Pies siempre fríos: causas y consejos para evitarlo
18 julio, 2024Algunas personas se quejan de tener los pies siempre fríos, sobre todo desde que empieza el otoño y se produce una bajada de las temperaturas, durante el invierno y hasta bien entrada la primavera. En principio, no es algo que deba preocuparnos porque aparte de que cada uno tenemos distinta tolerancia al frío o al calor, es muy posible que no nos abriguemos lo suficiente y por eso se enfríen más las extremidades.
Cuando nos exponemos al frío y nuestra temperatura central desciende el cuerpo reacciona contrayendo los pequeños vasos sanguíneos de las manos y los pies para que la sangre se desplace hacia los órganos y los mantenga calientes y, cuanto menor es la circulación sanguínea, más fríos se vuelven manos y pies.
Pero, aunque su origen no sea patológico, se trata de una sensación muy desagradable y cuando se tienen los pies fríos es difícil entrar en calor. Además, aunque no sea muy frecuente, también podría indicar un problema de salud, ya que ciertas enfermedades, como la anemia, el hipotiroidismo o la diabetes, pueden afectar a la temperatura corporal.
Por qué tengo los pies fríos: causas y cuándo es signo de enfermedad
Aunque lo más habitual es que los pies se queden fríos por no usar unos calcetines o un calzado que los protejan lo suficiente frente a las bajas temperaturas, hay otras razones que pueden hacer que experimentemos esta sensación en las extremidades inferiores, como:
- Sedentarismo. Si no nos movemos se reducen la actividad muscular y la circulación de la sangre.
- Estrés. Para enfrentarnos a una situación estresante nuestro cuerpo responde en modo de lucha o huida y descarga adrenalina en el torrente sanguíneo para combatir una amenaza (real o imaginaria), lo que puede hacer que los vasos sanguíneos se estrechen, llegue menos sangre a los pies, y estos se enfríen.
- Trastornos circulatorios que dificultan el riego sanguíneo a las extremidades y que pueden estar relacionados con el consumo de tabaco o la hipertensión, por ejemplo. Uno de estos problemas es la enfermedad arterial periférica, que se caracteriza por un estrechamiento de las arterias fuera del corazón que reduce el flujo sanguíneo a las extremidades. Los principales factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad son: fumar, tener la tensión alta, los niveles elevados de colesterol y la edad.
- Fenómeno de Raynaud, una afección que se caracteriza por una reacción exagerada ante el frío y que se debe a un vasoespasmo que impide un adecuado riego sanguíneo en las extremidades.
- Exceso de sudoración o hiperhidrosis, que hará que los pies permanezcan húmedos y se enfríen con más facilidad.
- Complicaciones de la diabetes. Cuando esta enfermedad no está bien controlada pueden aparecer complicaciones cardiovasculares o neuropatía diabética periférica, que daña los nervios e interfiere en los mensajes que envía el cerebro, y puede causar sensaciones de hormigueo, pinchazos, frío o entumecimiento en los pies.
- Anemia. Se debe a una disminución de los glóbulos rojos en la sangre, que se encargan de transportar oxígeno a los tejidos y órganos.
- Hipotiroidismo. Entre los síntomas del hipotiroidismo –una disfunción de la glándula tiroides por la que esta produce una menor cantidad de hormona tiroidea de la necesaria– están la disminución de la temperatura corporal y la intolerancia al frío.
- Medicamentos. Determinados fármacos pueden causar una sensación de frío como efecto secundario.
10 consejos para evitar tener los pies fríos
Independientemente del motivo por el que seas propenso a tener los pies siempre fríos, siempre es posible hacer algo para evitarlo y sentirte más cómodo y seguir estos consejos te ayudará a mantenerlos calientes:
- Ponerse calcetines de fibras naturales (lana o algodón) o térmicos, y un buen calzado que sea cómodo (evita los tacones) y transpirable, y que aísle del frío y la humedad.
- Mejorar el flujo sanguíneo practicando ejercicio físico, y cuando estés sentado en el trabajo o en casa estirar o mover los pies de vez en cuando y levantarse y caminar un rato cada hora.
- Evitar el calzado o la ropa ajustados porque entorpecen la circulación y provocan dificultades en el retorno de la sangre venosa.
- Dejar de fumar, porque la nicotina hace que se contraigan los músculos alrededor de los vasos sanguíneos y dificulta el flujo sanguíneo hacia las extremidades.
- No beber alcohol. Aunque al ingerirlo experimentamos una momentánea sensación de calor porque dilata los vasos sanguíneos, después disminuye la temperatura corporal.
- Llevar un buen control de la diabetes, o de cualquier otra enfermedad que pueda ser la causa de la sensación de frío en los pies.
- Evitar que suban los niveles de colesterol con una alimentación adecuada o siguiendo un tratamiento médico si es necesario.
- Prevenir el estrés o aprender técnicas para afrontarlo mejor.
- Incluir en la dieta alimentos que aporten hierro, vitamina B12 y ácido fólico, que son nutrientes que ayudan a mejorar la circulación de la sangre.
- Cuidar los pies secándolos bien y aplicándoles crema hidratante tras la ducha. No intentar calentarlos acercándolos demasiado a una fuente de calor porque los cambios bruscos de temperatura son nocivos y pueden contribuir a la aparición de sabañones, entre otros problemas. Además, un buen masaje en pies y piernas de vez en cuando también es ideal para favorecer la circulación de la sangre y el retorno venoso.