Hiperfagia

Hiperfagia

11 abril, 2022 0 Por dropharma_admin

La hiperfagia, o consumo desmedido y descontrolado de alimentos, supone un trastorno de la conducta alimentaria que puede estar producido por diversas causas. Tratarlas te ayudará a controlar el apetito.La hiperfagia consiste en el aumento exagerado del apetito por parte de la persona afectada que hace que consuma una mayor cantidad de alimentos de la que necesita. Las personas que sufren este trastorno alimentario ingieren enormes platos de alimentos, incluso justo después de haber realizado una comida considerada normal. Y esto sucede de forma continuada, no es un proceso puntual sino mantenido en el tiempo y de manera repetida.

Además de la ingesta desmedida de alimentos, las comidas se prolongan mucho en el tiempo, sin darlas por finalizadas en un tiempo moderado. La ingestión de comida se suele realizar con poca masticación, de manera rápida y sin una clara preferencia de alimentos con alguna composición concreta, siendo habitual la toma de productos grasos y azucarados. Las personas con hiperfagia, además, tienen las sensación de no controlar este proceso y sentirse a merced de su trastorno, ya que no consiguen saciarse por más que coman.

Igualmente, suelen mostrar un nerviosismo excesivo, e incluso vergüenza si les miran por no poder controlar este apetito voraz, por lo que tienden a aislarse a la hora de la comida y tener un sentimiento de culpa e inseguridad patentes.

Causas de la hiperfagia

La hiperfagia no se considera una enfermedad en sí misma, sino más bien, una alteración provocada por otra patología subyacente que es la verdadera causante de este deseo compulsivo por la comida. Lo más probable es que esté originada por enfermedades metabólicas como la diabetes mellitus o la hipoglucemia; por otras patologías con componente psiquiátrico como la bulimiadepresiónestrés o ansiedad o por alteraciones hormonales como el hipertiroidismo. Así que, como síntoma de otras enfermedades, la prevención y tratamiento deberán ir encaminados hacia la enfermedad de base, solo así se podrá controlar este trastorno alimentario.Asimismo, existen algunos fármacos que pueden ocasionar este problema. Parece ser que la hiperfagia está motivada por la inactividad de una sustancia denominada leptina que es la hormona encargada de controlar la sensación de hambre/saciedad y producir esta última para frenar la ingesta. Si esta hormona no realiza de forma efectiva su función, la persona no se sacia de manera habitual y realiza ingestas muy superiores.

Consecuencias y síntomas de la hiperfagia La principal consecuencia que produce la hiperfagia es el aumento en el consumo de kilocalorías diarias. Por este motivo, se produce un desajuste en el balance energético de la persona que lo padece provocando aumento de peso y generando sobrepeso y obesidad en distintos grados. Además, el incremento de peso implica principalmente el acrecentamiento de grasa corporal, siendo esta más elevada de lo considerado como normal según la edad y características propias.

Asimismo, esta alteración empeora la propia imagen corporal que suele agravar el problema debido a la inseguridad y baja autoestima que produce en quien lo sufre, así como sentimiento de culpa que puede derivar en depresión, cuando no es la propia causa del problema.

De forma contraria a lo que sucede en la bulimia, tras los atracones de comida, la persona con hiperfagia no se provoca el vómito, ni utiliza laxantes, así que el total de la ingesta se digiere y absorbe.El sobrepeso y obesidad están relacionados con otras enfermedades, como son la hipertensiónpatología cardiovasculardiabetes y síndrome metabólico, entre otros. A nivel plasmático, padecer hiperfagia puede aumentar los valores de colesterol, especialmente el malo o más perjudicial a nivel cardiovascular, triglicéridos o componentes grasos o el azúcar, produciendo desajustes en el control de la glucemia.

A nivel digestivo, la ingestión de grandes cantidades de alimento de manera rápida y desordenada, provoca en muchas ocasiones digestiones pesadas, lentas que terminan ocasionando ardor y malestar gástrico. Las manifestaciones digestivas también pueden avanzar hasta porciones de intestino, alterando de absorción de nutrientes y provocando diarreas y, con ellas, malabsorción de ciertos nutrientes. Además, si las diarreas se mantienen en el tiempo y son intensas, el paciente deberá mantener un correcto estado de hidratación, ya que el riesgo de deshidratación es mucho más elevado.

Por otro lado, al consumir durante mayor periodo de tiempo alimentos y alargar la digestión, se puede producir una sensación de somnolencia muy intensa, que puede disminuir el rendimiento laboral o académico, afectando por tanto a otras áreas de su vida.

En numerosas ocasiones, la hiperfagia viene motivada por trastornos psicológicos o psiquiátricos. En estos casos, el tratamiento integral dirigido por un psiquiatra o un psicólogo es condición indispensable para el control de estos momentos. Evaluar la gravedad del proceso y el tiempo de evolución determina también un mejor o peor pronóstico de curación. Igualmente, la familia o amigos son claves a la hora de ayudar a identificar y diagnosticar el problema con su testimonio, al presenciar los atracones desmesurados de comida del afectado.

Estas son algunas pautas claves para tratar y prevenir la hiperfagia:

  • Tratar la depresiónansiedad o bulimia asociadas hace que la hiperfagia disminuya considerablemente.
  • Desviar la atención de la persona hacia otras aficiones o actividades hace que la obsesión por la comida se distraiga y se eviten este tipo de episodios.
  • Evitar los estados nerviosos, de euforia desmedida y trabajar la relajación por medio de sistemas como la concentración en la respiración.
  • Disponer en casa de una amplia variedad de productos denominados saludables, con contenido reducido de grasas y azúcares, hace que el picoteo sea menos perjudicial a nivel nutritivo. A pesar de que la tendencia es elegir los alimentos con más kilocalorías, si no se dispone de ellos, se podrá sustituir, en parte, la ingesta por otros como fruta, verduras, hortalizas o lácteos desnatados.Intentar no estar solo en casa durante los episodios, ya que en ese caso el descontrol todavía es mayor al no desencadenarse sentimiento de vergüenza que se ocasiona cuando se es observado por otras personas y la sensación de culpabilidad posterior también es mayor. Y, cuando se esté produciendo el atracón, ser consciente del mismo, y no distraer la atención con algunos sistemas como televisión u ordenador, que camuflan la ingesta real de energía y hacen subestimar las cantidades ingeridas.
  • Sistemas como usar siempre cubiertos, vajilla y servilleta para evitar coger los alimentos con las manos; masticar de manera lenta y repetida o cortar con el cuchillo cada bocado, disminuyen las ingestas y, por tanto, el problema.