¿TIENES UN PERRO NERVIOSO? APRENDE A RELAJARLO

¿TIENES UN PERRO NERVIOSO? APRENDE A RELAJARLO

28 noviembre, 2022 0 Por dropharma_admin

Cuando adquirimos un cachorro nervioso, siempre tendemos a pensar que cuando crezca, se calmará. ¿Qué ocurre cuando éste cumple el año y los dos años y su nivel de nerviosismo no se ha apaciguado? Las causas pueden ser genéticas, ambientales o educacionales pero en cualquiera de estos tres casos, el estrés es el causante.

¿Por qué puede producirse el estrés?

Factores genéticos: El perro puede haber heredado esa característica de su personalidad a través de sus padres, abuelos, etc… Al igual que los humanos, existen caracteres más activos y otros más tranquilos pero cuando el ambiente o la educación no es la adecuada, su mente se desborda. El resultado, por tanto, serán perros estresados, ansiosos e infelices.

Factores ambientales: Hasta el perro más tranquilo del mundo puede llegar a tener un comportamiento anormalmente activo si su entorno no es el adecuado ( como por ejemplo, que viva enjaulado o privado de libertad). Los perros necesitan salir, pasear, correr, jugar…en definitiva, desgastar toda la energía que van acumulando a lo largo del día.

También, los cambios que rompan su rutina, como por ejemplo un viaje, un cambio de domicilio o de horarios, pueden provocar que temporalmente se estresen hasta que vuelvan a la monotonía de su vida cotidiana. (Monotonía como rutina, no como falta de estimulación mental o física)

Factores educacionales: Como indicaba en el punto anterior, parte de su educación, es crear rutinas, establecer límites, adquirir el respeto de tu perro y la estimularlos física y mentalmente.

¿Cómo solucionarlo?

La mejor terapia para perros con éste tipo de problemas es:

  1. Estimulación física: Correr, jugar (no deben ser juegos bruscos para que no suba su nivel de estrés), dar largos paseos.
  2. Estimulación mentalJuegos interactivos, pasearlos por sitios que desconoce para que perciban estímulos nuevos, practicar ejercicios de obediencia ( sentado, tumbado, quieto…), o enseñarle nuevas habilidades (buscar un objeto, practicar deportes de agilidad…)
  3. Crear rutinas: a la hora de comer, de pasear y los tiempos de descanso.

Llevando a cabo estos tres simples pasos, notaréis como su nivel de estrés comenzará a disminuir progresivamente.