Escoliosis

Escoliosis

18 noviembre, 2020 0 Por dropharma_admin

La escoliosis es una condición que se caracteriza por una desviación de la columna vertebral. Aunque puede afectar a pacientes de todas las edades, a menudo se presenta en la infancia, durante el proceso de crecimiento. 

La escoliosis es una afección que se produce cuando la columna vertebral se curva o se tuerce hacia un lado. Dicha deformidad hace que la columna luzca en forma de “S” o “C”; además, puede sacar la caja torácica de su posición y ejercer presión sobre los músculos de la espalda, lo que produce dolencias.

De acuerdo con la Asociación Americana de Cirujanos Neurológicos (AANS),  cerca del 80% de los casos no tienen causas establecidas. A menudo se origina en niños pequeños con enfermedades como la parálisis cerebral infantil y la distrofia muscular. Además, se estima que unos 3 o 4 de cada 1.000 niños necesitan tratamiento especializado por esta enfermedad.

Por fortuna, en la actualidad hay disponibles varias opciones terapéuticas que ayudan a prevenir su progresión para que no afecte le calidad de vida. Incluso, en casos graves, los pacientes pueden recurrir a una cirugía para corregir la desviación de la columna.

¿Qué es la escoliosis?

La escoliosis es una curvatura anormal de la columna vertebral que no tiene que ver con un cambio de postura y que no puede ser corregida de forma voluntaria por el paciente. Causa una alteración anatómica en la columna, haciendo que adquiera la forma de una “S” o “C”. La curvatura se puede formar en una sola dirección, pero también pueden aparecer dos al mismo tiempo, una superior y otra inferior en direcciones opuestas.

En la mayoría de los casos se desarrolla durante el periodo de crecimiento, antes de la etapa de la pubertad; no obstante, puede afectar a personas de todas las edades. Si bien casi siempre es leve, algunos pacientes presentan deformidades que van empeorando conforme pasa el tiempo. Muchos, de hecho, desarrollan complicaciones que llegan a ser incapacitantes.

Clasificación de la escoliosis

Gran parte de los casos de escoliosis corresponden a la escoliosis idiopática, es decir, aquella que no tiene una causa definida. Esta forma de la enfermedad se clasifica de acuerdo a la edad del paciente; por ello, podemos distinguir los siguientes tipos de escoliosis:

  • Lactante: 0 a 3 años
  • Juvenil: de 4 a 10 años
  • Adolescente: 11 a 18 años.
  • Adulto: mayores de 18 años

Dado que los médicos logran identificar la causa en alrededor del 20% de los casos, también hay otras formas de clasificar la enfermedad. Estas incluyen:

  • Escoliosis congénita: se presenta al nacer. Ocurre cuando las costillas o las vértebras del bebé no se forman correctamente.
  • Escoliosis neuromuscular: se produce por una alteración del sistema nervioso que compromete los músculos. Estos abarcan: parálisis cerebral, espina bífida, polio y distrofia muscular.

También podemos clasificar la escoliosis como estructura o no estructural. En el primer caso, la curvatura de la columna vertebral tiene su origen en una lesión, defecto congénito o lesiones. En la escoliosis no estructural describe las desviaciones temporales que pueden ser fijadas.

Causas de la escoliosis

En la mayoría de los casos, los médicos no consiguen establecer las causas de la escoliosis. Sin embargo, se sabe que el factor hereditario desempeña un papel muy importante. Los pacientes que tienen familiares con esta condición tienen más probabilidades de desarrollarlo en comparación con alguien sin este historial. Otras posibles causas son:

  • Enfermedades neuromusculares, como la parálisis cerebral infantil o la distrofia muscular.
  • Defectos congénitos que alteran la formación de los huesos de la columna vertebral del bebé, como la espina bífida.
  • Traumatismos o infecciones que comprometen a la columna vertebral.

Factores de riesgo

Uno de los factores de riesgo de la escoliosis es el historial familiar. Hay más riesgo de desarrollar esta desviación cuando uno o varios miembros de la familia han tenido la enfermedad. Sin embargo, cabe aclarar que la mayoría de niños diagnosticados no tienen ningún tipo de antecedente familiar.

Ahora bien, la edad es otro factor que incide en el riesgo de esta condición. Gran parte de los casos se detectan en la infancia, durante los primeros siete años de vida o antes de la pubertad. En cuanto al sexo, las niñas tienen más predisposición a desarrollar una forma grave de escoliosis.

