Intoxicaciones en el gato

Intoxicaciones en el gato

10 diciembre, 2020 0 Por dropharma_admin

En nuestra casa convivimos con productos que pueden ser peligrosos para los gatos, como el chocolate, el paracetamol o algunas flores. Descubre de qué sustancias debes alejarle y cómo actuar en caso de intoxicación.

Intoxicaciones en gatos: sustancias a evitar

Si hay una cualidad que caracterice a un gato esa es su curiosidad, y ésta en ocasiones puede jugarle malas pasadas, pues el consumo de ciertos alimentos, aunque sean pequeñas cantidades, o plantas pueden provocar en los gatos intoxicaciones que deriven en serios problemas de salud.

De la misma manera, el uso de medicamentos sin prescripción veterinaria es un gran riesgo pues en ocasiones usamos dosis demasiado altas o medicamentos de medicina humana que pueden tener efectos nocivos en los gatos. Igualmente tóxicos pueden resultarles otros productos que todos solemos tener guardados en algún rico de la casa al que los gatos no se resisten a entran, ya sean insecticidas, pinturas, desinfectantes, productos de limpieza…

La mayoría de estos productos contienen sustancias, enzimas y químicos que en mayor o menor medida pueden resultarles tóxicas a nuestros animales de compañía, ya que su cuerpo no está preparado para metabolizarlas y pueden hacer que aparezcan síntomas que van desde vómitos, estornudos o dificultad para respirar, a convulsiones, debilidad generalizada o pérdida de consciencia. En algunos casos, si no actuamos a tiempo, la situación puede derivar en lo peor.

A continuación vamos a citar las intoxicaciones caseras que con más frecuencia sufren nuestros gatitos, ya que conocerlas te permitirá evitarle ciertos riesgos innecesarios. A veces no es sencillo, y nuestro gato será víctima de algún tipo de envenenamiento. Tranquilo, al final te explicamos los pasos a seguir para qué sepas qué debes hacer en caso de que tu minino se intoxique.

Intoxicación en el gato por alimentos caseros

Hay una serie de alimentos caseros que no podemos ofrecer a nuestros gatos pues son tóxicos para su salud. Entre ellos tenemos el ajo, la cebolla, el chocolate, las nueces de macadamia, las pasas y las uvas:

Los ajos y las cebollas

Son especialmente tóxicos en los mininos, de manera que una pequeña cantidad produce una grave anemia y alteraciones del ritmo cardiaco y respiratorio que pueden poner en peligro su vida.

El chocolate

Para tu felino es más tóxico cuanto más puro sea, siendo letal para un gato de tres kilos una dosis de 18 gramos de chocolate puro. En las primeras 12 horas tras el consumo aparece los síntomas que nos harán sospechar de su peligroso atracón: vómitos, diarrea, nerviosismo, alteraciones cardiovasculares, fiebre, convulsiones, coma y muerte

Los caramelos

Contienen xilitol, que es un sustitutivo del azúcar, que cuando se consume en exceso puede provocar una liberación rápida de la insulina, produciendo un estado de hipoglucemia (bajada de azúcar) que mantenida en el tiempo puede ser fatal para nuestra peluda mascota.

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La uvas y pasas

Pueden provocar alteraciones en el riñón, y se sabe que el aguacate, al igual que para los perros, es muy tóxico, de manera que no es recomendable ofrecérselo a los gatos.

Las comidas caseras

En general, suelen tener demasiada sal, condimentos o azúcar y esto no es beneficioso para los gatos, por lo que debes evitar dárselas. Aunque es algo evidente, no se debe ofrecer ni alcohol ni café pues ambos son muy peligrosos para él.

Conservas

Por todos es conocido que a los gatos les gusta el pescado. Pues bien, alimentarlo exclusivamente con latas de atún puede causarle problemas cardiorrespiratorios, porque el atún enlatado carece de taurina, que es un animoácido esencial en la dieta de estos animales.

