Norovirus

Norovirus

14 diciembre, 2020 0 Por dropharma_admin

Dra. Sari Arponen Doctora en Medicina, especialista en Medicina Interna y experta en microbiota

El norovirus es el principal responsable de gastroenteritis aguda, ya que causa 685 millones de casos al año. Conoce sus síntomas, cómo hidratarse para recuperarse sin secuelas y las medidas para evitar su contagio.

Qué es la infección por norovirus

Las enfermedades diarreicas constituyen la segunda mayor causa de muerte de niños pequeños, y según la OMS anualmente matan a más de medio millón de menores de cinco años en el mundo. Estos fallecimientos se podrían evitar si todas las personas tuvieran acceso a agua potable y servicios adecuados de saneamiento e higiene.

Los norovirus son la causa más común de gastroenteritis aguda, con 685 millones de casos al año, de los cuales 200 millones suceden en niños menores de cinco años, de los que fallecen 50.000, casi todos en países en desarrollo. No obstante, los norovirus también son un problema en los países de altos ingresos, donde provocan una pérdida estimada de 60.000 millones de dólares anuales por la atención médica y la pérdida de la productividad de los afectados. Hasta el 90% de la población tiene anticuerpos contra norovirus, un dato que revela lo frecuente que es la exposición a este patógeno.

Los brotes de norovirus son más habituales en invierno. Hay diferentes tipos, y no todos afectan a los humanos. Además, la infección depende de algunos antígenos que determinan el grupo sanguíneo de la persona, por lo que no todos los individuos tienen la misma susceptibilidad a la infección. El norovirus afecta al intestino delgado, lo que justifica la gastroenteritis aguda que produce.

Tras el contagio del norovirus por contacto con un sujeto enfermo o por tomar agua o alimentos contaminados, se produce un cuadro de náuseasvómitos y diarrea, que habitualmente se resuelve en unos pocos días de forma espontánea. Lo más importante es asegurar la hidratación adecuada de la persona afectada. La diarrea en sí es molesta, pero no es peligrosa si se evita la deshidratación.

Al contrario que para el rotavirus, a día de hoy no hay aún una vacuna disponible para evitar la infección por norovirus. Por eso es importante observar las medidas de higiene que se comentan más adelante para evitar el contagio. Una vez que se ha pasado la infección parece que hay un cierto grado de inmunidad durante unos meses, pero posteriormente se pierde, por lo que se puede volver a padecer esta enfermedad varias veces a lo largo de la vida.

Causas de la infección por norovirus

Los Norovirus son un género de virus de tipo ARN, que pertenecen a los Calicivirus. Otros virus de la misma familia son los Vesivirus (que afectan a cerdos, gatos y mamíferos marinos), Lagovirus (fiebre hemorrágica del conejo), Sapovirus (gastroenteritis en humanos) y Nebovirus (gastroenteritis en vacas). El primer norovirus se describió en 1972: fue el virus Norwalk, que se considera el prototipo de este grupo.

Los norovirus se contagian entre personas por vía fecal-oral sobre todo. Si se tiene contacto con las heces de una persona infectada se adquiere la infección con mucha facilidad. Por ejemplo, al cambiar el pañal de un niño con diarrea por norovirus, si luego se lleva la mano a la boca tras una higiene de manos deficiente, será muy probable que se produzca la transmisión. También los vómitos pueden transmitir este virus.

Es muy frecuente que las infecciones por norovirus se produzcan en forma de brotes en colectividades como guarderías –es el caso de un reciente brote en una guardería de Zigong (China) que ha afectado a decenas de niños–, residencias de ancianoscruceros, o establecimientos militares. Por supuesto, también se producen infecciones de forma secundaria en el ámbito familiar una vez que un miembro de la familia ha enfermado, sobre

todo si no llevan a cabo las medidas de higiene suficientes.

