5 Consejos para el Equilibrio Hormonal Femenino
9 septiembre, 2021El desequilibrio hormonal es una epidemia en nuestra sociedad moderna que puede causar estragos en las mujeres en una multitud de maneras.
Las hormonas son mensajeros químicos que son producidas por las glándulas endocrinas y actúan para regular varios procesos críticos en el cuerpo, incluyendo el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo, el estado de ánimo, la función sexual y la reproducción.
Todas las hormonas trabajan juntas en un sistema complejo de delicadas relaciones interconectadas, como una sinfonía. En una orquesta, si un solo instrumento está desafinado, no funciona, o impone sobre otros y puede poner en peligro toda la presentación.
Las hormonas que no están finamente equilibradas dan como resultado en nuestros cuerpos una salud subóptima y por ende un impacto en nuestra calidad de vida, así como también mostrando una amplia variedad de síntomas y condiciones que pueden incluir:
• Cambios de humor
• Síndrome Premenstrual (SPM)
• Aumento de peso
• Fatiga
• El acné y otros problemas de la piel
• Dolores de cabeza / migrañas
• Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP)
• La infertilidad y la reproducción
• Baja del Libido
• Insomnio
• Cambios de humor
• Depresión / Ansiedad
• Enfermedad de tiroides
• Resistencia a la Insulina / Síndrome Metabólico / Diabetes Mellitus tipo II
El enfoque médico convencional para hacer frente a estas diversas manifestaciones de desequilibrio hormonal femenino consiste en tratar el síntoma o condición individual, que por lo general son tratados con medicamentos.
La Terapia de reemplazo hormonal, incluyendo las píldoras anticonceptivas, son recomendadas cuando los síntomas de las hormonas femeninas son específicos. Desde la perspectiva de las comunidades médicas convencionales los síntomas del desequilibrio hormonal pueden ser benignos, como el síndrome premenstrual y la baja de la libido y las mujeres pueden tener la noción de que estos síntomas son parte “normal” de la experiencia femenina.
En la comunidad de la salud holística, la terapia “bio-idéntica” de reemplazo hormonal se promocionan como una opción más natural y segura. Desafortunadamente, estos enfoques médicos no abordan las causas profundas del desequilibrio hormonal en el cuerpo y no reconocen las complejas relaciones que existen en el sistema endocrino.
Los siguientes consejos para el equilibrio hormonal femenino le permitirán comprender la causa (raíz) del desequilibrio hormonal en el cuerpo y le pondrán en camino hacia el logro de una mejor salud en general.
1. Coma una comida real, una dieta rica y densa en nutrientes (también conocida como Paleo):
Los componentes básicos que conforman las hormonas incluyen aminoácidos, lípidos y colesterol. Estos componentes se derivan directamente de los alimentos que usted come. Con el fin de producir las hormonas saludables, usted debe consumir fuentes de alta calidad de proteínas y grasas.
Estas fuentes de hormonas saludables de proteínas incluyen carne de animales que pastan de vacuno, pollo, huevos, carne de cerdo y pescados salvajes. Las hormonas sexuales son particularmente dependientes de fuentes saludables de grasas saturadas y de colesterol, que incluyen mantequillas de vacas de pastoreo, manteca de cerdo y sebo (res), aceite de coco, peces capturados en la naturaleza, y los huevos de gallinas de granja.
La producción normal y el equilibrio de las hormonas también se apoyan en numerosos minerales y vitaminas. El modelo Paleo en cuanto a nutrientes incluye una amplia variedad de verduras, proteínas de alta calidad y grasas, y además, una cantidad moderada de frutas que pueden asegurar que se están cumpliendo adecuadamente sus necesidades de vitaminas y minerales para la producción saludable de hormonas.
Así mismo, las vísceras son una fuente concentrada de nutrientes y deben ser incorporadas en la dieta con el fin de garantizar el equilibrio hormonal.
2. Controlar el azúcar en la sangre:
En este intrincado proceso del equilibrio de azúcar en la sangre del cuerpo, la insulina es una hormona que transporta la glucosa (un tipo de azúcar) de la sangre a las células donde se puede utilizar como combustible.
La insulina actúa sinérgicamente con muchas otras hormonas en el cuerpo. El consumo de una gran cantidad de carbohidratos, especialmente en el contexto de una dieta baja en grasas, conduce a cambios de azúcar en la sangre, en la que el azúcar en la sangre se eleva rápidamente y luego cae estrepitosamente.
Cuando el azúcar en la sangre baja demasiado, se activa particularmente la respuesta al estrés, con el fin de aumentar el azúcar en la sangre a un nivel seguro. La respuesta al estrés es modulada por la hormona cortisol, que afecta a cada sistema en el cuerpo y que puede llevar a la inflamación general y desequilibrio hormonal.
Los niveles elevados consistentes de insulina también pueden afectar la salud hormonal de otras maneras. Cuando se consumen una gran cantidad de azúcares a partir de hidratos de carbono refinados o demasiados carbohidratos en general, se produce un aumento de los niveles de insulina con el fin de mantener regulado el azúcar en la sangre.
Uno de los efectos del aumento de la insulina es una disminución en la producción de globulina transportadora de las hormonas sexuales (SHBG o Globulinas fijadoras de hormonas sexuales).
En el cuerpo de la mujer, las SHBGs se unen a los estrógenos y las convierten en una forma inactiva para así, ser excretada de forma segura desde el cuerpo. Sin suficiente SHBGs que se unan a ellas, demasiado estrógeno permanece en el torrente sanguíneo y esto conduce a una condición conocida como la dominación del estrógeno.
