
Una toxina podría ser la causa del aumento de cáncer colorrectal en jóvenes
25 abril, 2025La exposición en la niñez a una toxina bacteriana podría estar detrás del aumento del cáncer colorrectal en jóvenes, según un estudio que revela que deja huellas genéticas en el colon que podrían iniciar el cáncer décadas antes de su aparición.a incidencia del cáncer colorrectal y los fallecimientos asociados al mismo se están incrementando en adultos jóvenes, según han puesto de manifiesto diversos estudios, como uno publicado en 2024 en Annals of Oncology1 que alertaba de un aumento en las tasas de mortalidad por este tipo de tumores en la Unión Europea y el Reino Unido en personas de 25 a 49 años.
Los científicos están investigando las causas y ahora un equipo internacional de investigadores, liderado por la Universidad de California en San Diego2 con la participación del CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas)3 ha identificado un posible responsable microbiano del preocupante incremento de casos de cáncer colorrectal en personas jóvenes: una toxina bacteriana conocida como colibactina.
Esta toxina es producida por ciertas cepas de Escherichia coli que están presentes en el colon y el recto y es capaz de alterar el ADN. Los científicos han descubierto que la exposición a la colibactina durante la infancia deja una firma genética característica en las células del colon que podría aumentar el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer antes de los 50 años. Los hallazgos se han publicado en la revista Nature4.
Los investigadores analizaron el genoma de 981 tumores de pacientes con cáncer colorrectal, tanto de aparición temprana, como tardía, en 11 países con diferentes tasas de incidencia. Los resultados mostraron que las mutaciones asociadas a la colibactina eran 3,3 veces más frecuentes en los pacientes menores de 40 años que en aquellos diagnosticados a partir de los 70. Además, estas mutaciones eran más comunes en los países con mayor número de casos precoces.
Estos patrones de mutación son una especie de registro histórico en el genoma y apuntan a la exposición temprana a la colibactina como una fuerza impulsora detrás de la enfermedad de aparición temprana”, ha explicado Ludmil Alexandrov, autor principal y profesor en la Universidad de California San Diego, en una nota publicada por el centro.
La exposición temprana a la colibactina como factor de riesgo
Aunque investigaciones anteriores ya habían detectado mutaciones relacionadas con la colibactina en un 10-15% de los casos, el nuevo estudio es el primero que encuentra una conexión clara y significativa con los cánceres de aparición temprana. La situación preocupa, ya que el cáncer colorrectal –que tradicionalmente estaba asociado a personas mayores– está aumentando entre los jóvenes en al menos 27 países. En las últimas dos décadas, su incidencia en menores de 50 años se ha duplicado cada diez años, y las estimaciones indican que podría convertirse en la principal causa de muerte por cáncer en jóvenes adultos hacia 2030.
Lo más desconcertante es que muchos pacientes jóvenes no presentan antecedentes familiares ni factores de riesgo conocidos, como obesidad o hipertensión. Esto ha llevado a los investigadores a tener en cuenta la posible implicación de exposiciones ambientales o microbianas ocultas, hipótesis que este estudio comienza a confirmar.
El análisis también permitió datar molecularmente las mutaciones, confirmando que muchas de ellas aparecen en las primeras etapas del desarrollo del tumor, incluso en los primeros diez años de vida. Se estima que un 15% de las llamadas mutaciones impulsoras (driver mutations) –alteraciones genéticas clave para la aparición del cáncer– están relacionadas con la colibactina.
“Si alguien adquiere una de estas mutaciones impulsoras antes de cumplir 10 años”, explicó Alexandrov, “podría desarrollar cáncer colorrectal décadas antes, a los 40 años en lugar de a los 60”. Esto significa que estas bacterias podrían estar instalándose silenciosamente en los intestinos infantiles y provocando cambios moleculares mucho antes de que aparezcan los primeros síntomas.
A pesar de lo revelador de los hallazgos, los investigadores advierten que aún no se puede establecer una relación de causalidad directa. La investigación actual ha abierto nuevos interrogantes: ¿cómo se produce exactamente la exposición a estas bacterias durante la infancia? ¿Influyen la dieta, el entorno o ciertos hábitos de vida? ¿Sería posible eliminar estas cepas mediante probióticos? El equipo también trabaja en pruebas de detección precoz basadas en muestras de heces, que permitirían identificar las mutaciones relacionadas con la colibactina.
Para investigar más a fondo nuestras hipótesis y desarrollar intervenciones seguras y éticas, necesitaremos decenas de millones de dólares”, afirmó Alexandrov. “Esta investigación tiene importantes implicaciones para la salud infantil futura a nivel mundial. Sin el apoyo adecuado, será difícil comprender y abordar plenamente el problema”, concluye Alexandrov.
Julian Peto, catedrático de Epidemiología de la London School of Hygiene & Tropical Medicine (Reino Unido), que no ha participado en el estudio ha puntualizado en declaraciones a Science Media Centre Reino Unido5 que “la observación de que las firmas de colibactina son más comunes en los cánceres colorrectales jóvenes no es una prueba concluyente de que el aumento de la exposición a la colibactina sea una causa importante del reciente aumento del cáncer colorrectal en las generaciones sucesivas nacidas desde la década de 1950”.
“Una explicación igualmente plausible de estos datos es que la incidencia de los cánceres colorrectales (CCR) causados por la exposición temprana a la colibactina (como los CCR causados por mutaciones heredadas en el gen APC) aumenta menos con la edad que la mayoría de los CCR. Su hipótesis debería comprobarse mediante estudios similares con muestras histológicas almacenadas de CCR diagnosticados en períodos sucesivos. Esto demostraría si ha habido un aumento secular en la proporción de CCR con estas firmas” concluye este experto.