Una dieta rica en omega-3 mejora el pronóstico tras un infarto
10 noviembre, 2020 0 Por dropharma_adminUna dieta rica en ácidos grasos omega-3 –de origen marino y vegetal– podría ayudar a fortalecer el corazón y mejorar la calidad de vida y el pronóstico de pacientes con riesgo cardiovascular en caso de infarto de miocardio.
los ácidos grasos omega-3 –tanto de origen animal como vegetal– fortalecen las membranas del corazón y ayudan a mejorar el pronóstico en caso de que una persona sufra un infarto de miocardio, según revela un estudio realizado por científicos del Hospital y el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP) y del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM).
En el estudio, que se ha publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology, se analizó la sangre de 950 pacientes que habían ingresado en el hospital para ser tratados por un infarto para determinar cuáles eran sus niveles de omega-3. Este dato indica de forma muy precisa el consumo de este tipo de grasas en las semanas anteriores a la toma de la muestra, es decir, previas al infarto.
Estos pacientes fueron seguidos durante tres años tras el alta, y los investigadores comprobaron que tener niveles altos de omega-3 en sangre en el momento del infarto, a consecuencia de haberlos ingerido en las semanas previas al evento, se asociaba a un menor riesgo de desarrollar complicaciones posteriores.
Los ácidos grasos omega-3 fortalecen el corazón
Ya se sabía que el consumo de ácidos grasos omega-3 proporciona beneficios a la salud. En concreto el ácido eicosapentaenoico (EPA) que contiene el pescado azul se incorpora a los fosfolípidos de las membranas de los cardiomiocitos y protege al corazón frente a una gran variedad de estresores. Por ello, cuando incluimos este alimento en nuestra dieta habitual se produce un fortalecimiento de las membranas del miocardio que limita los daños que provoca un infarto.
En el nuevo estudio, además, se ha analizado un ácido graso omega-3 de origen vegetal llamado ácido alfa-linolénico (ALA), que podemos encontrar en las nueces, así como en la soja y sus derivados, y que se ha estudiado mucho menos que los omega-3 de origen marino. Los investigadores observaron que EPA y ALA no interfieren entre ellos, sino que se complementan, y mientras que niveles elevados de EPA se asocian con menos riesgo de reingreso hospitalario por problemas cardiovasculares, los niveles más altos de ALA se asocian con un menor riesgo de morir.
Aleix Sala, investigador en el IMIM-Hospital del Mar y responsable de las determinaciones en sangre, ha recalcado la importancia de este hallazgo porque, afirma, “pone de manifiesto los efectos complementarios (y no competitivos) que tienen los dos tipos de omega-3”.
Por su parte Antoni Bayés, director clínico de Cardiología de Germans Trias, ha recomendado incluir los ácidos grasos omega-3 tanto de origen marino, como vegetal, en la dieta de los pacientes con riesgo cardiovascular porque esta estrategia ayudaría a mejorar su calidad de vida, pero también su pronóstico si sufren un infarto.
Ácidos grasos Omega 3
Descubre sus beneficios y de qué fuentes obtener los ácidos grasos Omega 3, tan necesarios para funciones básicas del organismo como el metabolismo lipídico, la coagulación y presión sanguínea, el sistema inmune
Para hablar de los beneficios del omega 3 hay que remontarse a la década de los 70, durante la cual se realizaron algunos estudios que comprobaron que consumir de manera frecuente pescado azul podía reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares. Poco después, en 1982, el bioquímico Ralp Holman analizó el tipo de pescado consumido por los esquimales (población que se caracterizaba por la escasa incidencia de infartos y otras afecciones cardiovasculares) y descubrió la presencia de ácidos grasos omega 3 en estos pescados.
Pero son muchas las investigaciones que se han realizado en torno al omega 3, las cuales han demostrado que se trata de un gran aliado para la salud que no debe faltar en los alimentos de nuestro día a día. Entre los hallazgos destacan que esta sustancia beneficia al corazón después de un infarto, pues favorece la contracción del corazón y disminuye la fibrosis en la zona no dañada, también mejora la calidad del semen o ayuda a reducir los síntomas del asma, entre otros.
Entre los efectos beneficiosos de los ácidos grasos omega 3 para nuestro organismo se puede destacar que:
- Tienen propiedades antiinflamatorias que contribuyen a aliviar los síntomas de enfermedades como la artritis reumatoide.
- Son necesarios para el correcto funcionamiento de los ojos, del cerebro y de los nervios.
- Ayudan en el control de la coagulación de la sangre.
- Reducen los niveles de triglicéridos en la sangre
- Disminuyen la presión arterial en personas con hipertensión.
- Evitan que se formen trombos en los vasos sanguíneos gracias a su efecto vasodilatador.
- Favorecen el funcionamiento del sistema inmunológico.
- Evitan algunos trastornos en la piel, como la psoriasis.
- Previenen ciertos tipos de cáncer (mama, colon y próstata).
- Reducen los síntomas de las personas asmáticas y mejoran su función pulmonar.
- Consumirlos durante el embarazo contribuye al desarrollo normal del cerebro y de los ojos del feto.
Fuentes naturales de omega 3
El pescado y el marisco constituyen la principal fuente de omega 3 presente en la dieta, especialmente el pescado azul como: salmón, atún, bonito, caballa, sardinas, trucha, arenque, chicharro o anchoas.
Entre los mariscos, lo hallarás en las gambas, los mejillones y las ostras.
También se encuentran en alimentos vegetales como los cañamones, las nueces, las semillas de lino y de soja, y el sacha inchi (una variedad de cacahuete típico de Perú).
Alimentos enriquecidos con omega 3
Cada vez es más frecuente encontrar en los comercios alimentos enriquecidos con omega 3 (leche, quesos, huevos, galletas, zumos…). Se trata de alimentos funcionales que añaden a la dieta habitual un aporte extra de aquellos nutrientes esenciales que no siempre ingerimos en la cantidad necesaria, en este caso omega 3.
Sin embargo, con una dieta equilibrada, que contemple un consumo adecuado de pescado azul, frutas y verduras, se puede conseguir la cantidad necesaria de omega 3 (dos o tres gramos semanales). Los expertos recomiendan consumir al menos dos o tres raciones de pescado azul (unos 400 gramos) a la semana.
No es perjudicial consumir alimentos enriquecidos con omega 3, pero hay que tener en cuenta que no son un sustituto del pescado azul que, además de contener mayor cantidad de omega 3, tiene otras ventajas nutricionales importantes