¿Cómo aumentar el sistema inmunológico rápidamente?
4 enero, 2022Al momento de hablar de un escudo protector para el cuerpo humano se puede pensar en el sistema inmunológico, el cual protege al cuerpo de muchas enfermedades y de los ataques que pueda sufrir por parte de bacterias y virus generadores de infecciones.
Si el sistema inmunológico funciona perfectamente puede proteger al organismo de muchas enfermedades; de allí la importancia de aumentar y cuidar este sistema tan importante.
El proceso en el cual entra en acción el escudo protector es conocido como proceso inmunológico. Este proceso entra en acción cuando un agente peligroso o infeccioso entra en el organismo.
Cualquier agente externo que entre al organismo puede ser reconocido por el sistema inmunológico como un posible peligro, son los llamados antígenos. Todos los antígenos deben ser y serán eliminados por el sistema inmunológico.
El sistema inmunológico protege el organismo de dos maneras:
- Defensa: comportándose como un escudo protector que evita la entrada de cualquier agente peligroso que pueda generar enfermedades o infecciones. Pese al esfuerzo que muestra este escudo, algunos organismos logran pasar.
- Combate: atacando cualquier agente extraño que logre entrar en el cuerpo. Esta acción la realiza produciendo proteínas y glóbulos blancos, estos trabajan juntos combatiendo estos agentes que pueden dañar la salud.
El sistema inmunológico también puede combatir contra problemas que aparezcan en el organismo como lo son las células cancerígenas.
La mayoría de las veces, el sistema inmunológico logra el objetivo de mantener la integridad del organismo, pero a veces hay situaciones que lo superan. De allí la importancia de saber cómo aumentar el sistema inmunológico rápidamente.
¿Cómo aumentar el sistema inmunológico rápidamente de manera natural?
A la hora de pensar o buscar un método apropiado de cómo aumentar el sistema inmunológico rápidamente se debe tener en cuenta en primer lugar, la alimentación. Es sorprendente cómo los alimentos influyen en toda la salud.
Se debe dar real importancia a tener una dieta balanceada en combinación con un estilo de vida saludable, incorporando nutrientes apropiados y una rutina de ejercicios regular, así como asegurar un buen descanso.
Aumentar las defensas del organismo contribuye a evitar enfermedades de todo tipo, empezando por el resfriado común hasta algunos tipos de artritis, por ejemplo.
Un sistema inmunológico fortalecido incluso nos ayudará a estar preparados a cualquier cambio climático o ambiental.
Aquí les mostramos los mejores recursos que ofrece la naturaleza para promover un sistema inmune eficiente que nos mantenga sanos por más tiempo:
Vitamina C: muchos mamíferos son capaces de producir esta vitamina por sí solos, pero los seres humanos deben incluirla en su dieta diaria.
Cuando se tiene una carencia de vitamina C, el organismo tiene una baja resistencia a agentes invasores que pueden afectar la salud del organismo.
Entonces incluyamos esta poderosa vitamina en el organismo y así ayudar a potenciar la defensa del cuerpo ante los peligros externos.
Por eso se deben consumir vegetales y frutas como los pimientos rojos y verdes, el kiwi y algunas otras frutas y verduras.
Tradicionalmente las frutas cítricas como la naranja y el limón son las más ricas en vitamina C, pero los frutos del bosque como los arándanos brindan cantidades aún mayores.
Carotenos: actúan como antioxidante natural para el organismo y se encuentran dentro de las células vegetales de muchas frutas y verduras.
Se pueden encontrar en las frutas y verduras de color naranja y amarillo, ya que los carotenos son los encargados de aportarles ese color.
Flavonoides: también poseen cualidades antioxidantes, pero posee un gran papel eliminando radicales libres del organismo. Se puede encontrar en muchas verduras y vegetales, en semillas y en bebidas como la cerveza y el vino.
