Distensión abdominal o vientre hinchado

Distensión abdominal o vientre hinchado

9 febrero, 2021 0 Por dropharma_admin

¿Quién no ha sentido alguna vez la desagradable sensación de sentir su vientre hinchado? En este artículo encontrarás las causas más comunes de este problema y cómo solucionar cada una de ellas.

Qué es la distensión abdominal

Quién no se ha sentido alguna o muchas veces incómodo o molesto por la desagradable sensación de sentir su vientre hinchado? Estas molestias pueden llegar a ser muy frecuentes, incluso tanto que determinadas personas conviven con ellas a diario y ya las padecen como algo habitual. Con frecuencia, la mayoría de las veces que se produce esta sensación se da tras haber realizado una comida excesiva, aunque existen otras causas que veremos a continuación.

La distensión abdominal, también llamada vientre o abdomen hinchado, y que se denomina de manera común barriguita prominente, puede producirse tanto en personas delgadas como en aquellas que son obesas. Sin embargo, la sensación de aumento que se produce en la zona abdominal es más evidente cuando el resto del organismo está dentro de unas medidas saludables. Además, son las mujeres quienes más refieren este problema, aunque no es exclusivo del sexo femenino.

Y no es únicamente un problema estético, ya que este aumento de volumen también nos hace sentir incómodos, pesados, doloridos, provoca que la ropa nos apriete (pantalón, falda, cinturón o incluso ropa interior), estamos más irritables, el ritmo intestinal que lleva nuestro organismo se altera y nos estresa y obsesiona el hecho de que no luzcamos un vientre plano, tal y como los cánones preestablecidos dictaminan.

En muchas ocasiones, la distensión abdominal constituye un síntoma de alguna patología o de algún trastorno digestivo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, unas modificaciones en los hábitos dietéticos serán suficientes para acabar con el problema de la tripa inflada. Veamos a continuación sus causas y soluciones.

Causas y soluciones de la distensión abdominal

Vamos a comprobar a continuación cómo el origen de la inflamación de la zona abdominal es multifactorial y cada persona ha de examinar su molestia concreta para poner remedio a la misma. Estas son las causas de distensión abdominal o abdomen hinchado más frecuentes:

Problemas digestivos

ntolerancias alimentarias

Cuando el intestino es incapaz de digerir con normalidad algún componente habitual de nuestra dieta (lactosa, gluten, etcétera) se padece una intolerancia a ese ingrediente. Al no poder ser digerido, el elemento, en lugar de pasar hacia el torrente sanguíneo, continúa su camino hacia las partes terminales del intestino arrastrando a su paso agua y produciendo cierto dolor en forma de rayadas, diarreas y gases. Por este motivo, uno de los síntomas más habituales de intolerancia es la inflamación abdominal.

SOLUCIÓN: ante una intolerancia, la medida inmediata es eliminar temporalmente el componente rechazado e ir introduciéndolo paulatinamente hasta llegar al umbral de tolerancia. Asimismo, es recomendable la visita al dietista-nutricionista para hacer una revisión del plan de alimentación, ya que, si restringimos muchos alimentos en nuestra dieta, ésta puede tener deficiencias.

Dispepsia

Digestión lenta y retraso en el vaciado gástrico. De este modo, el proceso digestivo se enlentece y se producen mayor número de fermentaciones dando lugar a gases intestinales producidos por la microflora del colon, millones de bacterias beneficiosas que habitan en nuestro intestino.

SOLUCIÓN: no tomar comidas muy copiosas que provoquen digestiones lentas. Resulta más fisiológico hacer ingestas moderadas con cierta frecuencia. Además, de todos los nutrientes, los más difíciles de digerir y que más retrasan el vaciado del estómago son las grasas, así que si reducimos grasas en nuestra dieta, la digestión será más rápida y se ocasionarán menos aires. Algunas infusiones como la de hinojomanzanilla o menta están especialmente indicadas.

Enfermedades intestinales

Enfermedad de Crohn, síndrome de intestino irritable

Enfermedades del tubo digestivo, como la enfermedad de Crohn, que, en sus brotes más agudos, cursan con alteración de ritmo intestinal produciendo tanto oclusiones (paradas) de las heces como digestiones incompletas con fermentaciones posteriores en el colon, por parte de la flora intestinal que provoca gases.

