Alérgenos y prevalencia de la alergia al marisco
1 junio, 2021 0 Por dropharma_adminLos mariscos son animales marinos invertebrados que constituyen, junto al pescado, uno de los alimentos que mayor número de alergias origina. Entre los mariscos, los que más alergia producen son los crustáceos (gamba, langosta, cigala, bogavante, centollo, nécora), seguidos de los moluscos, especialmente los de concha como las almejas, los mejillones, los berberechos y las ostras.
Tener alergia al marisco no supone necesariamente tener alergia al pescado, porque son alimentos distintos. Sin embargo, cada vez se detectan más reacciones cruzadas, y se ha comprobado que los alérgicos al marisco suelen presentar reacciones alérgicas también a los ácaros del polvo. Esto se debe a que ambos animales tienen una proteína similar en el músculo, que es la responsable de la reacción alérgica.
Como ocurre con otro tipo de alergias, el hecho de haber consumido y tolerado mariscos en el pasado no implica que no se pueda presentar una reacción alérgica posteriormente. De hecho, la alergia a los mariscos con frecuencia aparece en la edad adulta y suele mantenerse toda la vida. La alergia normalmente se produce al ingerir el marisco, pero también se han observado reacciones alérgicas en personas que han manipulado la carne o inhalado el vapor de los mariscos.
Conviene tener en cuenta que la mayor parte de personas que son alérgicos al pescado son atópicos, y las reacciones graves son más habituales en ellos.
Alérgenos del marisco
Los mariscos contienen una gran diversidad de proteínas, aunque solo unas pocas resultan alergénicas. Es importante tener en cuenta que los alérgenos son glicoproteínas hidrosolubles que no se destruyen en el proceso de cocción, por lo que el marisco cocido mantiene sus propiedades alergénicas, al igual que el agua en la que se ha realizado la cocción.Aunque una persona puede ser alérgica a un solo marisco, como las gambas, los especialistas advierten que existe un alto porcentaje de reactividad cruzada entre diversas especies de marisco (en algunos casos supera el 85%) y, por lo tanto, recomiendan que la persona que ya haya presentado una reacción alérgica ante un tipo de marisco evite consumir los demás como precaución.
Prevalencia de la alergia al marisco
Se desconoce la prevalencia exacta de esta alergia, aunque está relacionada con los hábitos alimenticios de la población, por lo que es más frecuente entre las personas que incluyen el marisco en su dieta habitual, como los residentes en localidades costeras. El consumo de marisco, sin embargo, se ha generalizado en los últimos años, lo que ha incrementado el número de reacciones adversas entre consumidores y manipuladores de este alimento. En España se estima que el marisco es responsable del 8% de las alergias alimentarias.Síntomas de la alergia al marisco
Los síntomas que se presentan ante una reacción alérgica al marisco son similares a los de otras alergias alimentarias, y destacan la urticaria y los angioedemas agudos (hinchazón), sobre todo en la cara, los párpados, los labios y la lengua. Al manipular este alimento, los alérgicos presentan dermatitis y urticaria de contacto, que se manifiestan con picor, aparición de pequeñas ampollas o de ronchas, y descamación y enrojecimiento de la zona afectada, especialmente las manos.
Generalmente los síntomas aparecen entre 15 minutos y dos horas después de la ingestión y, de manera excepcional, varias horas después del consumo del alimento.
Los síntomas de la alergia al marisco pueden aparecer simplemente con la inhalación de los vapores que se producen durante la cocción, o de las partículas que se desprenden al manipularlo, en forma de rinitis y asma. Este tipo de sensibilización respiratoria, que precede a las manifestaciones de alergia alimentaria, es la responsable del asma ocupacional.
Algunos trabajadores de la industria alimentaria dedicada a la manipulación del marisco han desarrollado alergia al mismo, presentando dermatitis de contacto, urticaria y asma ocupacional.
Existen factores que aceleran la reacción alérgica al marisco, como cuando coincide la ingesta del alimento con la toma de fármacos antiinflamatorios, o la práctica de ejercicio físico.
