Humboldt, el genio romántico que anticipó el cambio climático

Humboldt, el genio romántico que anticipó el cambio climático

26 septiembre, 2019 0 Por Galina Oyarzun

El científico, explorador y humanista alumbró la idea de que la naturaleza es un todo del que formamos parte. Su legado cobra pleno sentido cuando se conmemoran 250 años de su nacimiento

JACINTO ANTÓN22 SEP 2019 – 16:03 CEST

Humboldt no era nada corriente. Desde luego. “El hombre más grande desde el diluvio”, lo definió, poniéndose algo estupendo, el rey Federico IV de Prusia. Observas la larga (89 años) y prolífica vida del sabio prusiano Alexander von Humboldt —el 250º aniversario de cuyo nacimiento se cumplió el pasado día 14—, sus viajes, sus exploraciones, sus aventuras, sus relaciones con los grandes personajes de su tiempo, sus actitudes, sus teorías; te asomas a sus escritos y a lo que otros han escrito de él, y no puedes sino asombrarte de lo que hizo y de lo que pensó, con tanta intensidad, y de cómo se adelantó en tantas cosas a su época —la naturaleza como un todo interactivo, conectado y como un organismo vivo, el cambio climático, la idea de especie clave, incluso el nature writing—, marca distintiva de los verdaderos genios. Se ha dicho que plantó las semillas de nuestro mundo y, tan amante de las plantas, sin duda no le disgustaría la imagen. En este Año Humboldt se le está recordando y reivindicando; se le dedican libros, exposiciones, conferencias, conciertos e incluso un musical. Entre lo que más se valora ahora de su legado está, además de su visión holística, el que hace ya dos siglos advirtiera el cambio climático provocado por el ser humano y alertara sobre el fenómeno. Se dio cuenta en Venezuela, en el lago de Valencia o Tacarigua, de cómo la deforestación provocada por los europeos alteraba la climatología y provocaba catástrofes. La humanidad estaba cambiando el clima. Fue un ecologista avant la lettre, con actitudes insólitas para su tiempo. También era un adelantado del trabajo en red, como decimos nosotros: no tenía Internet, claro, pero se mantenía al día de todos los descubrimientos y debates científicos mediante un uso increíble de la correspondencia y de los contactos internacionales con otros científicos de su época. Creía en el flujo libre de ideas e informaciones y en que no había fronteras para la ciencia, incluso entre países en guerra.