Médicos y científicos coinciden en que el futuro de los probióticos va más allá del uso en enfermedades diarreicas
2 agosto, 2019 En los últimos 10 años, a nivel de investigación y de desarrollo biotecnológico, se le ha dado mucha importancia a la microbiota intestinal (antes denominada flora bacteriana) y a sus beneficios para la salud.
Actualmente, la evidencia científica indica que la microbiota funciona como un órgano y tiene un papel fundamental para el mantenimiento del equilibrio de la salud, el control de ciertas enfermedades y la disminución de los factores de riesgo para prevenirlas. Con base a este conocimiento, muchos especialistas e investigadores de varios lugares del mundo están tratando a sus pacientes con el uso de probióticos, prebióticos y otras nuevas técnicas como el trasplante de microbiota intestinal. El objetivo es manipular la microbiota para producir un efecto positivo en la salud de las personas. Ante esta realidad, en el último debate de REDACCIÓN MÉDICA se ha analizado, desde la parte clínica y científica, la importancia de la microbiota y los diferentes usos de los probióticos. Esta temática se abordó desde una visión actual y una mirada hacia el futuro.
Los invitados para debatir este tema fueron: Alexandra Salvador, gastroenteróloga pediatra de Guayaquil; Embriette Hyde, investigadora y gestora de American Gut Project: un amplio estudio para desentrañar los misterios del microbioma humano; Luis Alberto Bassante, médico gastroenterólogo de Quito; y Manuel Baldeón, director del Centro de Investigación Biomédica (Cenbio) de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE). El moderador fue Jonathan Veletanga, periodista de REDACCIÓN MÉDICA.
Jonathan Veletanga: Desde su experiencia en la práctica clínica o en la investigación, ¿cómo impacta la microbiota en la función de la biología humana?
Luis Alberto Bassante, médico gastroenterólogo de Quito: Actualmente la microbiota se ve como un órgano porque justamente se ha comprobado que está relacionado con el aparato inmunológico y desde este punto parte todo lo que hoy en día se está estudiando.
Los pasos agigantados que ha dado el tema de la microbiota y los probióticos ha llevado a creer que es la base o parte de la fisiopatología de ciertas patologías, como miastenia gravis y algunas otras entidades nosológicas. Esto ha conducido a realizar más estudios para ver de qué manera ciertas familias de gérmenes actúan en las diferentes enfermedades. Embriette Hyde, investigadora y gestora de American Gut Project: Existe una relación entre la microbiota y la salud. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que una relación no es necesariamente causa y efecto. De lo que sabemos, la microbiota añade muchas cosas buenas para la salud, como por ejemplo: produce vitaminas B y D, protege de organismos malos y ayuda con la digestión.
Actualmente, hay algunos estudios que están intentando entender la relación entre las bacterias, la dieta y la diabetes.
Alexandra Salvador, gastroenteróloga pediatra de Guayaquil: La microbiota es un nuevo ente de defensa. Por sus características es un sistema de mucha importancia. Desde el punto de vista pediátrico es muy importante por los 1000 primeros días de vida. Durante este periodo el niño forma su microbiota. Por este motivo, cada vez los médicos pediatras están a favor del parto natural.
Manuel Baldeón, director del Centro de Investigación Biomédica de UTE: La Biología del siglo XXI y la Biomedicina van a estar influenciadas en los siguientes años por el estudio de la microbiota, la cual sabemos que tiene relación con los sistemas de control de las personas, es decir, tienen conexión con el sistema endócrino, sistema nervioso y respuesta inmunológica. Entonces lo que coordina la función biológica de un individuo tiene que ver directamente con la microbiota.
Jonathan Veletanga: ¿Existe diferencia entre la microbiota de un niño con respecto a la del adulto? Con base a esto ¿los probióticos deberían estar diseñados específicamente para los distintos momentos y escenarios de la vida?
Alexandra Salvador: Sí existe diferencia. A medida que un individuo crece todos los microbiomas van cambiando. En la etapa inicial tenemos los lactobacilos y las bifidobacterias. Después tenemos las bacterias Gram negativas, las enterobacterias. Y así vamos hasta llegar a la etapa adulta o geriátrica, en la cual las bacterias son completamente diferentes.