Es importante detectar cuanto antes la alergia para evitar que se pueda producir una reacción anafiláctica, una manifestación alérgica grave y muy rápida, que afecta a todo el organismo, y que se presenta cuando una persona alérgica a una sustancia se expone nuevamente a ella (aunque sea en una pequeña cantidad). La anafilaxia puede originar dificultades para respirar, pérdida de la conciencia e, incluso, la muerte del paciente
.Diagnóstico de la alergia al marisco
Para diagnosticar una alergia a cualquier tipo de marisco, el alergólogo se basa en la historia clínica del paciente, y lo primero que tiene en cuenta son todos los datos que aporta la persona, como los síntomas presentados, y el tiempo transcurrido entre la ingestión, contacto o inhalación del producto y la aparición de dichos síntomas, así como la existencia de antecedentes.
Para confirmar la sospecha de que sea el marisco el responsable de la alergia se pueden realizar pruebas cutáneas con la técnica prick, que consiste en colocar una gota que contiene la sustancia alergénica sobre el antebrazo del paciente, y pincharla de manera que se introduce una mínima cantidad en el organismo; en unos 15 minutos aproximadamente se puede observar si existe reacción alérgica (en el caso de alergia al marisco esta prueba es bastante efectiva).
El especialista también puede solicitar otras pruebas diferentes a las anteriores para detectar la posible alergia al marisco, como un análisis de sangre para detectar la presencia de IgE (anticuerpo de la alergia) contra este tipo de alimentos. Se tiene que tener en cuenta para un diagnóstico eficaz que el ejercicio o algunos medicamentos antiinflamatorios pueden confundir los síntomas.
Es preciso y necesario diferenciar entre un caso de alergia al marisco y una intoxicación alimentaria provocada por la ingestión de este tipo de alimento contaminado, ya sea como consecuencia de bacterias, toxinas y parásitos, o por algunas de las sustancias que se emplean para conservar en buen estado los crustáceos y moluscos.
Tratamiento y prevención de la alergia al marisco
La alergia al marisco suele durar toda la vida y no se conoce ningún tratamiento para erradicarla. Lo único que se puede hacer es evitar el consumo de mariscos y, en el caso de pacientes muy sensibles, evitar la inhalación del vapor, por lo que no deben acceder a zonas donde se manipulen o cocinen estos alimentos.
Las personas alérgicas al marisco deben seguir las siguientes recomendaciones para prevenir los síntomas:
- Mira la receta. Comprobar siempre la composición de los alimentos preparados, porque muchos incorporan marisco (ensaladas, sopas y cremas, arroces cocinados, pizzas, pescados con sala precocinados…).
- Evitar los restaurantes (y sobre todo aquellos especializados en pescados y mariscos) porque es más fácil que se puedan producir transferencias de las sustancias alergénicas a otras comidas que no contienen marisco, a través de los utensilios de cocina, los recipientes, el aceite, las parrillas y freidoras donde se preparan los alimentos…
- No reutilizar el aceite. Prestar especial atención a no emplear bajo ningún concepto el mismo aceite en que se haya frito marisco para cocinar los alimentos destinados a la persona alérgica, lo que conllevaría una reacción segura.
- Cuidado al cocinar. Si el alérgico presenta reacciones cuando se cocina marisco en casa aunque no lo coma, dejar de hacerlo porque la proteína responsable de la alergia se puede transmitir a través del aire durante la preparación del alimento y provocar la reacción al paciente.
- Envasados. Limitar al máximo el consumo de productos industriales, porque aunque se consulte la etiqueta no siempre se reconoce el componente alergénico con facilidad, así que de esta manera limitamos el riesgo.
- Lleva adrenalina. Es conveniente que el paciente y sus familiares allegados lleven encima adrenalina autoinyectable por si se presenta una reacción alérgica inesperada.
- Identifícate. El alérgico debe llevar una chapa que lo identifique como tal (en un brazalete o colgante) y que indique a qué alimentos o sustancias tiene alergia. También debe advertir siempre al personal sanitario su condición de alérgico para que lo tengan en cuenta antes de administrarle cualquier vacuna o tratamiento.