SOLUCIÓN: el diagnóstico precoz, junto con el seguimiento de las pautas dietéticas propuestas por el experto de nutrición para cada fase del proceso, hará que los brotes agudos se sobrelleven con la menor sintomatología posible.

Ruptura o laxitud de los músculos rectos abdominales

En este caso, los músculos son incapaces de cumplir con su función de contención de la masa abdominal que sale hace la parte exterior produciendo un aumento de la tripa.

SOLUCIÓN: la práctica regular de actividad física en la vida cotidiana, adaptada a las necesidades y capacidades, hará que los músculos estén más en forma, especialmente tras un embarazo, un adelgazamiento rápido o la tendencia a la flaccidez. Cuando la ruptura muscular es total, la cirugía será la mejor opción.

Otras enfermedades

Ascitis o retención de líquidos

Si, por múltiples circunstancias, tenemos tendencia a los edemas y los líquidos se quedan acumulados en nuestro organismo, hay determinadas zonas donde lo hacen de forma más intensa: extremidades inferiores y zona abdominal.

SOLUCIÓN: cuidar la enfermedad de base que está ocasionando la retención de líquidos es la mejor manera de poner freno a este proceso. Asimismo, existen remedios para paliar la ascitis: reducir la sal en las comidas, aumentar la ingesta de agua, tomar alimentos diuréticos, que fuerzan la diuresis, cantidad de orina diaria, y seguir las indicaciones médicas pertinentes.

Problemas dietéticos

El exceso o escasez de fibra en la dieta y la presencia de gases a nivel abdominal son otros dos importantes causas de distensión abdominal que trataremos en el siguiente apartado de manera más detallada.

Fibra, gases y distensión abdominal

Pocas contradicciones son tan evidentes como esta: tanto la escasa cantidad de fibra en la dieta como el contenido abundante de la misma fibra es capaz de desencadenar una sintomatología similar: la distensión abdominal.

La fibra es un tipo de polisacárido que no se digiere y avanza por el intestino hacia el ano, sirviendo en parte de alimento para los microorganismos que habitan en esa zona, y en parte formando la masa fecal. Veamos qué ocurre en cada caso y cómo afecta la escasez o exceso de fibra al vientre hinchado.

Escasez de fibra y vientre hinchado

Si la ingesta de fibra es escasa, las heces no podrán adquirir un tamaño normal hasta pasado cierto tiempo, ya que la fibra dietética es el principal componente de las mismas. La cantidad recomendada ronda los 25-35 g/día y, si no se alcanza, es frecuente que se produzca estreñimiento con retención de las heces en el conducto intestinal y mayor eliminación de agua de las mismas, por lo que, conforme pasa el tiempo, las heces se secan y se endurecen. Así, pueden pasar varios días produciendo una acumulación de heces que no son capaces de provocar la distensión suficiente del intestino para que se produzcan los denominados “movimientos en masa” que originan la defecación.

Solución: Incrementar el consumo de fibra diaria de forma progresiva, ya que si se realiza de manera brusca, se puede provocar una malabsorción y nuevamente la inflamación por el motivo contrario. La fibra se introduce en forma de cereales integrales, cinco raciones de fruta y verdura al día, preferentemente cruda, y legumbres, tomadas de forma habitual. Se recomienda acompañar todo esto con una ingesta de líquidos adecuada, como mínimo un litro y medio de agua al día.

Exceso de fibra y vientre hinchado

Por el contrario, si la ingesta de fibra dietética es demasiado elevada, puede hacer que se produzca una malabsorción de determinados componentes dando lugar a un incremento de la velocidad a la circula la masa fecal por el intestino y, así no dar tiempo a formarse las heces como tal. En este caso, se produce una diarrea que puede provocar hinchazón. Esta circunstancia se puede original también cuando se cambian los hábitos dietéticos de forma muy brusca y no se da tiempo a la habituación intestinal.