Actualmente cada vez hay más estudios que dicen que los probióticos son muy beneficiosos para la diabetes, síndrome metabólico, enfermedades alérgicas, cólico del lactante y un sinnúmero de enfermedades. Por este motivo, tenemos que identificar los tipos de probióticos y cual es su utilidad.
Manuel Baldeón: Sí hay una diferencia. Existen estudios que demuestran que aproximadamente a los 3 años de edad el niño ya establece su microbiota, luego esta se mantiene y es difícil cambiar. Además, la microbiota va a variar por varios factores: parto natural o cesárea, dependiendo del lugar donde viva, entre otros.
En relación a los probióticos, aún tenemos que hacer muchos estudios sobre el tema. Todavía no conocemos si habrá uno específico para cada patología. Embriette Hyde: Los probióticos son muy buenos y tienen su hora. Para maximizar la salud de las bacterias (microbiota) hay que fomentar la dieta. Sin embargo, los probióticos también tienen un rol en este tema.
Luis Alberto Bassante: En la práctica clínica el uso más común de los probióticos y donde más asidero científico tienen, es en el manejo de la diarrea infecciosa y la prevención de la diarrea asociada a antibióticos. La diferencia entre el uso en niños y adultos va dándose de acuerdo a los estudios y a los metaanálisis existentes.
Por el momento no tenemos una exclusividad para el uso de probióticos. Sin embargo, esto ya lo dirá la ciencia y toda la gente que trabaja en investigación.
Jonathan Veletanga: ¿Consideran que los probióticos pueden optimizar los resultados de los tratamientos de base de las diferentes enfermedades?
Manuel Baldeón: Una buena dieta nos ayuda a tener una microbiota fuerte. Entonces si una persona tiene una enfermedad que posee una relación con la microbiota como la obesidad, tenemos que decirle que haga una buena dieta y a esta podemos complementarla con el uso de probióticos.
Tenemos un proyecto de investigación en el que trataremos de modificar la ingeniería de los probióticos para que produzcan lo que nosotros queremos. Entonces, considero que sí habrá un lugar para los probióticos en este campo.
Alexandra Salvador: Creo que sí porque tienen un amplio espectro de acción, no solamente a nivel digestivo sino a nivel inmunológico, de alergia, para el cáncer y en el tratamiento de varias enfermedades. Con las investigaciones vamos a ir viendo esto. Luis Alberto Bassante: Creo que sí. Ya en este momento vemos el uso de probióticos para el manejo de pacientes con enfermedad diarreica infecciosa. Aparte de eso, también vemos cómo pacientes con colon irritable mejoran con el uso de probióticos. Entonces, en un futuro, esperemos que muy cercano, tendrán un papel muy importante en el manejo y tratamiento de ciertas enfermedades.
Embriette Hyde: Sí y no. Creo que se puede mejorar la salud con los probióticos cuando se pierden un grupo de bacterias que hacen algo específico o que ayudan con el progreso de una enfermedad. El futuro de los probióticos va por este camino.
Jonathan Veletanga: ¿En qué tipo de enfermedades pueden ser beneficiosos los probióticos?
Alexandra Salvador: Desde el punto de vista clínico pediátrico y con base a evidencia científica, los estamos utilizando en enfermedad diarreica aguda, diarrea del viajero, enfermedad inflamatoria intestinal, cólico del lactante. Todavía no hay mucha evidencia científica, pero ya hay recomendaciones para el manejo de la enterocolitis necrotizante, del síndrome de intestino irritable y el estreñimiento.
Luis Alberto Bassante: En primera instancia la diarrea infecciosa aguda. Luego está la prevención de la diarrea por antibióticos. También para colon irritable, hay muchos metaanálisis que dicen que va bien. En el tema de la alergia, existen metaanálisis en eccema atópico. En el uso de los probióticos también está la prevención del cáncer de colon y del cáncer en general, pero claro no se puede generalizar porque faltan todavía estudios.
Hay otras cosas que están en la palestra y que probablemente sean verdad, pero es cuestión de que pase el tiempo para ver resultados. A lo mejor, después de los niños autistas se vean beneficiados con el uso de probióticos. Asimismo, la depresión, el hígado graso, el sobrepeso, la obesidad, etc. (extracto de debate)