Neuralgia del trigémino
7 octubre, 2024Qué es la neuralgia del trigémino
la neuralgia del trigémino es una enfermedad que afecta al nervio trigémino, también conocido como quinto par craneal o V par, que es uno de los doce nervios craneales. Se manifiesta por la aparición de episodios intermitentes de dolor intenso, de carácter punzante (similar a una descarga eléctrica), de segundos de duración, y que típicamente afectan a un único lado de la cara, en el territorio de piel inervado por dicho nervio. El dolor aparece, sobre todo, en la mandíbula superior e inferior, nariz, pómulos y barbilla, y más raramente en la frente. Popularmente se le conocía también como tic doloroso.
Desde su punto de partida en la base del cráneo, el nervio trigémino se divide en tres ramas: rama oftálmica, rama maxilar y rama mandibular. Sus funciones son inervar los músculos encargados de la masticación y recoger la sensibilidad del tacto, la temperatura y el dolor de la cara. Las lesiones del nervio trigémino, que pueden deberse a traumatismos craneales, tumores, malformaciones vasculares, enfermedades como la esclerosis múltiple u otras que dañen la vaina de la mielina (el revestimiento que protege el nervio), o infecciones, producen parálisis de la musculatura de la masticación y disminución de la sensibilidad de la cara.
En general, el problema se debe a la compresión ejercida por un vaso sanguíneo sobre el trigémino. Una simple vibración en la cara, generada por hablar, afeitarse, maquillarse o sonreír, e incluso una ligera brisa fresca, pueden desencadenar esta sensación dolorosa y repentina.
A pesar de que es la forma de neuralgia más conocida, la neuralgia del trigémino no es una enfermedad especialmente frecuente, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) afecta al 0,3% de la población, siendo más frecuente en mujeres que en hombres (60% frente a 40%). Su incidencia aumenta con la edad en ambos sexos, especialmente a partir de la sexta década de la vida. En un 90% de los casos comienza después de los 40 años, siendo especialmente habitual en mujeres mayores de 55 años. La neuralgia del trigémino constituye casi el 90% de las neuralgias que se producen en las personas mayores de 60 años.
En España, según datos de la SEN, este trastorno afecta a más de 30.000 personas en España, y cada año se diagnostican cerca de 2.000 casos nuevos. En el 1-6% de los casos la neuralgia es bilateral, es decir, afecta a los dos lados de la cara. “Aunque su prevalencia no sea muy alta, supone un problema importante por su infradiagnóstico e infratramiento, pero también por el elevado impacto sobre la calidad de vida de las personas que lo padecen”, declara el Dr. Pablo Irimia, Coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN.
Pronóstico de la neuralgia del trigémino
La evolución y el pronóstico de la neuralgia del trigémino es muy variable. En algunos enfermos los ataques de dolor pueden ocurrir varias veces al día durante semanas o meses, mientras que en otros ceden espontáneamente tras pocos episodios, sin necesidad de tratamiento, manteniéndose sin síntomas durante meses.
En la mayoría de los casos puede evitarse el dolor con un tratamiento adecuado, al menos temporalmente. No obstante, ninguno de los tratamientos (medicación, inyecciones…) garantiza una curación completa, siendo la cirugía otra posibilidad a explorar. En casos de mala evolución, la neuralgia del trigémino puede llegar a provocar un deterioro de la calidad de vida. Cuando los dolores son muy intensos, los enfermos pueden desarrollar ansiedad, depresión, e incluso pensamientos suicidas, aunque afortunadamente esto no es frecuente.
Causas de la neuralgia del trigémino Los factores que desencadenan la neuralgia del trigémino pueden variar, y en la mayoría de los casos la causa de la neuralgia del trigémino es desconocida, aunque es posible que hasta el 94% de las neuralgias de este tipo sean producidas por la compresión y distorsión del nervio en la fosa posterior del cráneo por una arteria o una vena anómalas. La arteria involucrada con mayor frecuencia es la cerebelosa posteroinferior. La presión ejercida por ese contacto entre la vena o arteria con el nervio trigémino causa su mal funcionamiento, y puede dañar la vaina de mielina que recubre el nervio y causar descargas anormales de dolor, dando lugar a este tic doloroso.
La neuralgia del trigémino también puede ser secundaria a enfermedades como la esclerosis múltiple (aunque no es frecuente que los pacientes con esclerosis múltiple padezcan neuralgia del trigémino) o similares que dañen la vaina de la mielina que protege ciertos nervios, a lesiones ocupantes de espacio (como tumores o quistes que compriman el nervio trigémino), o a malformaciones de la fosa posterior del cráneo. E incluso, lesiones en la cabeza o el rostro, como fracturas de huesos faciales o traumatismos craneales, pueden dañar el nervio trigémino y provocar neuralgia.
En algunos casos, la inflamación de los vasos sanguíneos o de las estructuras circundantes del nervio trigémino puede desencadenar episodios de dolor facial intenso. También, problemas vasculares, como malformaciones arteriovenosas o aneurismas, pueden comprimir o dañar el nervio trigémino y desencadenar la neuralgia. Y algunas infecciones, como el virus del herpes zóster (herpes zóster) o infecciones dentales, pueden desencadenar este problema.
En casos raros, enfermedades degenerativas del sistema nervioso central, como la enfermedad de Parkinson o la atrofia multisistémica, pueden estar asociadas con la neuralgia del trigémino.
