Los probióticos mejoran la función cognitiva de personas con alzhéimer
5 febrero, 2021Los probióticos son un gran aliado para la digestión, pero parece que también favorecen la salud del cerebro, ya que las bacterias que contienen pueden mejorar las funciones cognitivas de los pacientes con alzhéimer.
Los probióticos pueden mejorar las funciones cognitivas de personas con alzhéimer, según ha demostrado un estudio llevado a cabo por la Universidad de las Ciencias Médicas de Kashan, en Irán. En un trabajo anterior los investigadores descubrieron que las propiedades de los probióticos podían extenderse más allá del tracto y la flora intestinal, llegando incluso al cerebro. Esta fue la conclusión extraída de experimentos con ratones, en los que además de reducir la ansiedad y depresión, los probióticos también mejoraron su aprendizaje y su memoria.
Pero para comprobar si estos alimentos tenían los mismos efectos en seres humanos, los investigadores comenzaron un estudio con 52 pacientes con alzhéimer, con edades comprendidas entre los 60 y los 95 años. Un grupo de ellos tomó cada día 200 ml de leche rica en Lactobacillus casei, Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus fermentun y Bifidobacterium bifidum, mientras que al resto de los participantes se les dio leche común.
Transcurridas 12 semanas se realizaron análisis de sangre a los pacientes y se compararon con los resultados obtenidos antes del estudio. Además, estos tuvieron que responder al conocido como Mini examen del Estado Mental de Folstein (MMSE), que permite medir el grado de deterioro cognitivo. Este formulario también fue rellenado por las personas estudiadas antes de comenzar a tomar los probióticos, por lo que de esta manera se podía determinar una posible mejora cognitiva.
Los resultados, publicados en la revista Frontiers in Aging Neurosciencie, mostraron que los adultos mayores que habían tomado la leche enriquecida con probióticos habían mejorado los resultados del formulario, mientras que los que tomaron el placebo vieron empeoradas sus calificaciones. Hay que destacar que la mejora de los resultados fue moderada, y que a pesar de ello las personas de la muestra siguieron padeciendo un deterioro cognitivo grave.
Pero esto no fue lo único que se descubrió en esta investigación, la comparación de los análisis, antes y después de las 12 semanas, mostró que los probióticos también redujeron la cantidad de triglicéridos, de proteína C reactiva ultra sensible, lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), y de dos marcadores de resistencia a la insulina, el HOMA-IR y el HOMA-B. Esta investigación es el primer paso para trabajar en el estudio de los beneficios desconocidos de los probióticos.
El deterioro cognitivo leve puede mejorar tomando probióticos
El consumo de ciertos probióticos podría mejorar el tratamiento del deterioro cognitivo leve y prevenir el desarrollo de demencia, ya que estos microorganismo son capaces de proteger contra la neuroinflamación.
El deterioro cognitivo leve (DCL), a diferencia de la demencia, no interfiere con la capacidad intelectual del individuo para realizar las actividades cotidianas, pero puede aumentar el riesgo de desarrollar algún tipo de demencia como el alzhéimer, por lo que su diagnóstico y tratamiento pueden evitar complicaciones.
El tipo de dieta tiene una influencia decisiva sobre la microbiota intestinal o conjunto de bacterias que alberga nuestro intestino, cuyo desequilibrio o disbiosis puede originar enfermedades, y la ingesta de ciertos probióticos podría ayudar a mantener el equilibrio de esta población bacteriana y proteger frente a la neuroinflamación, que es uno de los factores que influyen en la aparición del DCL.
Así, y según ha explicado el Dr. Pedro Gil, Jefe de Servicio de Geriatría del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, existen dos componentes clave que intervienen en el desarrollo del deterioro cognitivo: uno de tipo inflamatorio y otro oxidativo. La neuroinflamación, añade el experto, se desencadena por la alteración de la barrera intestinal y la hematoencefálica, y en el caso de la primera se debe a la proliferación de ciertas bacterias –más abundantes en pacientes con DCL– que hacen que se produzca una respuesta inflamatoria que afecta al cerebro.
Alteraciones de la microbiota durante el envejecimiento
El proceso de envejecimiento también contribuye a la pérdida de la diversidad bacteriana en el intestino, favoreciendo el predominio de ciertas bacterias que pueden aumentar la fragilidad o la inmunosenescencia (alteraciones del sistema inmune asociadas a la edad) y provocar la disminución de las capacidades cognitivas.
Por todo ello, el consumo regular de determinadas cepas de probióticos, afirma el Dr. Gil, puede resultar beneficioso como adyuvante en el tratamiento del deterioro cognitivo leve y ayudar a prevenir el desarrollo de demencia al actuar sobre etapas precoces de la enfermedad. De hecho, en la actualidad los probióticos ya se están empleando para mejorar el DCL y otros problemas de salud mental como la depresión y los trastornos del estado del ánimo.