Alzhéimer canino
1 febrero, 2021Escrito por:
MARÍA BAYÓN PIEDRABUENA
Veterinaria clínica de pequeños animales
Qué es el síndrome de disfunción cognitiva o alzhéimer canino
El síndrome de disfunción cognitiva (SDC) o más comúnmente llama alzhéimer canino es una enfermedad degenerativa, más frecuente en el perro geriátrico, que conlleva una serie de cambios de comportamiento. Habitualmente estas variaciones de la conducta se atribuyen a la edad de nuestro can, como algo normal e inevitable y sin una causa aparente, pero varios estudios sugieren que se deben al deterioro progresivo del sistema nervioso, de forma parecida a lo que les ocurre a las personas con demencia senil o alzhéimer.
Se han desarrollado varios métodos para lograr un diagnóstico más preciso del SDC canino y, afortunadamente, existen pautas terapéuticas, tanto farmacológicas como de modificación de la conducta, para mejorar la sintomatología y enlentecer su progresión, siendo crucial la detección precoz. Por eso, no debemos angustiarnos si nuestro perro es diagnosticado de síndrome de disfunción cognitiva, ya que aún podemos ofrecerle calidad de vida en su tercera edad, y mejorar nuestra relación con él para seguir disfrutando como antes.
Envejecimiento del sistema nervioso de los perros
Con la edad, todos los órganos del perro sufren cierto deterioro anatómico y funcional. En el cerebro se aprecian una serie de cambios físicos: la parte externa, la corteza cerebral, se vuelve más fina, los ventrículos –situados internamente– se dilatan, y los surcos se amplían. En las meninges –una serie de capas que recubren el cerebro y la médula espinal– se forman depósitos de calcio, y el número de neuronas disminuye.
Se ha demostrado que en los perros con alzhéimer, el daño oxidativo y el depósito en el tejido nervioso de una sustancia denominada β-amiloide son capaces de ocasionar neurotoxicidad, interfiriendo en la transmisión del impulso nervioso. Todos estos cambios neurodegenerativos pueden llegar a ocasionar desde un deterioro cognitivo leve, a un verdadero SDC. Esta disfunción cognitiva evoluciona gradualmente, de manera lenta, en un periodo de un año y medio a dos años, e incluso más.
Prevalencia del alzhéimer en los perros
La prevalencia y la severidad de los signos clínicos del síndrome de disfunción cognitiva en los canes aumentan con la edad del perro. Se calcula que entre el 14% y el 35% de los animales geriátricos lo padecen. Casi siempre se diagnostica a partir de los 10 años de edad, aunque se puede detectar antes. No existe predisposición racial, afectando a razas de pequeño y gran tamaño por igual, y parece que las hembras padecen alzhéimer canino con mayor frecuencia que los machos.
El SDC es una enfermedad infradiagnosticada, ya que muchas veces no se le dan importancia a los cambios de comportamiento asociados a la edad hasta que han pasado meses, años, o el animal está muy afectado; por eso, es importante llevar a nuestra mascota al veterinario anualmente para realizar su revisión de salud y detectarlo precozmente.
Síntomas para identificar si tu perro sufre alzhéimer
No siempre es fácil identificar si nuestro perro sufre alzhéimer. Y es que, la degeneración progresiva del sistema nervioso provoca una serie de cambios en la conducta del animal, aunque no tienen por qué aparecer todos, ni al mismo tiempo. En todo caso, estos son los síntomas de síndrome de disfunción cognitiva más comunes para saber si tu perro lo sufre:
- Alteración de la conducta social: dejan de mostrar interés por los mimos de su propietario; no acuden a saludar con entusiasmo cuando llega a casa o, por el contrario, sienten más apego de lo habitual.
- Pérdida de memoria y desorientación: dejan de reconocer a su dueño o familiares, no aprenden nuevos trucos, u olvidan los que ya sabían; incluso vuelven a hacer sus necesidades dentro de casa. También pueden perderse en lugares conocidos, durante el paseo o en casa.
- Alteración del sueño: durante el día duermen más de lo habitual, y por la noche no concilian el sueño.
- Apatía o ansiedad: en algunos casos se muestran mucho menos activos, incluso ya no responden a los estímulos como antes, y en otros todo lo contrario, están más irritables, destrozan objetos o muebles, ladran o aúllan, y desarrollan ansiedad por
- separación o conductas estereotipadas.
- Disminución o aumento del apetito.
Hay que tener en cuenta que algunos de estos cambios en la conducta del perro senil también pueden observarse si padecen otras enfermedades; por ejemplo, los perros con osteoartritis o enfermedad periodontal pueden mostrar rechazo al contacto, irritabilidad, o aullar por dolor. En algunos trastornos endocrinos, como el síndrome de Cushing o la diabetes, los perros suelen comer con más ansiedad, orinar en casa, o experimentar alteraciones en su ciclo de sueño. Por este motivo, es fundamental consultar con el veterinario si observas alguno de estos signos en tu mascota.
