Mostaza, remedio tradicional para el reuma

La mostaza es un conocido condimento de cocina del que muchos ignoran que atesora también una cierta potencialidad medicinal por sus virtudes rubefacientes (para aliviar el dolor muscular o articular), antioxidantes, antiinflamatorias, antirreumáticas y antifúngicas, y que forma parte de numerosos remedios curativos tradicionales.

Las semillas de mostaza se obtienen de diferentes plantas afines de la familia de las crucíferas, la familia de la col, especialmente la mostaza blanca Sinapis alba L. (Brassica alba) y la mostaza negra Brassica nigra (Sinapis nigra L.), pero en menor medida también de la mostaza china Brassica juncea L. y de la mostaza de campo o silvestre Sinapis arvensis L. Todas ellas dan lugar a un condimento muy apreciado que se incorpora en múltiples platos de la cocina internacional y con el que se elaboran salsas de alta reputación.

Cómo es y dónde se encuentra la mostaza   

Las mostazas son plantas herbáceas robustas, de hasta metro y medio de alto, con las hojas segmentadas en el caso de la blanca y la negra, y con las hojas simples en el caso de la silvestre; todas ellas de tacto rugoso o híspido y color verde azulado. Las flores tienen los pétalos de color amarillo limón o amarillo yema de huevo y parecen en racimos laxos. Los frutos son una silicuas alargadas, acabadas en pico, que se abren longitudinalmente, y que contienen en su interior las preciadas semillas, que son esféricas, menudas, brillantes, de color crema, dorado o marrón oscuro, según la variedad.

La mostaza silvestre aparece de forma espontánea en yermos, campos de cereales y márgenes de caminos y es relativamente común en toda Europa, norte de África y Oriente Medio. Las mostazas blanca y negra se cultivan –cada vez menos– en grandes sembrados, pero pueden aparecer de manera espontánea en riberas, cauces de ríos secos y linderos de caminos. Su origen no está claro, pero pueden proceder de Oriente Medio y el Mediterráneo Oriental, o bien de Asia Menor.

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Los granos de mostaza quedan citados en la Biblia y se sabe que ya eran bien conocidos y empleados en la cocina por los sumerios mil quinientos años antes de Cristo, e introducidos en Egipto y Grecia. En la Grecia y la Roma clásicas los granos molidos de mostaza se empleaban para especiar carnes y pescados y en harina.

Los principales productores de granos de mostaza son Nepal, Rusia, Canadá, Ucrania, Estados Unidos, Birmania, China, Kazakhstán, Etiopía y Serbia. Los principales exportadores, por su parte, son Canadá, Rusia y China.

Principios activos de la mostaza 

La mostaza se recolecta hacia el final de la primavera o a principios del estío, según la región y el clima reinante, cuando el fruto está maduro, pero antes de que se abra, para no perder las numerosas semillas que alberga en su interior. Su contenido en principios activos y su valor nutricional queda resumido a continuación:

• Ácidos grasos insaturados, hasta un 35% de su peso, en especial ácido oleico, linoleico, linolénico y erúcico, lo que les confiere virtudes antioxidantes y antiinflamatorias.
• Aceite esencial, que consta a su vez:
• 1- Compuestos azufrados: sinigrósido o sinigrina, que por hidrólisis se transforma en mirosinasa, de la que a su vez deriva la esencia de mostaza alílica o isotiocianato de alilo (en la mostaza negra).
• 2- Compuestos azufrados: glucosinolato, que al someterse a hidrólisis libera hidroxilbenzil, el aceite de mostaza (en la mostaza blanca).
• Glucósidos como sinalbina en la mostaza blanca.
• Abundantes mucílagos.
• Sales potásicas.
• Vitaminas C y B3.

