La obesidad, cerca de convertirse en la epidemia del siglo XXI

La obesidad, cerca de convertirse en la epidemia del siglo XXI

6 marzo, 2020 0 Por dropharma_admin

Con la colaboración de:

SALUD

La obesidad, cerca de convertirse en la epidemia del siglo XXI

La obesidad es una enfermedad crónica que afecta a más de 650 millones de personas en todo el mundo. Nuestro país es el segundo en Europa en porcentaje de población obesa.

Cristina Yusta

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La obesidad, cerca de convertirse en la epidemia del siglo XXI

La obesidad es una enfermedad crónica que afecta a más de 650 millones de personas en todo el mundo. Nuestro país es el segundo en Europa en porcentaje de población obesa.

Cristina Yusta

Cada año mueren casi 3 millones de personas en el mundo a causa de la obesidad, una enfermedad «mucho más frecuente y mortal que el coronavirus, por hacer una comparación de actualidad», apunta el profesor Antonio José Torres, jefe del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Clínico San Carlos (Madrid) y Catedrático de la Universidad Complutense. La obesidad es uno de los problemas de salud pública más preocupantes del siglo XXI, según la OMS, que estima que el 39% de la población mundial padece sobrepeso. 

El reconocimiento de la obesidad como una enfermedad crónica y muy prevalente por parte de las autoridades sanitarias e instituciones públicas es uno de los requisitos pendientes para aproximarse a la epidemia, señala el profesor Torres. En España se calcula que el 17% de la población es obesa -es el segundo país de Europa por detrás de Reino Unido en número de personas con esta enfermedad- y otro de los aspectos más preocupantes es que casi el 7% de los menores son obesos: “Son 11 millones de personas

entre adultos y niños, con obesidad en España”. Sin embargo, advierte el especialista, “este mensaje no está asumido por la sociedad, y esto es muy importante para que la obesidad pueda tener un correcto abordaje”.

La gravedad de la enfermedad no reside únicamente en el incremento de peso, sino en todas las enfermedades asociadas o comorbilidades, “muchas de ellas tan crónicas como la obesidad en sí”, recalca Torres. Hablamos de hipertensión arterial, aumento del colesterol, diabetes tipo 2, apnea del sueño, problemas articulares o mayor riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer. “Un grupo de enfermedades que ensombrecen el pronóstico, en el sentido de que la obesidad mata”, concluye el profesor.  

A la obesidad se le atribuyen aproximadamente 131.000 muertes en nuestro país, debido a que, de no tratarse, estos pacientes tienen mucho más riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares como un infarto o un ictus. La obesidad es ya la segunda causa de mortalidad evitable después del tabaco en España y uno de los factores que más disminuye la calidad de vida. 

¿Cómo se trata la obesidad?

Las causas de la obesidad son muy diversas, desde genéticas y endocrinas hasta aquellas que involucran la alimentación y la actividad física. Esto la convierte en una enfermedad compleja que precisa un tratamiento multidisciplinar, basado, “en primer lugar, en medidas dietéticas, en cambiar el estilo de vida. Después hay tratamientos farmacológicos, psicológicos y quirúrgicos”, explica el profesor Torres, aunque cada paciente “requiere una atención terapéutica individual en función del tipo de obesidad y las enfermedades asociadas”.

Hay pacientes en los que se indica directamente la cirugía, sobre todo “aquellos con obesidad grave o mórbida, es decir, un Índice de Masa Corporal (IMC) por encima de 40 o por encima de 35 con enfermedades asociadas”, continúa el especialista. La cirugía bariátrica ha demostrado ser el procedimiento más efectivo para lograr una pérdida de peso y la mejor alternativa a los tratamientos convencionales. 

“La cirugía bariátrica consiste en manipular el tubo digestivo para hacer que el paciente pierda peso y se corrijan ciertas enfermedades asociadas. Estas manipulaciones van desde poner un balón a hacer gastrectomía vertical o colocar un bypass gástrico”, detalla el catedrático. Con esto se consigue que el paciente se sacie antes y que el tubo gástrico no absorba todas las calorías ingeridas

En comparación con los tratamientos no quirúrgicos, este tratamiento resulta ser, en términos económicos, la estrategia más efectiva por el ahorro de costes a medio y largo plazo. “La cirugía es más cara, pero a muy corto plazo. Cuando el paciente se interviene, deja de tomar medicación, mientras que el paciente que no se opera sigue consumiendo recursos farmacológicos o quirúrgicos, como una prótesis de cadera a causa de enfermedades articulares derivadas de la obesidad”, cuenta Torres. 

Impacto económico de la obesidad

La Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO) ha determinado que los costes directos del tratamiento de la obesidad consumen un 7% del presupuesto total destinado a la sanidad en España. También hay que tener en cuenta el coste de los tratamientos de las enfermedades asociadas: del coste total de los tratamientos para pacientes con diabetes tipo 2, el 40% corresponde a pacientes con obesidad y esta enfermedad supone más del 30% de lo que se gasta en pacientes con enfermedades cardíacas. 

La prevención y los tratamientos tempranos -entre los que se incluye la cirugía bariátrica- logran la remisión de las enfermedades asociadas y una reducción importante del gasto sanitario (visitas al médico u hospitalizaciones). Pese a ello, la prevención es insuficiente ante el rápido crecimiento del número de casos.

Así, el enfoque debe ampliarse hasta abordar todos los factores de la enfermedad. “Una vez reconocida como crónica, habría que plantear unas estrategias terapéuticas que incluyan cambios en los hábitos de vida, hábitos alimentarios, incremento de la actividad física y también fármacos e intervenciones quirúrgicas”, sugiere el profesor Torres. 

Se prevé que para 2030 más del 50% de la población europea padecerá sobrepeso y la obesidad se encontrará entre las principales causas de muerte en el mundo. Ante esto, expertos y organismos como la OMS apelan a la responsabilidad social y señalan la importancia de políticas basadas en pruebas científicas que permitan que la actividad física periódica y la alimentación saludable sean asequibles y accesibles para todos