La dominación del estrógeno es a menudo responsable de muchos de los síntomas del desequilibrio hormonal específicamente relacionados a los problemas de salud de las mujeres.
Para equilibrar el azúcar en la sangre, se deben eliminar los carbohidratos refinados, azúcares agregadas, granos y legumbres de la dieta. Estos alimentos causan subidas de azúcar en la sangre y pueden perpetuar el ciclo inflamatorio.
En cambio, se recomienda consumir una dieta Paleo que incluye carbohidratos saludables en forma de verduras y frutas. Para retardar la absorción de hidratos de carbono en el torrente sanguíneo, es importante comer alimentos balanceados que incluyen grasas saludables y proteínas.
Una dieta Paleo será naturalmente más baja en hidratos de carbono en comparación con la dieta americana estándar (SAD o Dieta Estándar Americana por sus siglas en ingles), pero todavía existe la posibilidad de consumir demasiados hidratos de carbono dentro de un esquema Paleo.
Por general, el consumo de demasiados carbohidratos, incluso si son de fuentes saludables, puede ser problemático para las mujeres que ya tienen problemas relacionados con la salud hormonal, porque el consumo excesivo de carbohidratos saludables incluso puede todavía dar lugar a desequilibrios de azúcar en la sangre.
Sin embargo, no comer suficientes hidratos de carbono, también puede potenciar desequilibrio hormonal femenino. Los ayunos intermitentes y la cetosis nutricional pueden no ser la mejor opción para aquellos que luchan con problemas hormonales.
Cada mujer es única y puede que tenga que experimentar para encontrar la cantidad adecuada de hidratos de carbono para satisfacer las necesidades del cuerpo.
3. Evite alimentos con fitoestrógenos:
Los fitoestrógenos, son compuestos estrogénicos de origen natural que se encuentran en los alimentos de origen vegetal, esto incluye las legumbres, nueces y semillas. Estos compuestos imitan el estrógeno y pueden ser perjudiciales para las mujeres que tienen dominación del estrógeno o muy por el contrario, quienes tienen muy poco estrógeno.
Las acciones de los fitoestrógenos en el cuerpo son complejas y pueden fácilmente desencadenar una “sobre-regulación” o baja regulación de la producción natural de estrógenos. Si una mujer ya está luchando con problemas de salud hormonal, esto puede ser perjudicial.
La soja y la linaza contienen grandes cantidades de fitoestrógenos, por ello, deben ser evitadas para el equilibrio saludable de las hormonas. Dentro del modelo Paleo los frutos secos y las semillas se suelen incluir como fuentes de nutrientes.
Sin embargo, si una mujer está demostrando síntomas de dominación del estrógeno y otros problemas de salud reproductiva, se recomienda que el consumo de frutos secos y semillas sea minimizado o evitado. Consumir demasiadas nueces y semillas también puede influir en el equilibrio de los ácidos grasos en el cuerpo, lo que afecta el equilibrio hormonal.
4. Aumentar el consumo de frutas y verduras:
Las frutas y verduras son excelentes fuentes de numerosas vitaminas y minerales. Estos nutrientes son importantes para la producción de hormonas en todo el cuerpo. Además de las vitaminas y los minerales, las frutas y verduras contienen antioxidantes y enzimas que son necesarias para la función óptima del hígado.
El hígado es el órgano que tiene la responsabilidad primordial de la desintoxicación del cuerpo y del rompimiento de hormonas para ser recicladas y/o excretadas. Si el hígado no está funcionando a un nivel óptimo, el equilibrio hormonal puede verse afectado de manera significativa.
Como parte de una alimentación alta en nutrientes, las frutas y las verduras también son una fuente importante de fibra en la dieta. Las dietas bajas en fibra se asocian con el desequilibrio hormonal en las mujeres, ya que son las encargadas de la función correcta del sistema digestivo y de la promoción saludable de las hormonas.
Aunque muchas hormonas son procesadas por el hígado, el tracto digestivo es excretor de las hormonas. Si hay poca movilidad o un desequilibrio de la flora intestinal en el tracto digestivo; las hormonas pueden ser reabsorbidas y pueden volver a entrar en el flujo sanguíneo.
La fibra actúa para aumentar la producción de SHBG, que se une a las hormonas sexuales para evitar la reabsorción. También mejora la motilidad para mantener los residuos en movimiento a través del sistema digestivo, y ayuda a alimentar a la flora intestinal, que a su vez desempeña un papel importante propio para el equilibrio saludable de las hormonas.
5. Balancea la flora intestinal:
El tracto digestivo es el hogar de 100 billones de microorganismos también conocido como la flora intestinal. La flora intestinal desempeña un rol fundamental en las funciones que son vitales para la supervivencia humana, y la ciencia moderna recién está comenzando a investigar la superficie de las formas complejas en que la flora intestinal influye en la salud de todo el cuerpo.
Una de las funciones de la flora intestinal es ayudar con el metabolismo y el procesamiento de las hormonas. En la flora intestinal se descomponen y reciclan algunas hormonas.
En el caso de las hormonas tiroideas, la labor de la flora intestinal es la conversión de T4 inactiva a la forma activa de la hormona tiroidea, T3.
Comer una dieta densa en nutrientes puede llevarnos en el camino a promover una flora intestinal sana a lo largo de nuestra vida. El consumo de alimentos fermentados, como el chucrut, de otros vegetales fermentados, y el té de Kombucha, asegura la introducción de probióticos saludables en el sistema digestivo.
En los casos de disbiosis intestinal grave, la suplementación de probióticos puede ser la opción necesaria para una curación más a fondo del intestino.