Riesgo de contagio de norovirus por alimentos contaminados

Otra vía de contagio es a través de cualquier alimento que haya tenido contacto con agua contaminada por deposiciones con presencia de norovirus. Esto incluye la ingestión del agua contaminada, o incluso nadar en piscinas donde previamente han permanecido individuos enfermos, porque es fácil tragar de forma subrepticia una pequeña cantidad de agua. Es posible también que el marisco, el pescado o el hielo industrial, puedan estar contaminados.

El norovirus, además, es relativamente resistente al calor hasta los 140ºC, por lo que por ejemplo comer mejillones al vapor puede suponer un riesgo de contagio. El cloro puede inactivar el virus, pero debe estar a una concentración suficiente, de al menos 5,25%.

Por todo lo expuesto, las medidas de salud pública por parte de las autoridades sanitarias en el control de los brotes son fundamentales para evitar los contagios.

Síntomas de la infección por norovirus

Cuando se tiene contacto con norovirus la sintomatología no aparece de forma inmediata. El período de incubación –el tiempo que pasa desde que se contagia el virus hasta que aparecen los primeros síntomas de infección por norovirus– suele ser de 24 a 48 horas. El comienzo de las primeras manifestaciones a menudo es muy brusco, pero tampoco es raro que el inicio del cuadro clínico sea paulatino.

La mayoría de las personas afectadas comienzan por presentar dolores abdominales difusos tipo calambre. También es frecuente que aparezcan náuseas desde el inicio de la enfermedad. Los síntomas característicos de la infección por norovirus son los de cualquier gastroenteritis infecciosa aguda.

En la mayoría de los pacientes las náuseas se acompañan de vómitos. La diarrea que aparece casi siempre suele ser moderada en cantidad, con 4-8 deposiciones líquidas en 24 horas. Las deposiciones son líquidas, sin presencia de sangre ni pus. Los vómitos son muy frecuentes en los niños mayores de 1 año. En niños más pequeños no es raro que solamente haya presencia de diarrea. En los adultos también puede haber tanto diarrea como vómitos.

Además de los síntomas digestivos, es usual que el paciente contagiado por el norovirus tenga malestar general. El dolor de cabeza es otro síntoma inespecífico que aparece ocasionalmente. Aproximadamente entre un tercio y la mitad de los casos presenta fiebre de hasta 39ºC. Tras los calambres abdominales iniciales un tercio de los pacientes mantiene el dolor abdominal a lo largo de la enfermedad.

Pronóstico y complicaciones del norovirus

Los síntomas de la infección suelen durar entre dos y tres días. Lo habitual si se tiene acceso a una adecuada hidratación es que se produzca la recuperación completa sin secuelas, aunque se han descrito algunos casos de enterocolitis necrotizante y fallecimientos de pacientes de edad avanzada en brotes de residencias de ancianos. También se ha referido persistencia de los síntomas hasta doce meses en pacientes pediátricos oncológicos y en adultos inmunodeprimidos.

Diagnóstico de la infección por norovirus

Los síntomas de la enfermedad por norovirus son inespecíficos, por lo que el cuadro clínico de por sí no es suficiente para diagnosticar que una gastroenteritis aguda haya sido causada por norovirus. Sin embargo, sí se puede sospechar su presencia basándose en la información epidemiológica (como la presencia de un brote en el entorno) y en la ausencia de otros patógenos documentados.

Habitualmente, no suele estar indicada la realización de estudios complementarios en los pacientes que tienen un cuadro de gastroenteritis aguda, al menos si la intensidad o la gravedad de la afectación es leve o moderada. En concreto, en los casos de gastroenteritis aguda no está indicada la realización de pruebas de imagen salvo sospecha de complicaciones graves.

Si se realizara una analítica sanguínea podrían detectarse algunas alteraciones menores no específicas. El recuento de glóbulos blancos en sangre periférica suele ser normal, o ligeramente aumentada a expensas de elevación de los neutrófilos de forma relativa, con un cierto descenso de los linfocitos. La función hepática suele ser normal. Solamente en casos de una afectación importante con ausencia de hidratación suficiente habrá alteraciones en los parámetros de función renal, como la urea o la creatinina.