Los huesos y las espinas de pescado

Estos alimentos gatunos no son tóxicos, pero también debes evitarlas en la dieta de tu gato si no quieres tener problemas gastrointestinales como los fecalomas (heces muy duras) o la obstrucción intestinal.

Leche en gatos adultos

De la misma manera la leche, y todos sus derivados, deberían evitarse una vez que el gato se convierta en adulto, ya que con la edad pierden las enzimas que digieren la lactosa de la leche y su consumo puede provocar malestar digestivo e incluso intolerancias.

Intoxicación del gato por medicamentos de uso humano

En ocasiones pensamos que usar un fármaco que mejora nuestra salud puede favorecer también a nuestro gato, pero en realidad estamos cometiendo un gran error que puede tener consecuencias fatales para tu mascota.

El paracetamol es un antiinflamatorio que usamos comúnmente para mitigar dolores de cabeza, inflamaciones articulares o fiebre pero si se lo administramos a nuestro gato podemos causar una severa anemia o una insuficiencia renal, porque carecen de enzimas que metabolizan el fármaco. Administrando un solo cuarto de comprimido de paracetamol de 650 mg (que es la presentación farmacológica más habitual usada en medicina) sobrepasamos la dosis tóxica para un gato con un peso medio de 3 kilos.javascript:false

El ácido acetilsalicílico es el principio activo de la aspirina. Es uno de los antiinflamatorios que más usamos, es muy fácil adquirirlo y la falta de efectos secundarios en nosotros nos hace pensar que no tendrá consecuencias si se lo damos a nuestro gato enfermo. El problema de este fármaco es que en el gato la dosis terapéutica y la tóxica están muy próximas, de manera que se desaconseja su uso Cuando se administra una dosis muy alta, una aspirina en un gato de peso medio de tres kilos por ejemplo, se puede dar un cuadro agudo donde aparece depresión, anorexia, fiebre, vómitos con sangre y aumento de la frecuencia cardiaca. Esta situación desemboca en fallo renal agudo, edema pulmonar, coma y muerte. Cuando se ofrecen dosis más pequeñas pero durante más tiempo el cuadro es crónico apareciendo ulceras gástricas, que generan nauseas y vómitos, hepatitis toxica, anemia y alteraciones de la coagulación.

Intoxicación del gato por insecticidas y antiparasitarios

Los gatos son especialmente sensibles a los productos químicos para matar insectos y parásitos. Cualquier producto aplicado en la piel de los gatos les hace susceptibles de ser ingeridos debido a sus hábitos de acicalamiento. Las piretrinas, los piretroides y los organofosforados se comercializan en forma de pipetas, collares, sprays y champús para el control de los parásitos externos como las pulgas o las garrapatas.

La intoxicación del gato se puede producir por absorción del producto a través de la piel, por lamido del pelo o por ingestión accidental. Estos productos pueden generar efectos secundarios, aun usando la dosis recomendada, como salivación, hiperestesia, vómitos, diarreas y reacciones alérgicas que provocan picor y pueden desembocar en shock anafiláctico. En estos casos se recomienda lavar inmediatamente al gato, para evitar mayor absorción del fármaco por la piel, y acudir después a la consulta veterinaria.

Cuando la dosis es tóxica se produce un cuadro neurológico de una a cuatro horas tras ser ingerido. El gato puede presentar hipersalivación, tremor, desorientación, convulsiones y vocalizaciones además de vómitos, diarreas y dificultad respiratoria. El pronóstico es favorable, de uno a tres días, una vez que se elimina el fármaco de la piel y se instaura el

tratamiento de soporte adecuado.

El amitraz es un antiparasitario que se usa para el control de las garrapatas y el tratamiento de la sarna demodécica. En el mercado se puede encontrar en forma de collares antiparasitarios y en solución. Los gatos son muy sensibles y se intoxican por consumo o bien por absorción a través de la piel apareciendo los síntomas entre una y doce horas después del contacto con el producto. Los síntomas afectan al sistema nervioso, con ataxia, convulsión y letargia, al digestivo, con vómitos y alteración del tránsito intestinal, y cardiovasculares con disminución del ritmo cardiaco e hipotensión.

