Soledad elegida: cómo disfrutarla sin aislarte

7 marzo, 2025 0 Por dropharma_admin

La soledad suele tener connotaciones negativas. Es habitual que si te sientes mal escuches decir “no te aísles, háblalo”, si quieres ir solo de viaje, te pregunten “¿no tienes a nadie que te acompañe?”, o si deseas vivir solo te digan “¡qué bien te vendría tener pareja o un compañero de piso para haceros compañía!”. Y así cientos de mensajes que lanza la sociedad continuamente para advertir de lo anómalo que resulta el hecho de querer estar solo.Sin embargo, la soledad elegida es un estado de bienestar psicológico experimentado por un individuo cuando está solo y, a diferencia de la soledad impuesta, es una situación deseada que le proporciona libertad, satisfacciones y más posibilidades de disfrutar de su tiempo libre. Mientras que la soledad impuesta provoca tristeza y frustración, especialmente si una persona se siente sola cuando está rodeada de gente, la soledad elegida es una necesidad más que, de no ser satisfecha, también genera malestar emocional y frustración.Aunque la soledad impuesta se asocia a un amplio abanico de sentimientos negativos como la tristeza, el vacío, la frustración y la ansiedad, algunos individuos que están solos sin desearlo consiguen transformar estos sentimientos en una oportunidad desafiante en la que encontrarse bien con ellos mismos, y son capaces de convertir su situación en un reto personal que les puede aportar tantos beneficios como la soledad elegida.

Existen también personas que viven en una falsa soledad elegida. Afirman querer estar solas, pero en cuanto tienen la oportunidad de compartir su vida, sus actividades o aficiones con otras personas, lo hacen, y disfrutan tanto de dicho contacto social que se encuentran mejor mientras dura que cuando están a solas. Estos individuos, a diferencia de aquellos que verdaderamente han escogido vivir en soledad, presentan una sintomatología emocional similar a los de la soledad impuesta, pero con mayores niveles de frustración.

Consecuencias positivas y negativas de la soledad elegida

Cuando la soledad es elegida tiene consecuencias positivas que ayudan al individuo a sentirse altamente satisfecho. Entre ellas encontramos el conocimiento personal y de los propios límites y preferencias. El individuo se siente completamente responsable de su propia vida, que no desea compartir a no ser que sea con personas que realmente le aporten algo interesante, y este hecho repercute en un aumento de la seguridad en sí mismo.

La persona que escoge vivir en soledad puede tomar decisiones sin rendir cuentas a nadie, y no siente que las cosas le hayan salido bien gracias a la ayuda de otros, sino que el éxito o el fracaso dependen de ella misma. Además, si alguien se siente bien en soledad existe una alta probabilidad de que cuando decida compartir su vida con otra persona elija a una adecuada, y no a una media naranja que le sirva para cubrir sus carencias. La persona que vive en una soledad elegida es ya de por sí una naranja completa.

Sin embargo, ser naranja completa puede conllevar también consecuencias negativas asociadas a la soledad elegida, y la principal tiene que ver con la capacidad de adaptación y de convivencia. En parte porque le gusta estar sola, y en parte porque probablemente no sepa cómo adaptarse al otro, a la persona que vive en una soledad escogida habitualmente le cuesta ceder parte de sus privilegios en favor de la convivencia (por ejemplo renunciar a planes, compartir su tiempo, o adaptarse a las necesidades del otro dejando en alguna ocasión de lado las suyas propias).Finalmente, otra de las consecuencias negativas de estar solo motu proprio tiene que ver con el gran sentimiento de responsabilidad que supone tener que asumir todas las decisiones importantes de su vida.

