Vinculan alteraciones de la microbiota y trastorno depresivo mayor
28 diciembre, 2020Los pacientes con depresión mayor presentan alteraciones en la flora intestinal, como especies bacterianas y metabolitos fecales diferentes a los de individuos sanos, lo que podría estar asociado al desarrollo del trastorno.
Las alteraciones en la microbiota intestinal estarían relacionadas con el trastorno depresivo mayor, según un artículo publicado en Science Advances, en el que un equipo internacional de científicos (algunos procedentes de varias instituciones de China y dos de Estados Unidos) ha descrito un estudio que han realizado analizando muestras fecales de pacientes con esta enfermedad mental y de individuos que actuaron como grupo de control.
El trastorno depresivo mayor es un desorden del estado de ánimo que se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza o falta de interés por actividades de la vida cotidiana. Se cree que es un problema que tiene un origen biológico y no se produce únicamente como una reacción a los acontecimientos. Los autores del nuevo trabajo sugieren que han encontrado pruebas que asocian las alteraciones de la microbiota intestinal con síntomas de depresión mayor.
Para llevar a cabo el estudio se recogieron 311 muestras fecales de 156 personas con trastorno depresivo mayor y 155 individuos sanos. Cada una de las muestras fue sometida a un análisis genético para identificar microbios y otro material presente en las mismas. El equipo también realizó cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas –una técnica en la que se separan, identifican y cuantifican mezclas de sustancias volátiles y semivolátiles– con las muestras para conocer mejor su composición.
La composición de la flora intestinal difería en caso de depresión
Los autores del trabajo encontraron diferencias en alguno de los componentes de las muestras entre los pacientes con depresión mayor y los que no padecían el trastorno. En concreto, encontraron 47 especies bacterianas que eran diferentes, además de 50 metabolitos fecales y tres bacteriófagos que también eran distintos. Como parte de los hallazgos, también observaron niveles elevados de una especie de bacterias del género Bacteroides en los pacientes con depresión y niveles más bajos de las que pertenecen a los géneros Eubacterium y Blautia.
Los investigadores sugieren que el trastorno depresivo mayor puede estar caracterizado por desequilibrios en la microbiota, y también han señalado que los elevados niveles de Bacteroides en la flora intestinal pueden ayudar a explicar por qué muchos pacientes con este tipo de depresión tienen aumentados sus niveles de citoquinas e inflamación asociada, en comparación con la población general.
Estos expertos destacan que aunque la forma tradicional para diagnosticar el trastorno de depresión mayor es entrevistar al paciente, sus hallazgos sugieren que también sería posible evaluar la presencia de ciertos elementos en la microbiota intestinal como parte de las pruebas de cribado para confirmar la enfermedad.
Además, no es la primera vez que se relacionan las alteraciones en la composición de la microbiota intestinal con las probabilidades de desarrollar depresión y, de hecho, un estudio publicado el año pasado reveló que los géneros bacterianos Coprococcus y Dialister se encontraban prácticamente ausentes en los pacientes con esta enfermedad.