Asimismo, parte de la fibra que tomamos sirve de alimento a la flora intestinal y estos microorganismos la fermentan con la obtención de energía para su supervivencia y la producción de gas. Especialmente, algunos tipos de oligosacáridos, como la rafinosa y la estaquiosa, presentes en leguminosas, coles, etcétera. son muy propensos a provocar meteorismo. Estos alimentos son flatulentos porque colaboran en la producción de gases intestinales.

Solución: Reducir la cantidad de fibra dietética o repartirla mejor a lo largo del día. Los alimentos más molestos suelen ser las leguminosas por su capacidad de producir gases. Un recurso muy utilizado es practicar cierta actividad tras la ingesta de estos platos para lograr una movilización del intestino y conseguir expulsar los gases retenidos. Cocinar las legumbres añadiendo un poco de comino; utilizar la doble cocción (cuando el agua rompe a hervir, cambiarla y volver a empezar); poner a remojo las legumbres al menos desde la noche anterior; cocinarla de modo lento; no dejar las leguminosas al dente; eliminar el hollejo con ayuda de un pasapurés, son algunas de las formas de mejorar la tolerancia a estos alimentos. Además, masticar muy bien los alimentos hace que el proceso digestivo se aligere, así como el uso de ciertas plantas carminativas como el anís, la melisa o la mejorana.

Gases a nivel abdominal

Otras veces, los gases presentes en el colon no están originados por la flora microbiana, sino que proceden de algunos malos hábitos. Tomar gas a través de determinadas bebidas, masticar chicle o chupar caramelos, beber con pajitas, masticar con la boca abierta, hablar en exceso o silbar durante las comidas, hace que traguemos gran cantidad de aire que puede provocar los molestos gases.

Solución: Evitar las bebidas con gas: refrescos, gaseosas, agua con gas, sifón… No usar pajitas, reducir el consumo de chicles o masticar con la boca cerrada también hace que traguemos menor cantidad de aire.

Alimentos que mejoran la distensión abdominal

En general, los alimentos naturales son más recomendables para aliviar los síntomas de la distensión abdominal. Otra regla es que cuanto más procesado está un producto mayor adición de sal, azúcar, grasa, etcétera lleva y, por tanto, menos acertado es tomarlos si queremos evitar la hinchazón abdominal.

Estos son los alimentos que mejoran la distensión abdominal:

  •  Lácteos: leche y derivados bajos en grasa. Siempre descartando la posible intolerancia a la lactosa. Especialmente recomendados son los probióticos, alimentos que contienen bacterias que se pueden incorporar la flora intestinal: lácteos fermentados (yogures, quesos, kefir…).
  •  Verduras, hortalizas y frutas: dependiendo de si existe mala tolerancia a la fibra o estreñimiento. Si existe estreñimiento, tomar la verdura mejor cruda y la fruta entera y con piel. Además, los alimentos como verduras y hortalizas poseen capacidad diurética al contener potasio y agua en cantidad importante.
  •  Leguminosas: siguiendo las pautas para mejorar la posible flatulencia.
  •  Cereales: serán integrales o no según la necesidad de tomar fibra. La bollería es preferible tomarla solo casera. Descartar una intolerancia al gluten.
  •  Carnes: magras o con poca grasa.
  •  Pescados: blancos o prácticamente libres de grasa.
  •  Huevos: tomarlos en cantidad moderada. En forma de tortilla, huevo cocido o pasado por agua.
  •  Grasas: también en cantidad moderada, preferiblemente de origen vegetal, como frutos secos y aceite de oliva virgen.
  •  Bebidas: agua, zumos naturales, infusiones digestivas.

Hábitos saludables para prevenir el vientre hinchado

Existen también algunos hábitos muy aconsejables para evitar la distensión abdominal o vientre hinchado, como:

  • Comer de forma lenta, usando siempre los cubiertos y evitando distracciones como el televisor o el ordenador, para así ser conscientes de la cantidad de alimento que se ingiere.
  • Fraccionar la dieta.
  • Realizar cierta actividad física.
  • También debemos intentar controlar el estrés.
  • Intentar llevar una dieta lo más saludable posible, con restricción de grasas y predominio de alimentos de origen vegetal.
  • En cuanto a las formas de cocinado, las mejores son: hervido, al vapor, al horno y a la plancha