Alopecia, los porqués de la pérdida de pelo

Alopecia, los porqués de la pérdida de pelo

23 agosto, 2024 0 Por dropharma_admin

La alopecia o calvicie es una afección que se caracteriza por una disminución parcial o general de la densidad del pelo, que puede ser localizada o generalizada, temporal o definitiva, y cuyo origen se debe a distintas causas.

En condiciones normales, el crecimiento del pelo tiene lugar en un ciclo de tres fases:

  • La primera etapa es la de crecimiento o anágena, con una duración de dos a seis años, y en la que el pelo crece alrededor de 1 cm por mes. Las células del foliculo mantienen una permanente actividad y el cabello crece de forma lineal, y la longitud que alcance depende de la duración de esta etapa.
  • La segunda se conoce como catágena o de transición, dura unas tres semanas, y se caracteriza porque se detiene el crecimiento del pelo.
  • La tercera es la fase de caída o telógena, que dura entre tres y cuatro meses. El folículo reposa y el pelo comienza a caerse, y al finalizar esta fase se inicia de nuevo el ciclo capilar con la etapa de crecimiento.

Tipos de alopecia

La alopecia puede ser congénita o adquirida. En la alopecia congénita los folículos pilosos están ausentes (atriquia), o bien existen alteraciones estructurales del pelo, tales como pelo escaso y frágil que se rompe fácilmente. Este tipo de alopecia está presente desde el nacimiento o se desarrolla poco después del nacimiento. Suele deberse a causas o síndromes genéticos raros (Aplasia cutis congénita, hipotricosis congénita, síndrome de Netherton, síndrome de ectodermo displásico…).

La alopecia congénita puede tener diferentes manifestaciones y grados de severidad, y su diagnóstico y tratamiento deben ser realizados por un médico especialista, como un dermatólogo o un genetista. El enfoque de tratamiento puede variar según la causa y las características específicas de cada caso, pero se pueden considerar opciones como el uso de prótesis capilares, medicamentos tópicos, trasplante de cabello u otros tratamientos dependiendo de la evaluación médica.

Las alopecias adquiridas son aquellas que no están presenten desde el nacimiento y se pueden agrupar de acuerdo a su mecanismo patogénico, y pueden ser cicatrizales –las más comunes son las asociadas a dermatosis inflamatorias crónicas, sobre todo el lupus eritematoso discoide y el liquen plano pilar–, y no cicatrizales, entre las que destacan la calvicie común, la alopecia telogénica y la alopecia areata. En las alopecias no cicatrizales los folículos pilosos permanecen, mientras que en las cicatrizales estos se pierden definitivamente, lo que resulta en una pérdida de cabello irreversible.

Las alopecias cicatrizales pueden estar causadas por diversas condiciones, como infecciones del cuero cabelludo, enfermedades autoinmunes, enfermedades del tejido conectivo, quemaduras o lesiones físicas. Estas condiciones pueden dejar cicatrices en el cuero cabelludo, lo que impide el crecimiento normal del cabello en las áreas afectadas. 

Las alopecias no cicatrizales pueden ser causadas por factores como el estrés, desequilibrios hormonales, deficiencias nutricionales, medicamentos, enfermedades tiroideas, alopecia areata y otras condiciones similares. En este tipo de alopecias los folículos pilosos aún son capaces de producir cabello, pero su ciclo de crecimiento se ve alterado, lo que resulta en una pérdida temporal o crónica de cabello.

El tratamiento de las alopecias adquiridas depende de la causa subyacente y puede incluir el uso de medicamentos tópicos o sistémicos, terapias con láser, trasplante de cabello u otras opciones según lo recomendado por un médico especialista en salud capilar. Es importante buscar atención médica para un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado.

A continuación veremos con más detenimiento los tipos de alopecia que existen y las causas que las provocan. Se trata sin duda de uno de los problemas estéticos con más afectados en el mundo, a muchos de los cuales llega incluso a influirles emocionalmente, provocando una baja autoestima, o interfiriendo en su vida laboral y personal.

La alopecia androgénica o calvicie común consiste en la pérdida del pelo de forma progresiva localizado en ciertas áreas del cuero cabelludo. Es la causa más frecuente de pérdida de cabello o calvicie, y mientras se trata de un proceso fisiológico en los varones a partir de cierta edad, es muy raro en las mujeres (alopecia androgénica femenina). También se conoce como calvicie de patrón masculino o calvicie de patrón femenino.