Minerales y alimentos importantes que fortalecen el sistema inmune
Zinc: este mineral es un micronutriente muy necesario para muchas enzimas y algunas funciones del organismo.
Juega un papel protagónico durante el crecimiento y el desarrollo, además ayuda al metabolismo de proteínas, carbohidratos y grasas. Contribuye al bienestar del sistema nervioso y el sistema inmunológico.
El zinc no se puede aprovechar de las frutas y hortalizas, ya que poseen una cantidad muy baja y no son aprovechables por el cuerpo humano.
Se puede encontrar y aprovechar de las ostras y los camarones; en la carne de vacunos, pollo, pescado e hígado; frutos secos, tubérculos, cereales y legumbres.
Selenio: este micronutriente funciona como antioxidante y ayuda a potenciar la salud del organismo, sobre todo junto a la vitamina E.
Se puede encontrar en las carnes rojas y el pescado, algunas hortalizas, nueces, mariscos, huevos, pollo, hígado, champiñones, granos, cereales, harina de trigo, atún en lata, entre otros.
Omega-3: perteneciente al grupo de ácidos grasos, que son de vital importancia para muchas de las funciones del cuerpo humano y potenciando la salud. El omega-3 impulsa la salud de la actividad cerebral, del sistema nervioso y del sistema inmunológico.
A pesar de que los ácidos grasos son esenciales para el óptimo funcionamiento del organismo, este no los puede producir por cuenta propia.
La fuente principal donde se puede encontrar el omega-3 es mediante la ingesta de aceite de pescado a diario, pero para quienes no son amantes del pescado pueden incluir aceite de oliva en sus comidas, que aunque no aporta la misma cantidad de ácidos grasos es una opción válida.
Probióticos: la flora intestinal y la salud del sistema inmunológico están muy relacionadas, ya que si las bacterias de la flora intestinal realizan su función de forma adecuada, la salud del cuerpo en general se mantiene en buen estado.
Los probióticos se pueden encontrar en alimentos ricos en bacterias beneficiosas para la salud, estos son el yogurt, queso, productos lácteos, cerveza y la mayoría de productos fermentados.
Recursos para el sistema inmune
Los nutrientes que acabamos de describir pueden ayudar a restablecer al sistema inmunológico de forma rápida y segura cuando hay problemas, o después de pasar por alguna enfermedad que lo haya debilitado.
La buena alimentación ayuda en muchas maneras la buena salud y el bienestar del sistema inmunológico. Es un hecho conocido que quienes padecen déficits nutricionales son más susceptibles ante las infecciones de todo tipo.
En consonancia con una alimentación rica en nutrientes, también se deben poner en práctica medidas de prevención para evitar sobrecargas al sistema inmune. Esta es otra forma de apoyar sus funciones.
A continuación una lista de consejos útiles que se pueden tomar en cuenta:
- Evitar el exceso de azúcar refinada en la dieta.
- Alejarse de las toxinas, como sustancias químicas, contaminantes y tabaco.
- Lavarse las manos antes y después de comer, antes y después de ir al baño y lavar bien los alimentos.
- Combatir el estrés, que disminuye las defensas.
- Realizar ejercicio frecuente..
- Tener buenos hábitos de sueño.
- Cuidar el peso corporal.
- Hidratarse correctamente.
La buena alimentación no sirve de nada si no se evitan los problemas principales que pueden atacar la salud. Tener presente estos consejos, sumados a una dieta adecuada, mantendrán un sistema inmunológico sano.
La naturaleza brinda una gran cantidad de recursos para apoyar al sistema inmunológico, por ejemplo los antioxidantes mencionados anteriormente y que están presentes en muchas plan.
Si el tracto intestinal está sano la microbiota intestinal puede cumplir su papel con normalidad, garantizando la buena funcionalidad del cuerpo.
