Alergia a cereales

Alergia a cereales

27 junio, 2023 0 Por dropharma_admin

Qué es la alergia a los cerealesLa alergia alimentaria al grupo de los cereales es una sensibilización por parte de nuestro sistema defensivo ante algún componente, normalmente proteico, presente en este grupo de alimentos y que nuestro organismo interpreta como perjudicial. Ese mismo compuesto, para la mayoría de las personas es inocuo y no provoca ninguna reacción. De este modo, cuando el sistema inmunológico, que es quien se encarga de la defensa, detecta algún componente de los cereales que considera peligroso, se desencadenan una serie de reacciones en nuestro cuerpo destinadas a luchar y enfrentarnos contra esa “proteína potencialmente nociva”.El cereal que mayor cantidad de reacciones alérgicas alimentarias provoca es el trigo, especialmente durante la infancia y en zonas o países donde su consumo está muy extendido. Es uno de los motivos por los que se recomienda no introducir los cereales en la dieta del bebé hasta los 5-6 meses. En la edad adulta, el cereal con mayor porcentaje de personas alérgicas es, en cambio, el arroz.También pueden provocar reacciones alérgicas otros cereales convencionales como la avena, el maíz, el centeno o la cebada. La espelta y el sorgo puede provocar reacciones alérgicas con menor probabilidad, además estas sensibilizaciones tienden a desaparecer a partir de los cinco años. En cambio, el mijo rara vez produce reacciones.

En cuanto al trigo sarraceno y la quinoa, que realmente no son cereales como tal pero sus harinas o granos se utilizan de manera similar, son poco propensos a provocar alergias, así como las semillas de teff. Sin embargo, el bulgur, que es un derivado del trigo, posee una parecida capacidad alergénica a su cereal de origen. A pesar de todo, ninguno de estos cereales, derivados o sucedáneos está exento de producir alguna sensibilización.

Algunas personas sufren alergia a un solo tipo de cereal o a varios y otras personas pueden padecer a todo el grupo, aunque este caso es menos probable.Como dato curioso se puede comentar que el centeno, el trigo y la cebada son plantas gramíneas que también provocan alergia respiratoria en muchas personas.

Características de la alergia a cerealesLa alergia a los cereales no significa lo mismo que la enfermedad celíaca, donde también hay una sensibilización ante una proteína de algunos de ellos, pero no se desencadenan las mismas reacciones mediadas por inmunoglobulinas.Los componentes de los alimentos que, en mayor medida, pueden producir reacciones alérgicas suelen ser proteínas y se denominan alérgenos. Actualmente, el tema de la presencia de alérgenos en las comidas y preparaciones destinadas al público está muy controlado y legislado. Ante cualquier duda, todo proveedor debe disponer de la información sobre los alérgenos presentes en los productos que comercializa.

En principio, la reacción alérgica se puede desencadenar ante un mínimo contenido del cereal en el alimento, lo que se denomina traza. Por este motivo se dice que la alergia es cualitativa, no cuantitativa, ya que no importe cuánta cantidad se ingiere para provocar la reacción adversa.

En muchos casos, la alergia alimentaria a los cereales va remitiendo desde la niñez y, a partir de los cinco o seis años, puede haber desaparecido. Si se mantiene a partir de esta edad, lo habitual es que se mantenga de por vida.  

Síntomas de la alergia a los cerealesLa sintomatología que presenta un alérgico a los cereales puede comenzar a los pocos minutos tras la ingesta del cereal y se manifiesta con alteraciones dérmicas como enrojecimiento, urticaria, eccemas, picor intenso, sensación de quemazón. También son frecuentes los síntomas digestivos que incluyen dolor y distensión abdominal, nauseas, vómitos o diarrea.Asimismo pueden aparecer problemas respiratorios como picor, estornudos repetidos, mucosidad, lagrimeo, ruidos respiratorios, dificultad en la respiración normal. En el caso concreto de la alergia al trigo se relaciona con un empeoramiento de la dermatitis atópica en los niños.En los casos más graves de alergia puede desencadenarse una reacción anafiláctica que consiste en una alteración generalizada que tiene lugar de forma casi inmediata a la toma del alimento y que afecta, por lo menos, a dos órganos o sistemas del cuerpo. Si no se pone remedio en breve espacio de tiempo, se puede producir la muerte por problemas cardíacos y respiratorios. Lo que se inicia con un picor de pies, manos, nariz y malestar puede desembocar en una bajada de tensión con edemas orales, seria dificultad en la respiración y pérdida de conocimiento. Para evitar eso, las personas alérgicas deberían llevar siempre consigo adrenalina inyectable que mejora la sintomatología. Hay que decir, para conocimiento de los lectores, que los cereales no son los principales alimentos implicados en la producción de anafilaxis.

