¿Son buenos o malos los probióticos para el consumo humano?
4 diciembre, 2019
Miami –
Cada ser humano tiene en el intestino trillones de bacterias, buenas y malas, con las cuales vive en armonía. Es la llamada microbiota normal, formada por miles de cepas o microorganismos de diferente tipo.
Esta es distinta en todo individuo, lo cual va a depender de sus genes y de la adquisición bacteriana del medio que lo rodea, que se inicia en el nacimiento cuando queda en contacto con ellas.
Sin embargo, agrega Peña, para ser considerados probióticos se deben haber realizado estudios en humanos que demuestren sus beneficios. “No todos los probióticos son iguales, varían mucho en el número de bacterias desde miles hasta millones por unidad y el tipo de familias bacterianas incluidas en cada envase”.
Algunos probióticos, menciona Hanna, contienen cepas individuales y otros agrupan múltiples cepas en una sola presentación. Las especies bacterianas más utilizadas pertenecen a los géneros bifidobacterium y lactobacillus. También se comercializa una cepa no bacteriana que es el Saccharomyces boulardii. También, refiere Hanna, existen probióticos no bacterianos que han demostrado responder adecuadamente cuando se combinan con antibióticos. La forma ideal de utilizarlos es durante el tratamiento con antibióticos y al menos dos semanas después. Los probióticos, dice Peña, también pueden ser útiles en casos de diarrea aguda o en diarrea provocada por Clostridium difficile, en colitis ulcerativa que es una enfermedad inflamatoria intestinal, en algunos casos de colon irritable y en niños nacidos muy prematuros para evitar el daño intestinal.