Megarexia, el lado opuesto a la anorexia

Megarexia, el lado opuesto a la anorexia

18 enero, 2023 0 Por dropharma_admin

Si las personas que padecen anorexia se miran al espejo y se ven obesas, aunque se les marquen los huesos bajo la piel y sufran una delgadez límite, a los megaréxicos les ocurre exactamente lo contrario, no son capaces de percibir su exceso de peso, encuentran su físico agradable, y no sólo no se preocupan por la línea, sino que se atiborran de comida poco saludable, como dulces y grasas. Son obesos malnutridos, que cada vez comen más y peor.La megarexia es un trastorno alimentario, menos conocido que la anorexia, la bulimia o la ortorexia, pero no por ello menos grave. Además, teniendo en cuenta que la obesidad es un fenómeno en aumento, que afecta ya a más de 500 millones de personas en todo el mundo, es posible que muchos individuos con sobrepeso sean megaréxicos no diagnosticados, que terminarán siendo obesos si no toman conciencia de su problema y rectifican su estilo de vida a tiempo.

Megarexia, un problema de la percepción corporal

Esta dismorfofobia, en la que la imagen corporal que tienen los afectados de su propio cuerpo no es real, afecta más a los hombres que a las mujeres. Además, la mayoría de los casos corresponden a personas que sobrepasan los 45 años de edad y que llevan una vida sedentaria que fomenta la acumulación de grasa con el correspondiente riesgo cardiovascular asociado.El nutricionista español Jaime Brugos fue quien dio el nombre de megarexia a un desorden del comportamiento alimentario, que consiste en ser obeso sin querer verlo ni admitirlo. Se trata, en realidad, de una distorsión en la percepción de su propia imagen corporal y, por lo tanto, es un problema de origen psicológico que tiene como consecuencia el aumento de peso y la malnutrición en aquellos que lo padecen.

Consecuencias de la megarexia para la salud

El sobrepeso y, sobre todo, la obesidad, tan ligada a la megarexia, son factores de riesgo que incrementan significativamente la posibilidad de sufrir numerosas enfermedades como síndrome metabólicodiabetesenfermedades cardiovascularesapneagotacáncer

Los megaréxicos, además, como consideran que su talla es correcta y que no tienen ningún problema de salud, no se preocupan por incluir en su dieta alimentos nutricionalmente adecuados, sino que comen aquello que más les gusta y apetece, y que suele consistir en fritos, carbohidratos, grasas, dulces, pizzas, y todo tipo de alimentos que aportan lo que los expertos consideran como calorías vacías, por lo que además de obesos, otra de las consecuencias de las personas que padecen megarexia es que están desnutridos y suelen padecer anemia por la falta de nutrientes.

Independientemente del aspecto físico y de la talla que llegan a alcanzar los megaréxicos, una alimentación desequilibrada provoca falta de energía, por lo que los afectados recurren a la comida para sentirse mejor, y así se forma el círculo vicioso. Por otra parte, tanto los kilos de más como la escasez de energía, no invitan precisamente a llevar una vida activa, y el sedentarismo incrementa aún más el exceso de peso y los riesgos de padecer otras enfermedades asociadas.

En el caso de los megaréxicos se considera que la obesidad, además de representar un problema de salud en sí misma, es un síntoma de malnutrición.

Tratamiento de la megarexiaComo ocurre con el resto de los trastornos alimentarios, que tienen un origen psicológico, para poder hacer frente a la megarexia es necesario que el paciente reconozca que tiene un problema. Pero, como en el caso de los anoréxicos, la imagen que refleja el espejo, y que no coincide con la percepción que tienen de su propio cuerpo, no les hace cambiar de opinión, por lo que es necesario que su familia les ayude a ver la realidad, y normalmente necesitarán ayuda de un profesional médico (médico de familia, psicólogo…) que les oriente sobre el trastorno que padecen, y de un especialista en nutrición que determine las pautas de una buena alimentación para que empiecen a perder peso mejorando al mismo tiempo su deteriorado estado nutricional.

El nutricionista Jaime Brugos, que creó el término ‘megarexia’ para definir a los obesos que se ven delgados y sanos, ha escrito varios libros que exponen sus teorías sobre lo que debe ser una dieta sana, que ayude a adelgazar a aquellos que lo necesitan, pero de una forma saludable y revitalizadora. Brugos considera que para adelgazar no hay que comer poco, sino escoger alimentos nutritivos, porque las dietas hipocalóricas debilitan el organismo, reducen la cantidad de masa muscular, y fomentan el sedentarismo, además de provocar el conocido ‘efecto yo-yo’ (volver a engordar rápidamente en cuanto no se sigue la dieta a rajatabla).

Para conseguir y mantener un peso adecuado, este experto en nutrición recomienda repartir los alimentos en cinco o seis tomas al día, convertir el desayuno en la comida más importante, no empezar a comer menos sin consultar a un especialista porque podríamos restringir nutrientes esenciales para el organismo, y reducir sobre todo la ingesta de azúcares.

También aconseja evitar los alimentos energéticos (como dulces o carbohidratos) poco antes de acostarse, ya que durante el descanso nocturno no seremos capaces de eliminar ese exceso de energía, que se acumulará en nuestro organismo en forma de grasa.

Prevención de la megarexiaLa mejor prevención contra los trastornos alimentarios, incluida la megarexia, es establecer desde la infancia un estilo de vida saludable, que incluya la práctica de ejercicio físico de forma regular y una alimentación equilibrada en la niñez, en la que no falte ningún alimento, pero que limite al máximo la ingesta de productos hipercalóricos y poco nutritivos.

Es necesario enseñar a los niños a que se encuentren a gusto con su físico, pero vigilar que no se produzca sobrepeso ya desde la infancia, podría ser una buena manera de prevenir la megarexia. Además, en caso de que necesiten adelgazar, se debe solicitar siempre el consejo de un profesional médico, para evitar que caigan en conductas peligrosas como dejar de comer.

A la hora de la comida es muy importante que los niños coman acompañados en familia, y en medida de lo posible evitando cualquier distracción como la televisión. Tampoco se debe castigar a los pequeños privándole de una comida, pues puede fomentar el desarrollo de algún problema en la conducta alimentaria.

Algunos padres confunden los kilos de más con un signo de buena salud en el caso de los niños, y no se debe quitar importancia al hecho de que el niño coma más de lo normal para su edad y constitución, o se alimente casi exclusivamente de hamburguesas, pizzas y perritos calientes, acompañados de refrescos azucarados, pensando en que ya cambiará y tendrá tiempo de preocuparse de la línea cuando crezca. Un niño obeso tiene muchas más posibilidades de convertirse en un adulto obeso.