Como anécdota comentaremos que los cereales están relacionados también con otras manifestaciones clínicas como la denominada ‘enfermedad del panadero’ debida a la inhalación de harinas de cereales al manipular estos productos. En estos casos, se trata de una alergia respiratoria, que suele cursar con cuadros de asma, y no es una alergia alimentaria.

Diagnóstico de la alergia a cerealesUna de las acciones más características del intento del sistema inmune por librarse del peligro que supone para el afectado la ingesta de este alimento es la creación de anticuerpos, en concreto de algunos tipos de inmunoglobulinas, inmunoglobulina E (IgE). La elevación de estos elementos, que puede ser detectada en una analítica sanguínea, contribuye o dictamina en muchos casos al diagnóstico de la alergia alimentaria a los cereales.También existen pruebas cutáneas (prick test) donde se pone en contacto con la piel de la persona afectada pequeñas cantidades de los alimentos a estudio, en este caso, los cereales para comprobar si existe algún tipo de reacción dérmica: abultamiento, enrojecimiento, prurito, etcétera.Sin olvidar las pruebas denominadas de exposición controlada, que se suelen realizar en último término. En este caso, la persona que se quiere diagnosticar debe estar en un centro adecuado y con el personal sanitario requerido para hacer frente a la aparición de alguna reacción alérgica. Aquí el sujeto ingiere mínimas cantidades de los alimentos sospechosos estando bajo supervisión sanitaria estricta para comprobar si se desencadena la sintomatología. Además, es frecuente realizar análisis de sangre para comprobar los valores de inmunoglobulina E (IgE). 

Tratamiento de la alergia a cerealesEl tratamiento de la alergia a los cereales consiste en una dieta de exclusión del cereal o cereales implicados (trigo, arroz…). Esto, que parece fácil a primera vista, se convierte en un arduo trabajo de observación e investigación sobre los ingredientes de los alimentos, especialmente en las etapas iniciales. Hay que tener en cuenta especialmente que algunos cereales pueden estar camuflados en alimentos o productos que, en principio, inducen a pensar que no los contienen.Como los cereales son la base energética de nuestra alimentación y están recomendados en todas las tomas, no es posible eliminarlos de la dieta sin realizar ninguna sustitución. Si la alergia es a un único cereal, se tomarán los demás de manera que se cubra el consumo del primero. Si la alergia afecta a un grupo importante de cereales, algunos alimentos que pueden sustituir parcialmente a este grupo son los tubérculos, como la patata, y las legumbres, aunque en estas el contenido proteico sea más elevado.

En todo caso, las personas que padezcan alergia a los cereales o los padres de niños diagnosticados, deben tener en cuenta siempre los siguientes consejos preventivos:Es recomendable poner especial atención en la composición de alimentos procesados, empanados, rebozados, con salsas o espesados, que suelen utilizar cereales para obtener estas consistencias.

Leer y entender bien los etiquetados es primordial y, ante la duda de si el cereal está o no presente, no tomarlo.Estudiar detenidamente la composición de las papillas infantiles, ya que su ingrediente esencial son los cereales.Lavarse bien las manos y los utensilios de cocina después de manipular el alimento conflictivo y separarlo del resto para no contaminar los demás.Si ha habido ya alguna reacción alérgica previa, estar muy atento ante cualquier alteración dérmica. Poner en conocimiento de las personas responsables de la alimentación de los niños o adultos alérgicos, la alergia padecida en todos los ámbitos escolares y laborales como el comedor, la escuela infantil, el colegio, el trabajo, etcétera.Igualmente, puede llevarse una chapa o pulsera identificativa que indique el cereal al que se es alérgico.