Cómo evitar intoxicaciones en tu gato

Evitar que tu gato se intoxique no es tarea fácil, pero existen ciertas medidas que nos ayudarán a esquivarlas lo máximo posible. En el caso de los gatos que tienen acceso al exterior es muy complicado prevenir el consumo de plantas o roedores, aunque hay que señalar que los gatos son bastante cuidadosos y suelen evitar probar sabores nuevos.

Para los gatos que se mantienen en el interior del hogar debemos tener guardados los productos químicos como los insecticidas o las pastillas de barbacoa fuera de su alcance. Recordar que lo gatos pasan gran parte del día acicalándose, de esta manera un pelo mojado con detergente o un producto aplicado localmente en su cuerpo se extiende rápidamente con la lengua.

Si tu gato se encuentra mal, acude al veterinario y nunca uses, bajo ninguna circunstancia, un fármaco de prescripción humana porque la metabolización puede ser diferente en ellos y el desenlace puede ser mortal. Además, solemos cometer el error de extrapolar la dosis en función de lo que nos manda el médico a nosotros o el pediatra a nuestros hijos, dando dosis muy altas que resultan tóxicas para el minino.

Usa un antiparasitario adecuado para él. Evita los productos en spray que mojan todo su pelo. Si optas por la aplicación de las pipetas spot-on recuerda aplicarla abriendo bien el pelo en la zona del cuello donde nunca llegara a lamerse. Tenle vigilado hasta que el producto se absorba y si tienes más de un gato controla que no se lo laman entre ellos. Actualmente existen en el mercado comprimidos orales para la prevención de pulgas y garrapatas que son muy seguros y eficaces.

Alimenta a tu gato con un pienso comercial, bien seco o húmedo o combinado, adecuados a su edad y condición médica. Es la mejor manera de asegurar una dieta equilibrada y sana. Evita los alimentos caseros y los dulces que no estén diseñados para ellos.

Qué hacer si tu gato sufre una intoxicación

Si por desgracia tu gato es víctima de una intoxicación tras haber ingerido alguno de los alimentos o sustancias que te hemos relatado como potencialmente peligrosos para su salud, hay que actuar rápido pero con calma. Es importante que conozcas los pasos a seguir en función de que se haya intoxicado. Así:

  • Si la contaminación es por contacto directo lava rápidamente con abundante agua la zona del gato expuesta al tóxico (boca, patas, pelo). Esto evitara la absorción de la sustancia en cuestión. No uses para ello jabones ni disolventes. Lo mejor es que le pongas un cabezal si tienes en casa, y si no envuélvelo en una toalla para evitar que se lama. Una vez lavada la zona y controlado el lamido acude al veterinario para valorar los posibles efectos de fármaco a corto y largo plazo.
  • Si la intoxicación es por ingestión lo único que debes hacer es coger a tu mascota e ir urgentemente al veterinario. No intentes provocar el vómito, pues puede ser peligroso con ciertos tóxicos como los abrasivos o provocar alteraciones secundarias como la neumonía por aspiración. Si lo que ha comido es un producto químico, lleva al veterinario la etiqueta con la composición. Si es una planta y no conoces su nombre, una foto puede ser útil para ayudar a identificarla.

Lo más probable es que el veterinario precise hospitalizar al gato para poder administrar terapia de soporte y controlar los síntomas. Además, puede ser necesario realizar pruebas complementarias como analíticas sanguíneas y bioquímicas para valorar el alcance del daño en órganos internos.

El pronóstico de la intoxicación del gato dependerá de factores dependientes del tóxico, como el tipo de sustancia, el tiempo que ha pasado desde el contacto con él o la dosis ingerida. Pero también del propio gato, como la edad o su estado sanitario.