Degeneración macular
13 octubre, 2022la retina es una membrana sensible a la luz que está situada en la superficie interna de la zona posterior del ojo, y que cuenta con una gran cantidad de vasos sanguíneos que la nutren con sangre y oxígeno. El centro de la retina se denomina mácula, reúne la mayor densidad de nervios sensibles a la luz, y gracias a ella nuestra visión es más nítida y detallada. La córnea y el cristalino se encargan de concentrar la luz sobre la retina, y el nervio óptico, por su parte, capta las señales de luz y las transmite al cerebro, donde se interpretan como imágenes visuales.Cuando la mácula, el área central y más importante de la retina, se deteriora, se produce una enfermedad conocida como degeneración macular, que se caracteriza por una disminución progresiva de la agudeza visual, discromatopsia (alteración en la percepción de los colores), metamorfopsia (distorsión visual cuyo síntoma básico es la percepción de las líneas torcidas y los objetos más pequeños o grandes de lo que realmente son), y sensación de deslumbramiento ante estímulos luminosos. Sin embargo, la visión periférica y la capacidad para distinguir los colores no se ven afectadas.
Tipos de degeneración macular
Se pueden distinguir dos formas diferentes:
- Forma seca o atrófica (80%): caracterizada por la aparición de drusas y zonas de atrofia. El paciente puede notar que su visión es borrosa, y que necesita más luz para leer. Puede afectar a un solo ojo, o a ambos. En general esta forma produce una pérdida de agudeza visual progresiva que suele evolucionar a lo largo de años, pero en ocasiones puede degenerar en la forma húmeda, que es más grave. Además, no es posible predecir si la forma seca se convertirá en húmeda.Forma húmeda o exudativa: es menos frecuente que la anterior, pero su pronóstico es mucho peor, ya que ocasiona una grave y rápida disminución de la agudeza visual, la mayoría de las veces poco o nada reversible. Se considera como degeneración macular avanzada y se produce cuando vasos sanguíneos anormales comienzan a crecer debajo de la mácula y, debido a su fragilidad, gotean sangre, que se acumula y daña la mácula. Se debe sospechar ante la aparición de metamorfopsias, que consisten en que el paciente ve las líneas rectas torcidas u onduladas. Esta alteración se puede comprobar con la rejilla de Amsler.
Causas de la degeneración maculara degeneración macular afecta sobre todo a las personas mayores (es muy raro que aparezca antes de los 55 años, y normalmente se manifiesta a partir de los 70 o 75 años), y se debe a daños en los vasos sanguíneos, o al crecimiento de nuevos vasos sanguíneos dentro o alrededor de la mácula. Esto puede ocurrir cuando la persona padece algún otro trastorno y, sobre todo, con la diabetes.
Otros factores de riesgo asociados al deterioro de la retina son: hipertensión mal controlada, aterosclerosis, insuficiencia renal crónica, exposición a radiación solar intensa y predisposición genética o antecedentes familiares.
La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es la causa más frecuente de ceguera en personas mayores de 65 años. El riesgo de padecer esta enfermedad es superior al 10% en los mayores de 85 años, y afecta en igual proporción a hombres y mujeres. Con respecto a la raza es menos frecuente en personas de raza negra.
El epitelio pigmentario de la retina sufre los fenómenos del envejecimiento, ya que no se regenera, y se van acumulando materiales de desecho; así se forman las llamadas drusas, que son depósitos de materia, de color amarillo, que se sitúan bajo la retina, y que el oculista puede detectar mediante un examen completo de los ojos. Aunque las drusas por sí solas no ocasionan la pérdida de visión, el riesgo de padecer degeneración macular se incrementa si aumenta el número de drusas o su tamaño.Poco a poco se van produciendo alteraciones en la llegada del riego sanguíneo a la zona, por lo que se crean nuevos vasos sanguíneos, que no funcionan bien; esto ocurre en estadios tardíos de la enfermedad, y finalmente se desarrolla un tejido cicatricial, que es lo que produce una severa e irreversible pérdida de la visión que puede llegar a la ceguera
Síntomas de la degeneración maculara degeneración macular es una afección indolora, que al principio puede ser también asintomática, mientras que a medida que progresa la enfermedad se aprecia una disminución de la visión central, pero conservando la visión periférica. Esta pérdida de visión puede ser paulatina o muy rápida.
El síntoma más común en la degeneración macular seca es la visión borrosa. Con frecuencia, los objetos en la visión central aparecen distorsionados y opacos, y los colores se aprecian desvanecidos. El paciente puede tener dificultad para leer, escribir, o ver otros detalles, pero puede ver lo suficientemente bien para caminar o realizar actividades de rutina.
A medida que la DMAE empeora, el afectado puede necesitar más luz para leer o llevar a cabo las tareas diarias, y otros síntonas que puede experimentar son:
- Las líneas rectas se aprecian torcidas y onduladas.
- Una mancha borrosa u oscura aparece en el centro de la visión, y se vuelve gradualmente más grande y más oscura.
- Se produce una alteración en la percepción del tamaño de los objetos o de la profundidad, así como problemas para calcular las distancias.Dificultad para distinguir colores o texturas.
- Problemas para adaptarse a los cambios de iluminación.
- En las fases tardías puede no ser capaz de reconocer las caras hasta que las personas estén cerca.
Diagnóstico de la degeneración macular
ara diagnosticar la degeneración macular es preciso acudir al oftalmólogo para que realice un examen completo de los ojos, con pruebas como:
- Oftalmoscopia: se emplea un dispositivo denominado oftalmoscopio para examinar el fondo de ojo del paciente.
- Prueba de agudeza visual: que mide la capacidad visual a diversas distancias.Dilatación de las pupilas: se ponen unas gotas en los ojos, que dilatan las pupilas y después el médico, con una lente de aumento, examina la retina y el nervio óptico para determinar si existen signos de degeneración macular o algún otro trastorno.
- Tonometría: mide la presión dentro del ojo.
- Angiografía con contraste: en esta prueba se inyecta al paciente un líquido de contraste (una especie de tinte) y se toman fotografías cuando circula por los vasos sanguíneos del ojo, lo que permite al médico examinar el flujo sanguíneo de la retina.
- Tomografía óptica de coherencia (TOC): es una técnica de imagen que facilita el diagnóstico de diversas patologías oftalmológicas.
- Rejilla de Amsler: se le pide al paciente que observe primero con un ojo y luego con el otro, el punto central de la cuadricula dibujada sobre una hoja dentro de un cuadrado esta cuadricula puede estar impresa con líneas blancas sobre fondo negro, o viceversa (lo más frecuente). Se pregunta al paciente si observa alguna irregularidad en las líneas. Las irregularidades que pueden apreciarse son líneas onduladas, inclinadas o dobladas, de apariencia gris o borrosa, o líneas ausentes en ciertas zonas de distorsión con mayor. La rejilla se observa a unos 30 cm.