Por qué decidir estar solo: causas de la soledad elegidaSon muchas y variadas las razones que pueden conducir a una persona a elegir vivir en soledad. Desde el típico single que anhela ser un alma libre, hasta las personas tremendamente decepcionadas con sus relaciones que eligen la soledad como una forma de protegerse contra el daño que les podría provocar un nuevo desengaño.

s

i hablamos de causas internas de la soledad elegida o intrínsecas al individuo, la mayoría se corresponden con el perfil de personalidad descrito en el apartado anterior, pero no solo incluyen las características de una persona o sus rasgos conductuales, sino el hecho de que sus hábitos o preferencias se vean dificultados en el caso de compartir su vida con alguien.

Un ejemplo de esto son las personas a las que les gusta comer solas o desean llegar a casa y desconectar sin hablar con nadie, aquellas que prefieren hacer planes sin necesidad de organizarse para coincidir con otros (por ejemplo en el caso de un viaje inesperado), o que tienen intereses muy demandantes (por ejemplo entrenamientos intensos), o hobbies de los que disfrutan en soledad como leer o escuchar música.

Perfil de las personas solitarias por elección

Así pues, podemos establecer que el perfil de las personas que disfrutan de su soledad elegida es:

Situaciones estresantes que pueden conducir a la soledad

Respecto a las causas externas que impulsan a alguien a elegir la soledad cabe destacar los acontecimientos vitales estresantes (AVE), que marcan un punto y aparte en la vida de los individuos en su manera de relacionarse socialmente. Los AVE son eventos estresantes que se producen a lo largo de nuestro ciclo vital (a diferencia de los traumáticos, que no tendrían por qué aparecer nunca, como es el caso de un maltrato o una violación).

Algunos de los AVE tienen que ver con aspectos sociales o de relación interpersonal como es el caso de un divorcio, problemas laborales o un despido, discusiones familiares, o una decepción importante con personas significativas para nosotros. Este tipo de situaciones hacen que algunas personas decidan vivir solos su propia vida porque en estos casos la soledad supone una forma de escape de un alto nivel de malestar y una manera de prevenir posibles decepciones.

Consejos para disfrutar de la soledad elegida

si has escogida un estado de soledad por voluntad propia, y vives como piensas seguramente te encuentres cómodo con la decisión que has tomado, pero a las personas que no han elegido la soledad (porque se deba a miedos personales o situaciones estresantes, por ejemplo), o que en algunos momentos no se sienten tan a gusto como pensaban en esta situación, hay algunos consejos que pueden ayudarles a afrontarla

Estos son algunos tips para disfrutar de estar solos por elección y evitar caer en un aislamiento social:

  • Aceptación: si la soledad es elegida es fácil: tienes lo que quieres. Pero si por el contrario tu soledad es impuesta, intenta aceptarla, no te resistas ante ella. Decía Jung “Lo que se resiste, persiste. Lo que aceptas, se transforma”. Es decir, que no aceptar una realidad la hará más patente, mientras que aceptarla te ayudará a superarla.
  • Haz lo que siempre quisiste: piensa en todas aquellas cosas que no podías hacer cuando estabas acompañado, o que no podrías hacer si convivieras con alguien, y aprovecha para hacerlas y disfrutarlas.
  • Acostúmbrate a tomar decisiones: no tengas miedo a hacerlo por no tener a nadie que te pueda apoyar. Las personas que más confían en sí mismas son aquellas que toman decisiones solas, acierten o no.
  • No te aísles: elegir y aceptar la soledad no implica que no te relaciones con la gente. Intenta no perder de vista las relaciones sociales, apúntate a actividades o planes y cultiva momentos para compartir con los demás.
  • Busca compañía: cuando te sientas solo o necesites estar con gente no dudes en pedir ayuda. Uno puede desear vivir solo, pero no querer estar solo en un momento dado o ante determinadas circunstancias (una enfermedad, la muerte de un ser querido, una mudanza…).
  • Analiza cómo te sientes: si presentas alguno de los siguientes síntomas es posible que tu soledad no sea tan elegida como te parece: tristeza, vacío, sentimiento de soledad, sensación de aislamiento, ansiedad e irritabilidad. En tal caso, revisa tu situación valorando si realmente vives como deseas, y solicita ayuda psicológica si crees que el malestar persiste.