndolo a las fracturas. A menudo estos pacientes presentan dolores osteomusculares aun sin fracturas evidentes.

Sus síntomas son: retraso en el crecimiento, debilidad muscular, dolor en los huesos de la columna vertebral, la pelvis y las piernas y piernas arqueadas (curvas) o deformes.

Tendinitis:

Villarroel asegura que en los adolescentes, por la sobrecarga y exigencia en la práctica deportiva, son frecuentes las tendinitis ya sea del codo, del polo superior de la rótula y a nivel del calcáneo (hueso que forma el talón del pie), donde se inserta el tendón de Aquiles. Se aconseja calentar, estirar, hacer el deporte y al finalizar otra vez estirar. El especialista también comenta que algo frecuente en adolescentes que están en crecimiento y practican deportes es el Osgood Schlater, osteocondritis o inflamación del cartílago de crecimiento sobre la tuberosidad anterior de la tibia, debido a la tracción repetitiva del tendón patelar que se inserta en el sitio. La atención requiere parar la actividad deportiva, inmovilización y ejercicios isométricos del cuádriceps.Asimismo, afirma que “en personas mayores de 50 años es frecuente la artrosis de rodilla y de la columna por la degeneración y desgaste articular que se provoca por el paso del tiempo y agravado por factores predisponentes principalmente el aumento de peso u obesidad y los deportes de impacto”.

Artrosis:

Revelo asimismo enfatiza que la osteoartritis, osteoartrosis o artrosis es una enfermedad articular degenerativa que se diagnostica con la clínica y con exámenes de imágenes como RX, TAC, entre otras.

El síntoma primordial es el dolor crónico, que empeora con la actividad, especialmente al inicio, y mejora con el reposo, suele ser diurno, progresa con el tiempo y en fases tardías el dolor se presenta incluso con el reposo nocturno.

Para tener mejor salud y evitar o prevenir las enfermedades del sistema óseo, recuerda el doctor, es conveniente tener una buena alimentación y realizar ejercicios de forma constante y adecuada. La dieta debe contener cantidades suficientes de calcio y vitamina D.

La osteoporosis:

Es una enfermedad del hueso que se caracteriza por una menor resistencia de este, refiere el traumatólogo Santiago Revelo. Existen hábitos de vida que pueden ayudar a mejorar la calidad del hueso como el adecuado consumo de calcio, el ejercicio físico y no fumar. La vitamina D es una sustancia fundamental para el hueso. Para su diagnóstico se vale de una densitometría mineral ósea (DMO).

Sus síntomas son dolor de espalda, causado por la fractura o el colapso de una vértebra; pérdida de estatura con el transcurso del tiempo; postura encorvada, fractura de un hueso que se produce mucho más fácilmente de lo previsto.

El especialista Hugo Villarroel Rovere comenta que en mujeres ancianas son frecuentes las fracturas de origen osteoporótico en cadera, columna y muñeca por fragilidad ósea. La mujer luego de la menopausia tiene un desbalance hormonal por la falta de estrógenos, y esto también provoca descalcificación del esqueleto (osteoporosis) y por lo tanto fragilidad ósea y tendencia a las fracturas con traumas leves. Lo mejor es realizar prevención de la osteoporosis luego de la menopausia (terapia hormonal, dieta rica en calcio, recibir los rayos del sol y hacer ejercicios). En las ancianas diagnosticadas ya con osteoporosis realizar prevención de caídas, chequeando y mejorando su visión, quitando obstáculos en el área por donde caminan, fortaleciendo los músculos de las piernas para que tengan mejor equilibrio y reflejo. (M.W.Y.)