Los patrones de pérdida de cabello en la alopecia androgénica son distintos entre hombres y mujeres. En los hombres, generalmente comienza con una recesión de la línea del cabello en las sienes y la coronilla, mientras que en las mujeres, la pérdida de cabello tiende a ser más difusa y afecta principalmente la parte superior y el centro del cuero cabelludo.

Causas y síntomas de la alopecia androgénica

Este tipo de alopecia es causado por diferentes factores, tanto genéticos, como hormonales. Se produce una transformación de los folículos de pelo terminales a folículos vellosos, debido a la sensibilidad que adquieren estos por la estimulación androgénica, en especial a la dihidrotestosterona (DHT), una forma más potente de testosterona que juega un papel clave en la regulación del crecimiento del cabello en áreas específicas del cuero cabelludo. Así, con el tiempo estos foliculos se vuelven más sensibles a la DHT y van generando cabello cada vez más corto y delgado, hasta que dejan de formar nuevos cabellos.Este tipo de alopecia tiene el mismo origen en el caso de las mujeres, pero los expertos opinan que en su aparición intervienen otras hormonas y enzimas diferentes –como el descenso de estrógenos y aumento de andrógenos que se produce tras la menopausia–, por lo que generalmente se denomina alopecia de patrón femenino. 

En las mujeres la alopecia se desarrolla de forma más difusa que en los hombres, y se centra en la zona frontal y superior de la cabeza, manteniéndose normalmente la integridad de la primera línea del cabello, por lo que no suelen presentar entradas.

Su evolución también es más lenta, y es infrecuente que alcance fases tan avanzadas como en los varones.

Diagnóstico de la alopecia androgénica

Lo primero que hará el especialista al que acudas será hacer preguntas sobre la historia médica del paciente, sus antecedentes familiares de pérdida de cabello y cualquier otro síntoma o condición relevante. Posteriormente, el médico examinará el cuero cabelludo para evaluar la distribución de la pérdida de cabello, la calidad del cabello restante y otros signos que puedan sugerir alopecia androgénica.La clave será la búsqueda por parte del experto de patrones típicos de pérdida de cabello asociados con la alopecia androgénica. El pelo terminal del paciente es sustituido, progresivamente, por  el pelo velloso, que es más corto, fino y sin pigmento. En hombres, el proceso se inicia en la zona frontotemporal (las llamadas entradas) y en la zona occipital en forma de coronilla, y puede progresar hasta producir alopecia total o casi total, permaneciendo restos de cabello únicamente por encima de las orejas y en la zona occipital. En mujeres, la pérdida de cabello tiende a ser más difusa, afectando principalmente la parte superior y central del cuero cabelludo. Estos patrones de caída sirven por lo general para diagnosticar el problema, aunque también puede realizarse una prueba llamada test de lavado capilar modificado

Por otro lado, se puede buscar descartar otras causas posibles de pérdida de cabello, como enfermedades autoinmunitarias, deficiencias nutricionales, trastornos de la tiroides u otras afecciones médicas. Así, el médico puede solicitar pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico o descartar otras afecciones. Estas pruebas pueden incluir análisis de sangre para evaluar los niveles hormonales o una biopsia del cuero cabelludo para examinar los folículos pilosos.

El diagnóstico preciso de la alopecia androgénica debe ser realizado por un médico especialista en dermatología o tricología, ya que existen otras formas de pérdida de cabello con causas diferentes que pueden presentar síntomas similares. Una vez que se ha confirmado el diagnóstico, el médico puede recomendar opciones de tratamiento adecuadas para cada paciente.

Tratamiento de la calvicie o alopecia androgénica

Si bien la alopecia androgénica es un proceso natural relacionado con factores genéticos y hormonales, existen opciones de tratamiento disponibles para ralentizar o detener su progresión. Desde medicamentos como el minoxidil y la finasterida a, en casos más avanzados, la consideración de un trasplante de cabello. Es importante consultar a un médico especialista en dermatología o tricología para recibir un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado:

Trasplante capilar

Otra alternativa a la que cada vez recurren más varones es el trasplante capilar en forma de mini y microinjertos, que cuando es realizada por buenos profesionales tiene unos resultados estéticamente aceptables. El trasplante capilar es una intervención quirúrgica que se realiza para redistribuir folículos pilosos de áreas donantes del cuero cabelludo hacia áreas receptoras con pérdida de cabello. Dichos folículos pilosos se extraen generalmente de la zona de la nuca y los laterales del cuero cabelludo, que son áreas donantes donde el cabello es más resistente a la acción de las hormonas androgénicas responsables de la alopecia androgénica.