También puede ser consecuencia del envejecimiento, por lo que se debe descartar siempre un origen secundario de la neuralgia si el trastorno aparece antes de los 40 años, si existen alteraciones neurológicas en la exploración realizada por el médico, cuando afecta a la zona inervada por la rama oftálmica, y cuando los síntomas sean bilaterales.
En la mayoría de los afectados existen las denominadas zonas gatillo, es decir, áreas de la piel o de las mucosas cuya estimulación desencadena la neuralgia. Los estímulos más habituales que lo desencadenan son hablar, comer, reírse, lavarse los dientes o la cara, maquillarse o desmaquillarse y afeitarse, entre otros.
Síntomas de la neuralgia del trigémino
El síntoma de la neuralgia del trigémino que caracteriza este problema es el tipo de dolor referido por el afectado: los episodios de dolor aparecen de forma intermitente y son intensos, de carácter lancinante o punzante, y se pueden comparar a la sensación producida por una descarga eléctrica, pinchazos, cuchilladas, o contactos con un hierro incandescente.
Cada episodio dura desde unos segundos hasta, como máximo, uno o dos minutos, y se repiten varias veces al día o al mes, intercalándose entre ellos intervalos libres de dolor.
Lo más frecuente es que sólo se afecte un único lado de la cara, aunque en el 5% de los casos el dolor se produce en ambas mejillas. La neuralgia del trigémino también se conoce en ocasiones como tic douloureux, por el gesto de dolor con contractura de los músculos de la cara que ocasiona.
Las crisis de dolor pueden llegar a ser incapacitantes en algunos casos, repercutiendo sobre la capacidad para conciliar el sueño, e incluso deteriorando la calidad de vida del enfermo.
¿Qué desencadena el dolor del nervio trigémino?
Se trata un tipo de dolor de cabeza que, a pesar de no encontrarse entre los más habituales, en los últimos años se está observando tanto un aumento de incidencia como de prevalencia debido al progresivo envejecimiento de la población. “La neuralgia de trigémino es un dolor crónico, de carácter punzante o eléctrico, que se inicia y finaliza de forma abrupta. Aunque los episodios de dolor se presenten en forma de crisis de menos de dos minutos de duración, éstos pueden repetirse varias veces al día y tienen una gran intensidad. Además tiene la característica de que estas crisis de dolor se suelen precipitar al estimular de alguna forma la zona por la que transcurre el nervio trigémino, por lo que llevar a cabo actividades tan comunes como hablar, masticar, lavarse la cara, afeitarse o sonarse pueden conllevar el inicio de las crisis. Aunque estos episodios también pueden iniciarse de forma espontánea”, señala el Dr. Pablo Irimia, Coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología.
Como hemos comentado en el apartado anterior, el dolor ligado a la neuralgia del trigémino puede desencadenarse por la estimulación de ciertas zonas (zonas gatillo) localizadas por lo general en el labio, la mejilla o la nariz. Inicialmente el dolor se localiza en una de las dos ramas inferiores del nervio (rama maxilar o rama mandibular), y con el tiempo puede extenderse hacia otras ramas. El dolor se origina en la rama oftálmica o superior solo en el 5% de los casos.
Diagnóstico de la neuralgia del trigéminoEn primer lugar, es importante diferenciar la neuralgia del trigémino de otras enfermedades que pueden dar síntomas parecidos. Por eso es fundamental ser valorado siempre por un médico, que será quien decida si estamos o no ante una neuralgia del trigémino. Como siempre, para llegar al diagnóstico son fundamentales la realización de una buena historia clínica y una correcta exploración neurológica. Ésta, al igual que el resultado de los exámenes de laboratorio, acostumbran a ser normales.
En los casos típicos el diagnóstico es en general sencillo. En el diagnóstico diferencial deben tenerse en consideración otras posibles causas de dolor facial:
- Existen dolores faciales de causa desconocida que resultan muy difíciles de distinguir de una neuralgia del trigémino.
- La cefalea en racimos es un tipo de cefalea en la que también se producen episodios agudos de dolor a los que sigue un intervalo sin dolor. Al contrario de lo que ocurre en la neuralgia del trigémino, en la cefalea en racimos los dolores generalmente aparecen durante la noche y se acompañan de otros síntomas como afectación ocular.
- Otros causas posibles de dolor facial son patologías que afectan a los ojos, a las fosas nasales y a los dientes. Para descartar que se trate de alguno de estos trastornos puede ser necesario realizar un examen otorrinolaringológico o dental antes de diagnosticar una enfermedad del nervio trigémino.
- La disfunción de la articulación temporomandibular (el denominado síndrome de Costen), e incluso contracturas de la musculatura del cuello, también pueden ocasionar dolores faciales.
- En el herpes oftálmico, el dolor afecta casi siempre la primera rama del nervio trigémino y se acompaña además de vesículas herpéticas.
- Puesto que el nervio trigémino recorre un largo camino en el cráneo antes de llegar a la base craneal, la causa del dolor puede estar en irritaciones de este nervio a lo largo de su trayecto por diferentes motivos. La resonancia magnética craneal es la técnica de diagnóstico por imagen más útil para determinar la presencia de lesiones como tumores o quistes, malformaciones vasculares, placas de esclerosis múltiple, así como compresión vascular del nervio trigémino. Si se sospecha una esclerosis múltiple se deben realizar otras pruebas diagnósticas como una punción lumbar (extracción y examen del líquido cefalorraquídeo del conducto espinal).