Síntomas

Los casos más leves de escoliosis suelen ser asintomáticos. En ocasiones, los síntomas empiezan a ser notorios cuando la desviación en la columna no se controla y se hace más severa. En general, se puede manifestar con:

  • Asimetría de los hombros o cadera (un hombro se nota más alto que el otro)
  • Cansancio en la columna al adoptar una misma postura por mucho tiempo
  • Cintura dispareja
  • Dolor de espalda o lumbago
  • Curvatura evidente de la columna hacia un lado

Cuando la curvatura empeora, la columna vertebral también rota y se encorva de un lado a otro. Esto puede hacer que las costillas de un lado del cuerpo se noten más que del otro. Por otro lado, si el área del tórax resulta comprometida, es posible percibir dificultades para respirar.

Muchos pacientes con escoliosis no presentan síntomas. Sin embargo, si la desviación es severa o si no hay un control oportuno, se pueden presentar signos como posturas anormales, asimetría de los hombros o cadera y cansancio prolongado.

Complicaciones

Intervenir de forma oportuna la escoliosis disminuye de manera significativa el riesgo de complicaciones. Sin embargo, si no se hace nada para su tratamiento, la condición puede empeorar con los años, detonando problemas más graves, especialmente durante la edad adulta. Algunas complicaciones frecuentes son:

  • Daño cardíaco y pulmonar
  • Problemas en la espalda o dolor crónico
  • Aspecto (hombros disparejos, costillas prominentes y caderas desalineadas)

Diagnóstico

Para llevar a cabo el diagnóstico de la escoliosis, el médico revisa el historial clínico del paciente y hace un interrogatorio. Posteriormente, procede a realizar una exploración física para establecer aspectos cómo:

  • Altura de los hombros
  • Ángulo toracobraquial (relativo al tórax y al brazo)
  • Ubicación de las escápulas u omóplatos
  • Joroba en la visión lateral con inclinación del tronco
  • Alteraciones en la piel sobre la zona de las vértebras

Exámenes médicos

Aunque una simple exploración física puede ser suficiente para detectar una curvatura anormal en la columnaes necesario realizar otros exámenes médicos, ya que en ocasiones la deformidad es peor de lo que se observa en el primer análisis. Las pruebas incluyen:

  • Medición de la columna (examen con escoliómetro)
  • Radiografías simples
  • Resonancia magnética de la columna

Tratamiento

El tratamiento para la escoliosis depende en gran medida del grado de curvatura de la columna vertebral y la edad del paciente. Los casos más leves no requieren tratamientos con dispositivos de inmovilización o cirugía; estos, a menudo, mejoran con fisioterapia y cambios en el estilo de vida.

Sin embargo, si la curvatura es notoriamente severa, o tiende a empeorar, el médico puede sugerir otras opciones de tratamiento. El objetivo será controlar y evitar dolencias asociadas, y reducir la progresión de la desviación en la columna vertebral

Pronóstico

Los pacientes con escoliosis pueden evitar la progresión de los síntomas si logran un diagnóstico y tratamiento en sus etapas iniciales. Sin embargo, el pronóstico puede variar de acuerdo a su causa y gravedad. Los casos más leves no suelen causar complicaciones a largo plazo.

En cambio, cuando la columna presenta una curvatura severa puede haber daños en los nervios, músculos y tejidos. Debido a esto, se puede presentar dolor severo, limitación del movimiento y otros síntomas que tienden a empeorar con el tiempo.

La escoliosis puede reducir la calidad de vida al limitar la capacidad para hacer algunas tareas cotidianas. Por eso, es importante que los pacientes tengan constante apoyo psicológico, familiar y social. Acudir a grupos de apoyo puede ser clave para comprender mejor la enfermedad.

Prevención

Dado que en la mayoría de los casos se desconoce la causa de la escoliosis, es difícil establecer medidas para su prevención. Sin embargo, hacer exámenes rutinarios es determinante para detectar la desviación de la columna en sus etapas iniciales. Estas pruebas a menudo se hacen en niños o pacientes que tienen antecedentes familiares. Otras medidas que ayudan a cuidar la salud de la columna vertebral son:

  • Hacer ejercicio físico moderado.
  • Practicar yoga y ejercicios de estiramiento.
  • Evitar los esfuerzos que sobrecarguen la columna.
  • Mantener una buena alimentación.
  • Evitar malos hábitos como el tabaquismo y consumo de alcohol.

Los síntomas causados por la escoliosis también pueden tener su origen en otras enfermedades. Por eso, tras experimentarlos, lo mejor es acudir al médico para recibir un diagnóstico preciso. El profesional puede ayudar a desarrollar un completo plan para manejar el dolor.

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