Cuadro nutricional de la mostaza (por 100 g consumidos)
Kilocalorías	125
Proteínas	7 g
Carbohidratos	5 g
Lípidos	8,2 g
Fibra	1,4 g
Potasio	200 mg
Calcio	70 mg
Hierro	2,8 mg
Vitamina C	52,1 mg
Vitamina B3	2,87 mg

Estos principios activos confieren a la mostaza virtudes antioxidantes, antiinflamatorias, antirreumáticas, analgésicas, antimigrañosas, demulcentes (que ejerce una actividad protectora a nivel local), laxantes, aperitivos, revulsivas, rubefacientes, antifúngicas y antimicrobianas. Beneficios de la mostaza para la salud:

aplicaciones medicinales

Las aplicaciones medicinales de la mostaza tienen, en su mayoría, un carácter netamente tradicional, y en muchos herbolarios las recomiendan para plantar cara a una buena variedad de dolencias habituales, sobre todo en forma de harina y solo por vía tópica. No obstante, a las semillas de mostaza se les atribuyen otras potencialidades terapéuticas que han sido objeto de algunos estudios clínicos, como los que aquí se citan.

• El efecto rubefaciente (que alivia el dolor muscular o articular y produce un enrojecimiento de la piel) de la harina de mostaza actúa sobre las áreas doloridas como una fuente de calor, atrayendo la sangre hacia ese punto localizado y consiguiendo aliviar el dolor. Por ello se ha usado desde antiguo como un buen remedio tradicional para calmar el dolor reumático, en artritis, artrosis y ataques leves de gota.
• Con el mismo argumento, se emplea para disminuir el dolor e hinchazón en lesiones musculares y neurálgicas. Esta acción rubefaciente, que puede ser irritante mal empleada, provoca sin embargo un efecto vasodilatador, que hace aumentar la irrigación sanguínea a la zona y calma con ello la sensación de dolor.
• Se ha usado tradicionalmente para combatir migrañas y otras cefaleas persistentes e incapacitantes, de nuevo en forma de baños y friegas sobre la zona dolorida, o en pediluvios relajantes.
• Se revela como un eficaz tratamiento natural para aliviar el dolor de espalda y el dolor en cervicales, así como sobre lesiones deportivas corrientes como torceduras, esguinces, tendinitis, bursitis, etcétera.
• Los remedios con mostaza se han destinado también a estimular la circulación sanguínea, y se emplea para tratar la mala circulación en piernas y pies –en pediluvios o baños de pie–, y la sensación de piernas y pies pesados o adormecidos.
• Los baños de pies se han mostrado muy eficaces como antibiótico y antifúngico natural para combatir la presencia de hongos en la planta y los dedos de pies (tiña del pie o pie de atleta) y en las uñas. En internet se puede consultar un estudio clínico sobre la posible eficacia del aceite esencial de mostaza negra como agente antimicrobiano y antifúngico.

• Los granos de mostaza son también un buen aliado de la salud ginecológica, como activadores de la circulación sanguínea. Se destinan a aliviar los problemas de circulación y la pesadez de extremidades que se dan como síntoma de dismenorreas, amenorreas y de la menopausia, así como para aliviar los episodios migrañosos y el dolor en la zona lumbar.
• En forma de cataplasmas, los remedios con harina de mostaza se indican para aliviar estados gripales, resfriados persistentes, laringitis, faringitis, bronquitis y neumonías leves.
• Las posibilidades del aceite de mostaza negra y también de mostaza blanca como agente antioxidante, para combatir la oxidación celular, han sido exploradas en diferentes estudios clínicos, como el llevado a cabo por el equipo de J.A Guerrero y otros, cuyo abstract puede consultarse por internet.
• Las semillas de mostaza por vía interna en infusión se han tomado como remedio laxante, aperitivo y digestivo, mezcladas con otras plantas mucilaginosas como el malvavisco, el lino o el llantén. El aceite esencial de mostaza estimula la secreción de jugos gástricos y hace aumentar el apetito, al tiempo que activa el peristaltismo intestinal y disminuye el estreñimiento.
• El aceite esencial por vía interna se ha indicado como antibacteriano, para combatir infecciones bacterianas en el tracto urinario y digestivo.
• Se ha usado de forma tradicional, en dosis moderadas o moderadamente altas, como remedio purgante, por sus propiedades irritantes sobre las mucosas digestivas.