Los probióticos: un gran mundo ‘pequeño’

Los probióticos: un gran mundo ‘pequeño’

22 junio, 2022 0 Por dropharma_admin

En el aparato digestivo conviven unas 400 especies de bacterias, algunas de ellas son beneficiosas y otras son patógenas, es decir, las que ocasionan enfermedades. Esos grupos de bacterias que no hacen daño se les suele denominar probióticos.

Las bacterias ‘buenas’ producen unos ácidos (acético, láctico y fórmico) que bajan el pH del intestino grueso de manera que inhiben e impiden el crecimiento de las bacterias patógenas.

Por eso, se está mucho más sano en la medida en que se cuenta con estas bacterias beneficiosas y su capacidad de controlar y vencer a las del otro bando.

Muchos no conocen el concepto de probiótico y es, simplemente,  un microorganismo vivo que al ingerirlo aporta un efecto beneficioso sobre el cuerpo.

Son bacterias que sobreviven a la digestión, llegando al colon y ayudando a restituir la flora intestinal,  con lo cual se refuerza el sistema inmunológico.

En otras palabras, al tomarlas, se están introduciendo estas especies de bacterias ‘buenas’ que cooperan en el combate de las que no lo son, y a restaurar el equilibrio para prevenir las enfermedades.

Si se piensa tomar probióticos, seguramente estarán en la cabeza las preguntas de cómo se toman o cuándo o cuáles.

El cuerpo contiene entre 500 y 2.000 cepas distintas de bacterias. En los intestinos hay una buena parte de ellas, justo las que constituyen la ‘flora intestinal’ y juegan un papel fundamental en la salud, ya que ayudan a prevenir y combatir infecciones causadas por microorganismos dañinos, facilitan la digestión y refuerzan el sistema inmunológico.

Al elegir el complejo de probiótico a tomar hay que tener en cuenta ciertas precauciones:

  1. Algunos probióticos tienen que mantenerse en la nevera, de tal forma que puedan conservarse fríos y no pierdan su efectividad.
  2. No se deben tomar junto a bebidas calientes, ya que se corre el riesgo de inactivar a los microorganismos.
  3. Si se decide tomar en paralelo a un tratamiento antibiótico, hay que separar las tomas al menos 2 ó 3 horas. De esta forma se evitará que el antibiótico actúe directamente  sobre las bacterias de los probióticos, y éstos pierdan su efecto.

El  SúperBio es un probiótico que puede tomarse para mejorar la microbiota intestinal.

Fijar el estómago en los lácteos

Si la idea es aumentar el consumo de probióticos, se puede hacer a través de la ingesta de suplementos como SúperBio o a través de alimentos que contienen estas bacterias de forma natural.

Los productos lácteos son ricos en probióticos, que ayudan a evitar más de una consulta médica.

  • El yogurt es un producto lácteo que se obtiene de la fermentación de la leche, generalmente de vaca, por bacterias acidolácticas y bifidobacterias. Los yogures ricos en grasa son los que mayor aporte nutricional poseen.
  • Suero de mantequilla natural: Es un líquido más o menos espeso, de aspecto amarillento y sabor agrio que se obtiene del proceso tradicional de elaboración de la mantequilla. Es un probiótico muy beneficioso, además de ser rico en calcio, fósforo y vitamina B12.
  • El kéfir es una comida parecida al yogurt y de un pasado muy remoto. Se consideraba el ‘maná de Alá’ entre las culturas musulmanas.

Batidos de kéfir, eneldo y pepinos en mesa de madera viejaTiene un aspecto similar a la leche cortada, pero posee un sabor muy parecido al yogurt y es rico en calcio, fósforo y  vitaminas B2 y B12. Gracias a su alto contenido de probióticos, es ideal para tratar varios problemas digestivos.

  • Algunos tipos de queso fermentado, y otros como el cheddar, mozzarella, gouda y el requesón, contienen probióticos vivos y, por lo tanto, son los más indicados para ser consumidos como tal.

Que el nombre no asuste

Además de los lácteos, los encurtidos, alimentos marinados en una solución de agua y sal (salmuera) para ser fermentados de forma natural, contienen probióticos. Un ejemplo clásico de encurtidos son los pepinillos.

En muchos países del globo, hay diferentes comidas o productos que sirven de probióticos.

  • El tempeh originario de Indonesia, es un alimento fermentado elaborado con soja, que se presenta en forma de pastel. Contiene vitamina B12 y es muy consumido por personas vegetarianas.
  • El chucrut o col fermentada es un alimento centro-europeo, elaborado con repollo o col blanca fermentado con bacterias acidolácticas en una solución salmuera. Es rico en fibra, hierro y vitaminas C y K. 
  • Kimchi es un plato típico de la gastronomía coreana. Está elaborado con un vegetal llamado col china, similar a la lechuga, que se fermenta dos veces, lo cual lo hace rico en bacterias acidolácticas y bacterias Lactobacillus kimchii.
  • El té kombucha es una bebida fermentada preparada con té verde o té negro endulzado. Por ser fermentado, posee múltiples beneficios saludables.   
  • Miso es una especie de pasta fermentada de origen japonés que se utiliza como condimento o aderezo de múltiples platos. Contiene grandes cantidades de proteína, fibra, manganeso, vitamina K y cobre.
  • El natto, también japonés, se obtiene de la fermentación de las semillas de soja con las bacterias Bacillus natto. Se destaca por su alto contenido de proteína y vitamina K2, manganeso, hierro y fibra. Se ha demostrado, entre diversos beneficios, que su consumo reduce el riesgo de osteoporosis.