Fallas en el sistema inmunológico: inmunodeficiencias
Tal como hemos dicho, el sistema inmunológico se encarga de proteger al organismo de agentes externos que puedan poner en riesgo la salud y trata de luchar hasta eliminarlos. Sin embargo, esta defensa puede fallar y pueden aparecer muchas enfermedades.
Los problemas que se pueden presentar en el sistema inmunológico son muchos y muy variados; algunos más graves que otros.
Estos problemas se pueden clasificar en tres tipos distintos, los cuales presentan la característica en común de afectan el sistema inmunológico de forma parcial o total. Estos problemas o afecciones del sistema inmunitario se pueden clasificar como:
Inmunodeficiencias: estas se clasifican a su vez en dos tipos, las congénitas y las adquiridas.
Las inmunodeficiencias congénitas, como su nombre indica son hereditarias y se presenta frecuentemente por problemas genéticos.
Estas afecciones genéticas pueden afectar directamente las funciones del sistema inmunológico y suelen presentarse en la infancia y durante el desarrollo de las personas.
Las inmunodeficiencias adquiridas se deben a agentes externos (infecciones, cáncer, malnutrición, depresión, etc).
Una de las enfermedades más conocidas que causa inmunodeficiencia es la inmunodeficiencia adquirida (SIDA), la cual es causada por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Este virus, transmitido principalmente a través del sexo, infecta las células del sistema inmunológico y daña su funcionamiento en general.
El principal problema para las personas con inmunodeficiencias es el alto riesgo a contraer infecciones víricas, bacterianas, parasitarias o por hongos.
Otro problema es que algunos microorganismos que generalmente no llegan a dar problemas en personas sanas, pueden generar enfermedades graves en inmunodeprimidos.
No hay un tratamiento estándar para inmunodeficiencias. Pero existen terapias que ayudan a eliminar los agentes que generan las infecciones y otras terapias que ayudan a regenerar el sistema inmunológico.
Enfermedades autoinmunes y enfermedades alérgicas
Enfermedades autoinmunes: el sistema inmunológico actúa como defensa para mantener la salud del organismo, pero las enfermedades autoinmunes hace que el sistema inmunológico actúe de forma extraña y ataque las células sanas del cuerpo.
Estas enfermedades hacen estragos en todo el cuerpo.
Sin tener causas aparentes de su aparición, la mayoría de ellas son hereditarias. Existen 80 tipos de enfermedades autoinmunes aproximadamente y la mayoría de ellas poseen síntomas muy similares.
Las enfermedades autoinmunes pueden ser graves e incluso volverse agudas, pero también pueden desaparecer por completo.
El tratamiento debe ser específico para cada una de las enfermedades, a pesar de que el diagnóstico sea un poco problemático por la similitud de los síntomas.
Enfermedades alérgicas: las alergias son producto de una falsa alarma del sistema inmunológico. Esto se debe a una reacción a una sustancia o agente externo que no resulta dañino para el cuerpo como el polvo o el polen.
Cuando la persona tiene sensibilidad a una de estas sustancias el sistema inmunológico crea anticuerpos que ataquen a dicha sustancia.
Los alérgenos, o sustancias que producen alergia, entran en el organismo por inhalación, ingestión o a través de la piel. Las reacciones alérgicas dependerá del tipo de alérgeno, de la sensibilidad de la personas y de la cantidad de sustancia que entre en el organismo.
Las alergias atacan a todo tipo de personas sin importar la edad, sexo, raza o nivel socioeconómico; se pueden presentar más en niños, sin embargo esta no es una regla.
Es importante saber atender cualquier falla en el sistema inmunológico, porque de esto depende en gran manera la salud del organismo.
Dependiendo de la falla, muchas de las inmunodeficiencias adquiridas presentan algunas señales a las que se debe prestar verdadera atención. Veamos cuáles pueden ser.