El diagnóstico específico de norovirus se puede realizar con un estudio de heces de la persona afectada en los dos o tres primeros días desde el inicio de los síntomas, aunque a veces es posible encontrar presencia del virus incluso durante 2-3 semanas después de la recuperación. La técnica más utilizada es la reacción en cadera de la polimerasa con transcriptasa inversa en tiempo real (RT-PCR). También se puede utilizar para analizar vómitos y muestras ambientales.

Otros métodos de diagnóstico son diversos tipos de enzimoinmunoensayos, aunque se utilizan fundamentalmente en casos de brotes porque su sensibilidad para el diagnóstico de casos individuales es menor del 50%. Esto quiere decir que en más de la mitad de los casos de gastroenteritis aguda por norovirus la prueba podría dar negativa.

En cualquier caso en la mayoría de los pacientes con gastroenteritis aguda no es necesario el diagnóstico etiológico para el manejo del caso particular. La importancia de estas pruebas está sobre todo en su uso para estudios epidemiológicos.

Tratamiento de la infección por norovirus y prevención

Como sucede con la mayoría las infecciones virales, tampoco para el norovirus hay un tratamiento específico. En la inmensa mayoría de los casos la gastroenteritis se resuelve por sí sola al cabo de unos pocos días, por lo que lo más importante es asegurar un adecuado estado de hidratación del paciente y también el aporte de sales minerales.

La deshidratación es el mayor riesgo de la infección por norovirus. En la inmensa mayoría de los casos la administración oral de líquidos isotónicos suele ser suficiente para reemplazar las pérdidas de líquidos. En los lactantes pequeños la leche materna es el mejor modo de hidratar al bebé.

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En niños algo mayores y en adultos las soluciones comerciales de rehidratación, con sobres preparados que se deben disolver en agua, son la forma más fiable de administrar fluidos.

Otra opción es la preparación casera de la típica limonada alcalina con agua, sal, azúcar, bicarbonato y limón. No se recomienda la utilización de bebidas deportivas, puesto que por su contenido en azúcares –incluso aunque sean edulcorantes acalóricos– suponen una

carga osmótica para el intestino que incluso puede empeorar la diarrea.

La administración de 20 mg de cinc durante 10-14 días acorta la duración de la diarrea y mejora los resultados del tratamiento.

En los casos en los que la toma oral de líquidos no es suficiente o posible por la situación del paciente, puede ser necesaria la administración de sueroterapia intravenosa en medio hospitalario. Esto sucede en los casos en los que los vómitos y la diarrea son muy intensos.

Persona lavándose las manos
Lavarse las manos con frecuencia, y siempre después de ir al baño y antes de manipular alimentos, es clave para prevenir el norovirus.

La administración de fármacos contra los vómitos no se recomienda en niños. Tampoco suele ser recomendable administrar fármacos antidiarreicos. Esta enfermedad es de origen vírico, por lo que no está indicada la administración de antibióticos.

Cómo prevenir la infección por norovirus

No existe una vacuna para evitar la infección por norovirus. Por ello, las pautas más importantes de prevención se basan en medidas de higiene y de salud pública que también son eficaces para evitar otro tipo de gérmenes productores de gastroenteritis:

  • El lavado de manos tras ir al baño o cambiar pañales, y antes de comer.
  • El lavado de la fruta y la verdura antes de comerla o cocinarla.
  • El cocinado adecuado del pescado y el marisco.
  • Una persona con un proceso diarreico agudo no debería cocinar para otros, ni tampoco ir a trabajar o a la escuela.
  • La ropa y las sábanas manchadas de vómitos o heces deben lavarse de forma inmediata con agua caliente.
  • Las superficies contaminadas también se deben limpiar y desinfectar.