Diagnóstico del síndrome de disfunción cognitiva en el perro
Para diagnosticar el síndrome de disfunción cognitiva (SDC) en un perro, en primer lugar, debemos acudir al veterinario para que realice pruebas que permitan descartar otras enfermedades, ya que en los perros ancianos los cambios de comportamiento pueden estar asociados a enfermedades orgánicas.
Además, la tercera edad es un buen momento para realizar un chequeo de salud completo a tu mascota. En función de la sintomatología que presente, se realizarán análisis sanguíneos, de orina, y pruebas de imagen (radiologías, ecografías, TAC).
Una vez descartadas otras patologías, existen métodos para acercarnos al diagnóstico del alzhéimer canino, todos ellos encaminados a lograr un diagnóstico precoz de la enfermedad:
- Cuestionarios y test: existen cuestionarios específicos para valorar si los cambios que observamos en nuestro perro pueden estar asociados al SDC. Asimismo, se han desarrollado pruebas cognitivas en las que, mediante un aparato diseñado a tal efecto, el perro debe situar objetos en el lugar correcto. Actualmente, se está investigando el uso de test en el entorno habitual del animal para observar su comportamiento, einteracciones con otros congéneres y con el ser humano.
- Diagnóstico por imagen y de laboratoro: las técnicas de diagnóstico por imagen, como la tomografía computadorizada (TAC), o la resonancia magnética, son útiles para descartar la presencia de tumores intracraneales o hidrocefalia, y detectar cambios anatómicos en el cerebro del animal. Actualmente se están llevando a cabo estudios sobre los niveles sanguíneos de β-amiloide como biomarcador del grado de neurodegeneración.
- Tratamiento y cuidados del perro con alzhéimer
El tratamiento de los perros con síndrome de disfunción cognitiva (SDC) está encaminado a reducir la ansiedad que puedan estar padeciendo, y enlentecer en la medida de lo posible el progreso de la enfermedad ya que, al ser una enfermedad neurodegenerativa, no existe un tratamiento definitivo para el alzhéimer canino.
El protocolo terapéutico ha de ser una combinación entre las pautas de comportamiento, el tratamiento farmacológico, y el aporte de una buena dieta y de suplementos nutricionales, siempre apoyándose en un correcto diagnóstico y una valoración previa de la gravedad de los síntomas.
Pautas de comportamiento aconsejadas para perros con alzhéimer
La variedad de cambios en la conducta y el tiempo que lleva manifestándolos cada mascota son distintos, por lo que las pautas de terapia conductual deben ser individualizadas, pero todas dirigidas a reducir la ansiedad y el malestar que ocasionan en el perro y en su propietario el alzhéimer.
Elaborar una rutina diaria hace que todas las actividades sean algo más predecibles y el animal se sienta menos ansioso. Además, es interesante enriquecer su ambiente, mediante juegos interactivos, escondiendo premios o realizando paseos más cortos pero más frecuentes. Estas pautas ayudan a mantener la función cognitiva y enlentecer la progresión de la enfermedad.
En los casos en los que el perro senil realice sus necesidades en casa, se puede incrementar el número de salidas al exterior, o establecer zonas de la casa donde sí pueda orinar o defecar y premiarle cuando las utilice. Si tiende a desorientarse, es útil añadir elementos que le guíen en casa, por ejemplo, un olor diferente en cada habitación, o llevar un cascabel en el bolsillo cuando vayamos a pasear con él.
En los perros con síndrome de disfunción cognitiva es frecuente que se altere el ciclo de sueño-vigilia. Para ayudarle a descansar, aprovecharemos las horas diurnas para realizar ejercicios y juegos, estando desaconsejado hacerlo justo antes de dormir, pues podría excitarle más. Crearemos un entorno cómodo para el descanso, con su cama o manta favoritas, dejando solo una luz tenue y evitando ruidos cuando se acerca la hora de dormir. Crear una rutina es muy importante y requiere sacrificio, pero merece la pena para ver a nuestro mejor amigo mucho más feliz en su tercera edad.
Alimentación y complementos nutricionales para perros con SDC
Además de crear rutinas diarias, enriquecer el entorno, y utilizar fármacos adecuados para el tratamiento del alzhéimer del perro, existen dietas específicas y suplementos nutricionales para ayudar a mejorar su función cerebral. Así, aunque cualquier buena dieta para perros sénior puede ser adecuada, tenemos a nuestra disposición dietas comerciales para proteger el sistema nervioso que contienen ácidos grasos, antioxidantes, o L-carnitina.
Los suplementos nutricionales con ácidos grasos omega 3, Ginkgo biloba y vitaminas B6 y E, pueden reducir la degeneración celular y apoyar la función neuronal, mejorando la sintomatología. Además, resultan beneficiosos para las articulaciones, el hígado, o los riñones de tu mascota.