Los probióticos precisan ser bien usados

Aproximadamente el 12% de la población mundial sufre de estreñimiento en algún momento de su vida. Es muy común las quejas de pacientes con el síndrome del intestino irritable (SII), aunque también hay otros factores que suelen causarlo como las dietas bajas en fibras, el embarazo o a la vejez.

Todo esto sugiere que la manipulación de la microbiota puede generar alivio, siendo los probióticos una manera de hacerlo efectivo.

Se puede afirmar que en realidad no existe el probiótico perfecto, sin embargo, como regla general, un probiótico ideal debería contener:

  • Una identificación de género y especie en una nomenclatura que concuerde con los nombres reconocidos científicamente.
  • El número de organismos viables de cada cepa al final de la vida útil del producto, las condiciones de almacenamiento recomendadas, seguridad bajo las condiciones de uso, dosis recomendada, que se debería basar en la inducción del efecto que se desea obtener.
  • Una descripción exacta del beneficio a la salud.
  • Información de contactos para la vigilancia post comercialización.

Cuanta mayor carga bacteriana mejor, aunque la dosis necesaria varía mucho dependiendo de la cepa y el producto. Precisamente,  SúperBio contiene la porción indicada para cada toma que se realiza.

Lo ideal es que además vayan acompañados de los llamados ‘prebióticos’, que son sustancias que sirven como alimento a los probióticos, ayudándolos en su desarrollo.

Generalmente, estos prebióticos suelen ser hidratos de carbono no digeribles, como la inulina por ejemplo, adicionalmente pueden incluir cofactores que ayudan al probiótico.

Los probióticos deben ser tomados en ayuna preferiblemente, y nunca con líquidos calientes. Si se está en tratamiento con antibióticos, se recomienda ampliamente su consumo, para contrarrestar los efectos secundarios de los mismos .Probióticos Yogurt con Duraznos

Beneficios adicionales de las bacterias ‘buenas’

En este punto es posible que ya se esté consciente de la necesidad de los probióticos, el organismo lo agradecerá y la salud cada vez será mejor; sin embargo, no todo termina acá.

Todavía hay muchos beneficios que aún no se han mencionado, y que forman parte de las maravillosas propiedades y los innumerables efectos que los probióticos suelen causar en los procesos digestivos y en la prevención de posibles enfermedades o malestares recurrentes en el organismo.

He aquí algunos de los beneficios extras que seguro serán de mucha utilidad.

  • Los probióticos tienen influencia inmunológica y no inmunológica. Los efectos inmunológicos consisten en aumentar la producción de inmunoglobulina y otras sustancias que actúan como ‘defensas del organismo’.

Los no inmunológicos ayudan a digerir los alimentos, compitiendo con las bacterias dañinas (patógenos) por los nutrientes, aumentando la función de barrera intestinal.

  • Los probióticos suelen ser resistentes al proceso de digestión y a la degradación causada  por los jugos gástricos y la bilis.
  • Tienen la capacidad de adherirse a la pared epitelial y colonizar el tracto gastrointestinal. De igual forma, suelen adherirse a una cavidad humana como la vagina y vías urinarias.
  • Pueden tener influencia en el metabolismo de los nutrientes consumidos por las personas, mediante la fermentación de sustratos como la fibra y la producción de ácidos grasos de cadena corta.
  • Producen vitaminas como la K y la B.
  • Equilibran el metabolismo energético.
  • Reducen la intolerancia a la lactosa.

Probióticos caseros, necesarios y efectivos

Otra de las grandes ventajas de los probióticos es que más allá de adquirirlos en cualquier comercio, también se pueden preparar en casa, todo esto con recetas muy fáciles de elaborar.

  • Yogurt casero con leche animal (cabra, vaca y oveja)
  1. Se introducen los botes o recipientes de cristal en el horno a 45º / 50º centígrados, para calentarlos.
  2. La leche debe calentarse a temperatura de 38º / 39º centígrados, si se hace el yogurt ‘con’ bífidus o a 43º / 45º centígrados, si haces el yogur ‘sin’ bífidus. Cuando la leche llegue a la temperatura indicada, se vierte en los recipientes que se metieron en el horno.
  3. Se añade el fermento de la píldora o sobre, y se revuelve bien.
  4. Se deja entre 6 y 8 horas a la temperatura que corresponda, dependiendo si el yogurt tiene o no bífidus.
  5. Cuando el yogurt está a gusto del consumidor, se guarda en la nevera o cava.
  • Para preparar el kéfir con leche:
  1. Se siguen los mismos pasos del yogurt, pero a una temperatura de 29º centígrados y el proceso de fermentación durará de 14 a 16 horas.
  2. Una vez finalizado el proceso, se guarda en la nevera.

Tanto el yogurt como el kéfir son coadyuvantes de la digestión y eluden el estreñimiento. Para que el efecto mejore, es mejor consumirlos fuera de las comidas principales, en el transcurso de la  mañana o a media tarde, como una merienda.Frasco de vidrio y uno de arcilla llenos de keffir, leche y yogurt en mesa de madera