Señales de una posible falla en el sistema inmunológico
Es muy importante poder conocer las señales de alarma que el organismo empieza a mostrar cuando hay una falla en el sistema inmunológico, ya que un diagnóstico acertado en el momento oportuno puede prevenir muchos problemas.
Las siguientes señales pueden alertar de un posible problema en el sistema inmunológico y muestra el momento de ir al médico inmediatamente:
Dolores de cabeza: los dolores de cabeza pueden estar asociados a muestras claras de estrés o falta de sueño, pero también son signo de fallas en el sistema inmunológico.
Cuando hay fallas o trastornos en el sistema inmune, los dolores de cabeza también pueden estar acompañadas de “nieblas” en el cerebro o déficit de atención.
Problemas en la piel: siendo la piel el órgano más grande del cuerpo humano, es uno de los que muestra los síntomas de problemas inmunológicos más rápido.
Uno de los principales síntomas de lupus, una enfermedad autoinmune, es la aparición de erupciones en forma de mariposa en los brazos, el pecho y la cara.
Otra enfermedad que afecta al sistema inmune y que muestra aparición de úlceras o ampollas en la piel es el VIH, siendo este uno de sus síntomas principales.
La debilidad del sistema inmunológico en general muestra síntomas de piel reseca e incluso labios azulados.
Caída del cabello: este también podría ser parte de las señales presentes en la piel, cuando se muestran en los folículos capilares se produce la caída de cabello.
Este problema comienza con la inflamación de la piel del cuero cabelludo, pero puede afectar cualquier parte del cuerpo donde haya vellosidad.
Fatiga o hiperactividad: a pesar de que son dos extremos del estado de ánimo que pueda tener una persona, son los síntomas más comunes en la mayoría de las enfermedades inmunológicas. Constituyen una señal a la que se debe dar mucha importancia.
Otra señal es que muchas de las actividades diarias requieren un mayor esfuerzo que de costumbre para poder realizarlas, ya que consumen más energía.
Incluso pueden aparecer signos de cansancio luego de pasar largas horas de sueño y descanso, la persona se puede despertar más cansada de lo que estaba al irse a descansar.
Cuando el organismo envía señales de advertencia
Dolores musculares o articulares: el problemas con estos síntomas es que el dolor puede aparecer y desaparecer, o ser un dolor constante. Estos dolores pueden aparecer mientras se realizan actividades diarias o cotidianas, dificultando su realización.
Esta es una señal a la que se debe dar mucha importancia ya que muchas enfermedades autoinmunes pueden presentar este problema.
Problemas estomacales: muchos de los problemas estomacales pueden debilitar el organismo y ser las primeras muestras de enfermedades inmunológicas.
Estos ellos están: hinchazón en el estómago, diarrea, gases, calambres estomacales y estreñimiento.
Los problemas estomacales pueden ser los primeros signos de enfermedad celíaca o incluso problemas de tiroides.
Variaciones del peso corporal: muchas de las enfermedades que generan fallas en el sistema inmunológico afectan la tiroides, la glándula encargada de controlar los procesos metabólicos del cuerpo.
Cuando el cuerpo empieza a generar hormonas de manera descontrolada o bien experimenta déficits inesperados, el peso corporal puede aumentar o disminuir de manera igualmente descontrolada.
Entumecimiento de manos y pies: no es normal aparezcan los síntomas de agujas o piquetes en las manos y/o pies varias veces a la semana. Si esto llega a ocurrir puede ser una señal clara de problemas inmunológicos serios.
Fiebre: la mayoría de las veces que aparece un fiebre baja y sin motivo aparente que casi siempre es ignorada, pero este es un síntoma que se debe tomar con cuidado y atender con rapidez.
El problema de la fiebre es que siempre está asociada a una enfermedad, y las fallas en el sistema inmunológico lo son.
No hay que alarmarse cuando aparecen alguno de estos síntomas, a pesar de que son una señal de alerta para arreglar una cita con el médico tratante y salir de cualquier duda..