Posteriormente, los folículos pilosos preparados previamente se implantan cuidadosamente en las áreas receptoras del cuero cabelludo, siguiendo un diseño estético que se adapte al patrón de pérdida de cabello del paciente. Tras el trasplante, el cuero cabelludo puede requerir un tiempo para recuperarse y cicatrizar adecuadamente, y el paciente de seguir una serie de instrucciones para su cuidado posterior.

Terapia con láser de baja intensidad

La terapia láser puede estimular el crecimiento del cabello al aumentar la circulación sanguínea en el cuero cabelludo y promover la actividad celular. Se pueden utilizar dispositivos de terapia láser de baja intensidad en casa o realizar tratamientos en una clínica bajo la supervisión de un profesional.

Tratamiento de la alopecia androgénica en la mujer

Para tratar este tipo de alopecia en las mujeres se emplean tratamientos hormonales como los antiandrógenos orales cuando las causas de la pérdida de cabello son de tipo hormonal, pero en su caso la alopecia también se puede abordar con tratamientos por vía tópica para revitalizar el folículo capilar –cuando se trata de una caída de pelo controlada–, como el plasma enriquecido con factores de crecimiento o la carboxiterapia, o con microinjerto capilar con las técnicas FUE o FUSS.

El mixodil tópico también es usado por las mujeres, mientras que la finasterida generalmente solo se prescribe para mujeres postmenopáusicas, ya que puede tener efectos secundarios en mujeres en edad fértil. Respecto a la terapia con láser de baja intensidad puede estimular el crecimiento del cabello al aumentar la circulación sanguínea en el cuero cabelludo y promover la actividad celular.

Por otro lado, hay algunos suplementos, como la biotina, el zinc y el hierro, que pueden ayudar a mejorar la salud del cabello y fortalecer los folículos pilosos. 

Alopecia areata l

alopecia areata es una forma de alopecia no cicatrizal, de tipo autoinmune, que se caracteriza por la caída de pelo de forma localizada o generalizada. Puede aparecer a cualquier edad y en ambos sexos, siendo más común en la infancia y adolescencia.

Causas de la alopecia areata

Esta afección se considera una enfermedad autoinmune –en la que el sistema inmunitario atacaría los folículos pilosos–, asociada también a una predisposición genética, y que se podría desencadenar ante la presencia de ciertos factores medioambientales, infecciosos, endocrinos, genéticos, psicológicos, y otras causas como irritaciones oculares o dentales, o traumatismos en la cabeza.

La pérdida de pelo se produce cuando algún factor autoinmune provoca la inducción de la fase de desprendimiento (telógena) y caída del cabello, así como una parálisis en el inicio de la fase de crecimiento del folículo (anágena) de una determinada zona del cuerpo.

Síntomas de la alopecia areata

Los pacientes suelen presentar una o varias placas alopécicas ovaladas o redondas, de 2 a 5 cm de diámetro, localizadas en el cuero cabelludo, barba o cejas. En el interior de estas placas la piel mantiene los orificios foliculares, pero sin pelo. En el borde de la placa se observan pelos cortos, delgados hacia arriba y anchos hacia abajo.

Se pueden presentar uno o varios brotes a lo largo de la vida, produciéndose una repoblación, inicialmente con cabellos finos y blancos, que posteriormente se pigmentan.Cuando la alopecia afecta el borde de implantación frontal, parietal y occipital del cabello, y conserva solo un mechón de pelo, se denomina alopecia ofiásica. Cuando se cae todo el cabello de la cabeza se denomina alopecia areata totalis, y cuando se pierde el pelo de todo el cuerpo es una alopecia areata universalis.

Diagnóstico de la alopecia areata

Se debe realizar un diagnóstico que lo diferencie de las tiñas tonsurantes y de la alopecia cicatrizal. Es importante descartar la presencia de otras enfermedades con las que puede asociarse como vitíligo, atopia, síndrome de Down, enfermedades tiroideas, anemia perniciosa y enfermedad de Addison.